Germán Lauro viene de familia radical y siempre estuvo interesado en la política. Sin embargo, las exigencias de competir al más alto nivel internacional no le dejaban tiempo para la militancia.
El deportista de Trenque Lauquen, que se retiró de la actividad el año pasado, es considerado una de las figuras más representativas del atletismo nacional de los últimos 15 años. Con su sexto puesto en Londres 2012, es el lanzador argentino que logró la mejor ubicación en la historia de los Juegos Olímpicos y también el de mejor performance en el historial de los Mundiales y Mundiales Indoor.
Ahora, integra una lista para disputar la interna de la UCR en su ciudad natal. Si todo le sale bien, el 21 de marzo será electo tesorero del Comité local. Su espacio, llamado Adelante Buenos Aires y liderado a nivel nacional por Facundo Manes, se referencia a nivel provincial con el presidente del bloque de Juntos por el Cambio, Maximiliano Abad, quien compite con el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, por el control de la UCR bonaerense.
A pesar de que falta poco para las elecciones nacionales y los candidatos “famosos” siempre son bienvenidos en las listas, Lauro asegura que no incursionó en política por un cargo. “Lo más común es que me digan: ‘¿Para qué te metes? Te vas a complicar la vida’. Pero hay que empezar a cambiar esa visión de que la política es mala. La política bien practicada es buena y genera cambio”, explica a Infobae.
-¿Cómo fue que decidiste dar el salto hacia el mundo de la política?
-Desde el Comité Radical de Trenque Lauquen. Su presidente estaba armando la lista para la interna y me preguntó si me interesaba. Yo no tuve una participación muy activa durante mi carrera deportiva por una cuestión lógica: no tenía tiempo. Pero yo vengo de una familia radical muy participativa, mi hermano formó parte durante muchos años de la Juventud Radial. Vengo de una familia que está metida dentro de la política. Y el presidente, que es muy amigo de mi familia, me preguntó si no quería formar parte de una lista. La verdad es que me interesó muchísimo porque la lista mostraba esa renovación del partido. Yo siempre estuve convencido de que uno cuando realmente quiere generar cambio tiene que involucrarse. Si no, desde afuera es fácil opinar. Me pasa también en lo deportivo, por eso estoy trabajando dentro de la Confederación de Atletismo. Hay que involucrarse, eso es lo que me llevó a tratar de meterme más en el partido y a aportar ideas.
-Más allá de este vínculo familiar, ¿qué es lo que te atrajo del radicalismo?
-Trenque Lauquen es una ciudad bastante radical, por lo menos desde que yo soy chico. Desde el retorno de la democracia en adelante es una ciudad en la que por lo general ha gobernado el radicalismo. Además hoy por hoy se ve un gran cambio que se está generando dentro del radicalismo, desde que se generó la coalición Juntos por el Cambio se vio un crecimiento importantísimo que a uno le da la esperanza de que a futuro se van a poder generar grandes cosas, grandes cambios. Eso también es un poco lo que me incentiva. Aparte, hay antecedentes de lo que es el radicalismo que te incentivan. Es uno de los partidos más antiguos y que mantiene la esencia. Es un partido que sigue respetando las convenciones y la institucionalidad. Hoy en día pocos partidos tienen ese respeto hacia la institución. No es un partido personalista sino un grupo de personas que toma decisiones por el bien del partido. Esos valores son muy destacables.
-¿Te entusiasman los nuevos liderazgos que surgieron dentro del partido a nivel nacional?
-Sí, hoy se está viendo una gran renovación. Por ejemplo, la lista que encabeza en provincia Maxi Abad, o la posibilidad de que un referente como Facundo Manes, a nivel nacional, esté interesado en esta corriente de pensamiento realmente entusiasma. Durante muchos años se criticó al radicalismo porque no tenía esta frescura que se está viendo ahora. Tener gente joven, sumada a todos los que ya estaban, genera un cambio importantísimo para el futuro del partido. Hoy en día hay una juventud muy activa en todos los municipios de la provincia de Buenos Aires. El partido se está abriendo para bien, en el sentido de que se está abriendo el juego a nuevas camadas que están generando una frescura terrible dentro del partido.
-Muchos radicales cuestionaron el rol “secundario” que el partido asumió dentro de Juntos por el Cambio. ¿Crees que fue así? ¿Se puede cambiar de cara al futuro de la coalición?
-Yo creo que el radicalismo se vio fortalecido desde el 2015 en adelante, ganó muchos intendentes, dentro de los municipios se fortaleció también a nivel concejal. Yo creo que las alianzas sirven y estoy convencido que Juntos por el Cambio tiene que continuar, porque solo es muy difícil llegar al poder. Yo creo que hoy el radicalismo tiene un mayor peso específico dentro de la provincia y también a nivel nacional.
-Más allá de tu familia, ¿cómo cayó en tu entorno la decisión de empezar a militar en el radicalismo? ¿Ya te tocó padecer la grieta en carne propia?
-No. Lo más común es que me digan: “¿Para qué te metes en política? Te vas a complicar la vida”. Pero yo creo que cada vez más gente se tendría que involucrar. Pero yo no me involucro por un cargo sino para aportar ideas, para tratar de generar cambio. Desde afuera es muy difícil cambiar las cosas. Uno se puede quedar quejándose pero si uno quiere generar un cambio hay que hacerlo desde adentro. Es lo que hablo con mis conocidos, porque muchos me dicen que en la política está todo sucio. Pero hay que intentar a empezar a cambiar esa visión de que la política es mala. La política bien practicada es buena y genera cambios. Yo no digo que sepa mucho o poco, estoy para aportar mi granito de arena.
-¿Cómo ves este primer año de gestión de Alberto Fernández?
-Es complicado. Hay muchas cosas que no me convencen. A pesar de que nadie hubiese querido gobernar con una pandemia, yo creo que hay decisiones que se están tomando mal y están dejando pasar trenes que no van a volver a pasar. Por ejemplo, creo que en relación a la inflación no generan confianza, y eso es lo que nos está trayendo problemas. Creo que tenemos que empezar a buscar herramientas para generar confianza en la gente. Hay que empezar a creer en nuestro país y en el potencial que tiene. Yo tuve la suerte de viajar y creo que a veces no nos damos cuenta del país que tenemos. Hay que cambiar esa cultura de que Argentina ya está perdida y que está todo podrido.
-¿Y con respecto al gobierno de Axel Kicillof?
-Es la continuidad de las políticas del gobierno nacional. La provincia es muy grande, no es lo mismo el conurbano que Trenque Lauquen, que está a 500 kilómetros. Necesitamos tener otra visión de la provincia de Buenos Aires. Se centran mucho en los núcleos de población que son los que votan, pero la provincia tiene realidades totalmente distintas. Cuando te centras en una sola población el resto se ve desprotegido.
-Algunos creen que hay que dividir la provincia, por ejemplo el politólogo radical Andrés Malamud.
-No sé si dividirla, pero hay una gran corriente que busca la autonomía de los municipios. Serviría para muchos municipios, más que nada del interior profundo, porque tener la posibilidad de administrar sus propios recursos. En 135 municipios hay realidades distintas. Hay gente que administra muy bien y gente que administra muy mal. Tener cierta autonomía te permite trabajar de otra forma y proyectar más a futuro.
-¿Cómo viviste el gobierno de María Eugenia Vidal? ¿Fue una decepción?
-Las realidades son muy distintas. Por ejemplo, dentro de mi ciudad se vio como un buen gobierno, por ahí otras dirán que no les sirvió para nada. Pero acá se vio un cambio. Por ejemplo, generaron la ruta del cereal, que es una ruta que la mayoría de la provincia no la debe ni conocer, son solamente 80 kilómetros, pero cambió la realidad de pueblos de 5 mil habitantes. Eso es lo que se necesita. A mí no me disgustó el gobierno de María Eugenia, lo que le faltó fue continuidad para seguir trabajando en esa línea.
-¿Si les va bien en la interna te imaginás en una lista en octubre o en las elecciones de 2023?
-No, yo no vengo a buscar un cargo. Vine a apoyar e intentar sumar, no hay que sumarse por un cargo a futuro. Estoy convencido que cuanto más gente se quiera sumar a esto mejor nos va a ir. Hay que sumar por una cuestión de convicción personal.
-¿Qué opinás del fenómeno de las figuras del espectáculo o el deporte que pegan el salto a la política? Parece cada vez más habitual
-Si la persona está convencida de lo que hace, bienvenido sea. Aunque yo no estoy de acuerdo con los famosos títeres, que los ponen porque atraen votos y después pasan a ser un N.N. Si te metés y trabajás, puede meterse cualquiera y aprovechar su visibilidad. El tema es que no terminen siendo títeres de otro. Pero mientras sea una convicción personal, bienvenido sea.
Seguí leyendo: