Hace una semana, Miguel Ángel Pichetto lanzó una sentencia política que pasó desapercibida en medio de la discusión nacional sobre el retraso del plan de vacunación contra el coronavirus, causado por la demora del Fondo de Inversión de Rusia en la producción y provisión de las dosis prometidas de Sputnik V. “Si Rodríguez Larreta quiere consolidar sus aspiraciones, debe salir del marco metropolitano y hacer un trabajo más federal”, recomendó el dirigente peronista, hoy integrante de la Auditoría General.
El mensaje público del ex candidato a vicepresidente de Juntos por el Cambio llegó a destiempo: esa construcción federal ya comenzó. Pero la declaración de Pichetto expuso la preocupación de un espacio que necesita ponerse en marcha para volver a transformarse en una opción competitiva de cara a las elecciones legislativas de este año.
Rodríguez Larreta comenzó hace varios meses a enviar algo más que señales de sus aspiraciones. Además de las bajadas políticas al conurbano bonaerense, que arrancaron a mediados de diciembre y continuarán durante este año, mantuvo durante los últimos meses del 2020 conversaciones vía Zoom con varios dirigentes del interior (hábito que mantiene todas las semanas), muchos de ellos intendentes de ciudades importantes como, por ejemplo, Pablo Javkin (Rosario) o Bettina Romero (ciudad de Salta).
“Son aquellos desencantados con el Alberto Fernández más extremo, más radicalizado, más kirchnerizado; el Alberto moderado se queda con todo, pero eligió ser Cristina Kirchner”, afirmó a Infobae un funcionario del entorno del jefe de Gobierno porteño.
Ese trabajo lo delegó en funcionarios cercanos y de confianza, como el vicejefe de Gobierno, Diego Santilli; el secretario porteño de Ambiente, Eduardo Macchiavelli; y el secretario general, Fernando Straface. También en otros dirigentes como Lucas Delfino (subsecretario de Cooperación Urbana Federal), ex funcionario del Ministerio del Interior de Rogelio Frigerio.
Las conversaciones virtuales mutarán en el 2021 en algunas recorridas por el territorio, puntuales, a partir de convenios culturales y turísticos que la ciudad de Buenos Aires suscriba con gobiernos del interior de país. “Estamos caminando, tenemos una hoja de ruta, pero la principal prioridad es la gestión porteña, este es un año de muchas elecciones provinciales, no vamos a ver a Horacio encabezando caravanas, pero si algún dirigente o algún candidato lo visita, esa construcción se va a dar”, admitió otro dirigente porteño.
La visita de ayer, viernes, a Mar del Plata, para compartir un acto con el intendente Guillermo Montenegro, se enmarca en esta estrategia.
La palabra clave en la sede gubernamental de la calle Uspallata, en Parque Patricios, es “equilibrio”. El objetivo de Rodríguez Larreta es una candidatura presidencial en 2023, algo que todavía no reconocerá de manera pública, y la decisión firme es la de ampliar Juntos por el Cambio con dirigentes de otros espacios como los peronistas no kirchneristas, uno de los reclamos históricos de dirigentes como Frigerio, Martín Lousteau, o Emilio Monzó. También María Eugenia Vidal.
“La vocación de ampliarse está, no es cuento ni relato, la idea es formar algo más grande que Juntos por el Cambio”, apuntó la misma fuente. Sobre la mesa, entre otros, aparece el economista José Luis Espert y el armado de dirigentes liberales. El libro de pases está abierto.
Aunque, en verdad, Rodríguez Larreta hubiese querido comenzar la discusión política más adelante, una vez superada la pandemia, pero el Gobierno y el kirchnerismo decidieron llevarlo al campo de batalla cuando le recortaron los fondos de la coparticipación federal. Ese mismo kirchnerismo que, agazapado, espera los guiños políticos del mandatario porteño para renovar las críticas a la gestión en la ciudad de Buenos Aires.
Macri, Vidal, Peña y la provincia de Buenos Aires
En el juego del dominó, un leve movimiento, imperceptible, provoca una reacción en cadena que, en la arena política, puede ser tanto positiva como negativa. Los armadores de Horacio Rodríguez Larreta esperan ese movimiento, ese gesto público, de Vidal, para ordenar la construcción y la campaña en la provincia de Buenos Aires.
La opinión y la expectativa sobre la figura de la ex gobernadora bonaerense es diversa. Un funcionario porteño recibió de un dirigente cercano a Vidal un panorama inquietante: “Ella todavía no movió porque, creo, que ni ella sabe qué quiere hacer; está bien, enamorada (su pareja es el periodista Enrique “Quique” Sacco), después de mucho tiempo de estar mal”, reflexionó el funcionario a Infobae.
Otros son más optimistas. “Que ella no de notas, ni hable de manera pública, no quiere decir que no esté activa, o no esté pensando cuál será su rol en este turno electoral. Sigue teniendo una de las mejores imágenes positivas de la dirigencia política en todo el país”, reflexionó otro dirigente. Es más, agregó, la semana pasada estuvieron reunidos con esta agenda Larreta, Vidal, y los intendentes Néstor Grindetti, Jorge Macri, entre otros.
Mientras espera ese gesto inicial, Larreta y la dirigencia de Juntos por el Cambio dieron vía libre a un grupo de dirigentes para sumar peronismo al espacio opositor desde mitad del 2020. Ellos son los intendentes Grindetti (Lanús), Jorge Macri (Vicente López), Diego Valenzuela (Tres de Febrero); también Pichetto, Santilli, Frigerio, Monzó, Nicolás Massot (que comenzó a recorrer Tigre) y el ex intendente de San Miguel Joaquín de la Torre.
“Ahora se viene la verdadera discusión y los momentos de tensión. Porque queremos ampliarnos, todos estamos de acuerdo, pero va a llegar el momento de decirle al intendente o el concejal o el diputado que viene trabajando con vos que se corra y dé un paso al costado para que otro, quizá un peronista, se sume y tome su lugar. En el Power Point queda muy lindo, pero el territorio es más difícil”, graficó a este medio un histórico dirigente porteño.
Por otro lado está la figura del ex presidente Mauricio Macri, que volvió a escena los últimos días al presentar una fundación que lleva su nombre, enfocada en políticas educativas, justo después del cruce entre Martín Lousteau y el ex secretario de Medios Hernán Lombardi, que acusó al senador radical de “jubilar” al ex mandatario.
“Es una figura central, es el ex presidente y fundador del PRO, y es un gran mentor para todos; creo que se malinterpretó lo que dijo Lousteau y que de ninguna manera salió a jubilarlo al hablar de legado”, apuntaron desde el gobierno porteño, y descartaron que busque una candidatura en los comicios legislativos.
Otra incógnita representa Marcos Peña, el poderoso ex jefe de Gabinete de Cambiemos. Tras la derrota electoral se mantuvo, y mantiene, con el más bajo de los perfiles. “Está fuera de todo, aunque cada tanto habla con Horacio”, reconocen en la sede de Uspallata.
Como Peña, otra persona tuvo a su cargo modelar la campaña presidencial de Macri, tanto en 2015, como en 2017 y en 2019. El ecuatoriano Jaime Durán Barba, que en las últimas horas lanzó su pronóstico político: ”(Rodríguez Larreta) Por el momento es el que está mejor posicionado; pueden crecer otros, María Eugenia Vidal tiene muchísimo potencial”.
”Macri tiene tanta vida como la que tenía Alberto Fernández hace cinco años. En política no hay muertos ni vivos”, completó.
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