El Fondo de inversión de Rusia confirmó hoy a través de un comunicado las demoras en la entrega de la Sputnik V, lo que postergará el comienzo de la etapa masiva de vacunación en la Argentina. El Fondo había prometido un total de 5 millones de dosis para enero, pero solo entregará 520 mil, casi el 10 por ciento. A las 600 mil dosis que llegaron hasta ahora (300 en diciembre y otras 300 mil a mediados de enero) se les suman las 220 mil que traerá el avión que partió anoche rumbo a Moscú. Hasta ahora, no hay una fecha prevista para el próximo vuelo.
“Estamos mejorando las instalaciones ubicadas fuera de Rusia para garantizar el suministro a Argentina y el resto de la región. Como resultado, veremos un aumento significativo de la producción en el segundo trimestre. Hasta entonces, es posible que algunos lotes presenten retrasos de hasta 2-3 semanas. Sin embargo, Argentina, que ha sido uno de los primeros países en aprobar Sputnik V y con quien hemos establecido una sólida alianza, seguirá recibiendo la vacuna. Volveremos al programa de entrega original una vez que se complete la actualización. Se informará debidamente a las autoridades sanitarias argentinas con un cronograma ajustado”, arranca el comunicado al que tuvo acceso Infobae.
El Fondo argumentó que las demoras están relacionadas con “la alta demanda de la vacuna rusa en América Latina” pero ratificó la voluntad de cumplir con la Argentina. “ANMAT procederá, según lo previsto, con la verificación técnica de los sitios de producción del Sputnik V fuera de Rusia en las próximas semanas”, agrega el comunicado.
Lo cierto es que hasta ahora no hay fechas para los próximos vuelos ni se conoce el destino. Corea del Sur y la India siguen siendo las opciones para el mercado argentino.
El contrato firmado entre el Gobierno y el Fondo ruso (RDIF es su sigla en inglés) estipulaba un total de 4 millones de la primera dosis y 1 millón de la segunda durante el transcurso de este mes. Además, durante febrero deberían llegar otros 15 millones de dosis (6 millones de la primera dosis y 4 de la segunda).
En el Gobierno argumentan que las demoras se repiten en otros países del mundo. La diferencia sustancial es que la Argentina deberá transitar el primer trimestre solo con la vacuna rusa, que tiene un retraso importante en la producción, tal como admitió en una entrevista el CEO del Fondo, Kirill Dmitriev.
“Las demoras son entendibles; toda la cadena de producción tiene muchos componentes, y si tienes un problema con uno de ellos eso retrasa las cosas”, dijo Dmitriev en diálogo con el canal de noticias estadounidense CNBC. Y agregó: “Lo vimos con Pfizer, lo vemos con AstraZeneca. Y creo que podría haber algunas demoras también con nuestra producción, ya que estamos aumentando la capacidad... aunque esperamos que no”.
Solo restan cuatro días para que finalice el mes y cada viaje a Moscú lleva cerca de 40 horas, por lo que no hay ninguna posibilidad de alcanzar los 5 millones de dosis prometidas.
El Gobierno también cuenta con 22,4 millones de vacunas de AstraZeneca y 9 millones de COVAX, pero recién llegarían en el segundo trimestre.
El primer cargamento de la Sputnik V aterrizó en Buenos Aires el 24 de diciembre, lo que le permitió al Gobierno cerrar el 2020 con una buena noticia. Esas 300 mil dosis comenzaron a ser aplicadas el martes 29. El segundo avión llegó a Ezeiza el sábado 18 de enero con otras 300 mil dosis. Desde entonces, el Gobierno tuvo que correr atrás de las promesas de los rusos.
El tercer avión de Aerolíneas Argentinas partió anoche desde Ezeiza y tiene previsto regresar mañana a la noche con apenas 220 mil dosis. Tal como sucedió en los vuelos anteriores, la aeronave cargará las vacunas en Moscú (vienen por tierra desde San Petersburgo) y emprenderá el regreso a la Argentina, donde se iniciará el operativo logístico para que lleguen a todas las provincias.
Hasta ahora los aviones de Aerolíneas pueden transportar un máximo de 600 mil dosis. La capacidad podría llegar a 1 millón de dosis, utilizando parte de la cabina, pero para eso todavía restan algunos trámites burocráticos. “Lo tiene que aprobar el fabricante (del avión)”, dijo una fuente oficial.
El tercer vuelo venía siendo anunciado desde comienzos de la semana pasada. Primero, el Gobierno había deslizado que iban a viajar tres aviones entre el 21 y el 24 de enero. El viernes, tal como publicó Infobae, en la Casa Rosada comenzaron a informar que el vuelo estaba planificado para el domingo, con un posible regreso para el martes. Pero no hubo vuelo ni domingo ni lunes y recién ayer a la tarde el presidente de Aerolíneas, Pablo Ceriani, fue nuevamente el encargado de confirmar el despegue para las 21 horas.
“El AR1062 partirá desde el Aeropuerto de Ezeiza y serán en total 40 horas de operación”, dijo en una serie de tuits, en los que además destacó “un importante trabajo logístico que implica la coordinación entre diferentes actores de ambos países”.
Minutos antes, Ceriani había recibido una instrucción precisa desde Casa Rosada para comunicar el viaje.
Después de tantas idas y vueltas, anoche nadie se animaba a confirmar la cantidad de dosis del tercer cargamento. Recién este mediodía se supo que serán 220 mil dosis, muy lejos de lo prometido. “Es mejor que nada en estas condiciones”, se sinceró una fuente oficial.
La tardanza de los rusos para mandar las vacunas tendrá consecuencias en el plan de vacunación, al menos en la etapa masiva. El Gobierno esperaba vacunar en los próximos cuatro meses a los 14,5 millones de personas que están dentro de los grupos de riesgo: el personal de salud y de las fuerzas de seguridad, los docentes, los mayores de 60 años y las personas que tienen entre 18 y 59 años y padecen alguna enfermedad preexistente.
Pero los planes del Gobierno se acomodan a los llamados que llegan de Moscú.
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