Varios diputados nacionales se quedaron con el pasaje de avión para viajar a Buenos Aires y participar esta semana de una posible sesión con varios temas en agenda: la Ley de Sostenibilidad de la Deuda, el nuevo Monotributo y el impulso a la Construcción. Nadie explicó por qué no se concretó la convocatoria a sesión, aunque hay sospechas respecto a la falta de acuerdo sobre el temario y las grietas y diferencias dentro de los bloques, incluso del oficialismo, respecto a varios proyectos. La suspensión de las PASO, un pedido de la mayoría de los gobernadores, recién quedó habilitada el viernes pasado para su tratamiento en Extraordinarias, vía decreto presidencial. Sin embargo las conversaciones en el Congreso no arrancarán sino hasta los primeros días de febrero, es decir a partir de la próxima semana.
En el oficialismo los más cercanos a los mandatarios provinciales esperan avanzar con la revisión del calendario electoral pero coincidieron ante Infobae: “Sin consenso con Buenos Aires no sacamos la suspensión”. Y está claro que en el principal distrito electoral pesan Cristina Fernández de Kirchner y su hijo, el diputado Máximo Kirchner, y ambos quieren habilitar la pelea interna.
A fin del año pasado varios diputados se encolumnaron detrás del tucumano Pablo Yedlin, incluso legisladores de partidos provinciales. El proyecto quedó en modo espera y recién volvió a reactivarse el viernes pasado después de que el presidente Alberto Fernández regresara de su encuentro en Chilecito con los gobernadores del norte grande. Una vez más le hablaron de la inconveniencia de realizar las PASO en el contexto de pandemia.
Sin embargo, en Diputados, por donde arrancará el debate, no parecen compartir el apuro, al menos no la mayoría de los diputados. Sin sesión esta semana ya sólo queda febrero para las Extraordinarias. Un avezado diputado hacía cuentas: más de una veintena de iniciativas esperan su discusión y en el cálculo más optimista no habría más que dos sesiones durante el mes más corto del año que además tiene dos días feriados de carnaval y el inicio de clases apuntado en algunos distritos después de esa fecha.
Los que están alineados con el pedido de los gobernadores esperan que en la primera semana del próximo mes tenga lugar una reunión entre seis gobernadores y los jefes de los bloques parlamentarios. Algunos negocian para que esa reunión sea plural e invitarían a dos opositores como Gerardo Morales (Jujuy) y Gustavo Valdés (Corrientes), dos provinciales como Arabela Carreras (Río Negro) y Oscar Herrara Ahuad (Misiones) y dos oficialistas como Juan Manzur (Tucumán) y Jorge Capitanich (Chaco). Los peronistas representan al ‘albertismo’ y al kirchnerismo más duro como es el caso del chaqueño. Los demás están atentos a la invitación y su postura a favor ya es conocida.
Las negociaciones mientras tanto se dan por fuera del Congreso. Por ejemplo, el gobernador correntino charla la conveniencia o no de mantener las primarias puertas adentro del radicalismo. En Corrientes además se eligen senadores nacionales y gobernador. Al mismo tiempo en el Frente de Todos no son pocos los que buscan distender la relación con La Cámpora que en el 2019 postergó aspiraciones electorales en pos de la unidad. Esta vez la agrupación que dirige el diputado Kirchner quiere dar la pelea interna, especialmente el Buenos Aires, el mayor distrito del país. En busca de ese objetivo él mismo busca presidir el PJ provincial y desplazar del mando a los intendentes a los que llaman ‘barones’ o ‘minigobernadores’.
En Juntos por el Cambio la idea es rechazada especialmente por el PRO y la Coalición Cívica. Algunos radicales no quieren PASO. Desde Mendoza, donde gobierna Rodolfo Suárez, los diputados escuchan atentamente a la porteña Carla Carrizo, cercana a Martín Lousteau, que propone mantener las PASO en los distritos donde hay contienda electoral y cancelarlas allí donde hay consenso para el armado de las listas. En el PJ dicen que una modificación con esas características podría ser considerada “inconstitucional”.
El kirchnerismo duro intenta no agitar los ánimos y si bien hace un mes molestaba la discusión ahora se dice que no es “prioridad”, en línea con los dichos del gobernador bonaerense Axel Kicillof. Eventualmente, arriesgan, sería un debate para después del 1 de marzo, es decir para las sesiones ordinarias lo que dejaría el tratamiento ya muy cercano al inicio del calendario electoral. Cerca de la vicepresidenta Cristina Fernández no opinan ni revelan agenda parlamentaria todavía.
En el Frente de Todos coinciden en que el Presidente incluyó el tema de manera “light” ya que el decreto de ampliación de extraordinarias habla del “calendario electoral” y no de un proyecto específico como el de Yedlin. Por su parte los legisladores cercanos a los gobernadores creen que la postura de mandatarios como Omar Perotti (Santa Fe) o de Juan Schiaretti (Córdoba), hace “ruido” interno, pero se muestran escépticos respecto al peso de todas las provincias frente a Buenos Aires, donde se jugará en parte la posibilidad de arrebatarle bancas a Juntos por el Cambio que arriesga su mejor elección, la del 2017.
También la Ciudad de Buenos Aires se prepara para una PASO en la que el “albertismo” buscará sumar a favor del Presidente. En una cena que tuvo lugar días atrás, los amigos de Alberto Fernández respaldaron una posible candidatura del ministro de Turismo, Matías Lammens. Allí estuvieron Claudio Ferreño (gran amigo del Presidente y su hombre en la Legislatura); Gabriel Fuks (secretario de Articulación Federal de la Seguridad); Héctor Daer, secretario general de la CGT; Antonio Caló, secretario general de la UOM; Carlos Montero, titular de la SIGEN y dos ministros, Claudio Moroni, de Trabajo, y Matías Lammens a quien acompañó el legislador Manuel Socias. Ahí no estuvo todo el peronismo porteño.
Sobre el ex candidato a jefe de Gobierno, los presentes dijeron a Infobae que “es la figura electoral más importante por su capacidad competitiva tras haber obtenido en 2019 el 35% de los votos en la ciudad”. Además, pidieron dejar atrás la idea “de que en la ciudad no se puede”.
Por haberse contagiado de COVID no estuvo el dirigente del Movimiento Evita Emilio Pérsico ni Fernando “Chino” Navarro, del mismo espacio, que se encontraba aislado a la espera de saber si se había contagiado o no.
Meses atrás, el jefe de Estado les pidió evitar las internas y no agruparse como “albertismo”. El grupo insiste en respaldar figuras que acompañen al Presidente. De todos modos en el Congreso, las PASO no están formalmente en la agenda.
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