Alberto Fernández viajará este martes a Chile para llevar adelante la primera visita de Estado del año. Estará dos días en el país vecino, donde mantendrá un encuentro con su par Sebastián Piñera. El objetivo es fortalecer el vínculo con el mandatario chileno y tener un puñado de encuentros con empresarios privados y la CEPAL.
En la delegación oficial que visitará Chile habrá cuatro gobernadores de los once que gobiernan provincias que limitan con Chile. Se subirán al avión, que sale a las 9 de la mañana, Raúl Jalil (Catamarca), Ricardo Quintela (La Rioja), Gustavo Sáenz (Salta) y Sergio Uñac (San Juan).
También viajará la primera dama, Fabiola Yáñez; el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; el ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Felipe Solá; el ministro de Defensa, Agustín Rossi; el ministro de Salud, Ginés González García; el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello; el secretario de Comunicación y Prensa, Juan Pablo Biondi y la asesora presidencial, Cecilia Nicolini.
En la lista no está incluido el gobernador de Mendoza, Rodolfo Suárez, que es la provincia que tiene el paso limítrofe por donde cruzan el 80% del total de personas que pasan de un país a otro. El mandatario de Juntos por el Cambio no fue invitado a formar parte de la delegación y tampoco recibió algún llamado para anunciarle el viaje.
En el gobierno mendocino se enteraron por los medios de comunicación del viaje de Fernández a Chile. Esperaban, una vez anoticiados, que los llamen desde la Casa Rosada para contarles los motivos del viaje y porqué dejaban afuera de la delegación al gobernador de una de las provincias que más vínculos turísticos, económicos y comerciales tiene con Chile. Sin embargo, el llamado nunca llegó.
“Esto es lo que hace el kirchnerismo. Pensábamos que Alberto no era lo mismo, pero terminó siendo igual”, le confesó a Infobae un dirigente de extrema confianza del gobernador, que describió la decisión del gobierno nacional como un “acto de discriminación a Mendoza” y un “desaire a Suárez”. La decisión de Fernández cayó muy mal en Mendoza y la relación con el gobierno radical es cada vez más tirante.
En la provincia cuyana se sorprendieron más con el accionar del ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, que con el del Presidente. Aseguran que hay una buena relación con el ministro y esperaban que tuviera algún tipo de contacto telefónico con Suárez para contarle los pormenores del viaje al que no lo invitaron.
La relación entre el gobierno nacional y el de Mendoza nunca fue buena. En marzo ya había tenido un cortocircuito porque el gobernador radical acusó a la Casa Rosada de centralizar la compra de insumos y respiradores para la pandemia. Así obturó la posibilidad de que cada provincia adquiera el material que quería. En ese momento todos los gobiernos provinciales, con el nacional a la cabeza, intentaban organizarse para enfrentar la pandemia de coronavirus.
Además, Mendoza mantiene una disputa con La Pampa por la construcción de la represa Portezuelo del Viento, donde Alberto Fernández debe laudar para determinar quien tiene razón en la disputa por un negocio millonario que está frenado. En territorio cuyano admiten desde hace tiempo que el Presidente jugará a favor de la provincia que gobierna el peronista Sergio Ziliotto.
A esos dos conflictos se suman las constantes críticas públicas de Alfredo Cornejo al gobierno nacional. El ex gobernador mendocino, que es presidente de la UCR nacional y uno de los líderes del ala más dura de Juntos por el Cambio, cuestionó con dureza al gobierno en la gestión de la pandemia, la decisión de no intervenir en Formosa con el conflicto de los aislados por COVID-19 o la solicitada del kirchnerismo en la que pidieron la libertad del ex vicepresidente Amado Boudou.
En Mendoza sostienen que esa críticas rebotan en el vinculo con el gobierno provincial y que, en definitiva, la decisión no subir al gobernador mendocino al avión que viaja a Chile es consecuencia de una relación que se va deteriorando al ritmo de las críticas de Cornejo, socio político e impulsor de Suárez para llegar a la gobernación.
Desde el Frente Cambia Mendoza, espacio que lidera Cornejo, emitieron un comunicado en el que denuncian “discriminación” de Alberto Fernández a la provincia. “Asombrosamente acompañarán a la comitiva oficial únicamente gobernadores del Frente de Todos, dejando afuera de este primer y trascendental encuentro, entre otras, a la provincia de Mendoza”, indicaron.
En el texto especificaron que la provincia “sufre desde el inicio de la gestión una encarnizada discriminación, tanto en el reparto de fondos -siendo la provincia que menos recursos recibe por habitante- o en la obstaculización y traba de obras señeras y emblemáticas para el desarrollo económico, turístico y energético, como Portezuelo del Viento”.
“Ahora incurre a una nueva discriminación en esta visita a Chile, con quien nuestra provincia mantiene una relación estratégica desde hace muchos años por ser -entre varias cosas- limítrofe y contar con el principal paso internacional que une a ambos países, vital para el desarrollo e intercambio económico y social de ambas naciones”, explicaron.
En el frente político dicen que “no hay excusas ni justificaciones válidas” para explicar la decisión del Gobierno de no invitar a Suárez. Además, sostienen que “no se partidizan las relaciones internacionales” y que desde la Casa Rosada “castigan” a la provincia. La nota lleva la firma de los diputados nacionales Alfredo Cornejo, Claudia Najul, Luis Petri, Omar de Marchi, Jimena Latorre y Federico Zamarbide; y de los senadores Julio Cobos y Pamela Verasay.
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