Las relaciones entre el presidente Alberto Fernández y su par brasileño Jair Bolsonaro se siguen estrechando. Así lo demuestra la cena que compartieron este viernes en la residencia de Olivos el jefe de Estado argentino y el almirante Flavio Viana Rocha, Secretario de Asuntos Estratégicos de Brasil, quien hizo una visita a nuestro país con el objetivo de afianzar los vínculos bilaterales.
Mientras degustaba empanadas como aperitivo del asado posterior, Viana Rocha le entregó a Alberto Fernández una camiseta de fútbol con el número 10 del club Palmeiras y con el nombre Alberto estampado en la espalda y una carta manuscrita del mandatario brasileño. Según trascendió, ambos charlaron durante dos horas y media y hubo coincidencias en la “necesidad de dejar atrás los desencuentros para fortalecer a la región mirando hacia adelante”.
En el encuentro, que comenzó alrededor de las 21 horas, también participaron el secretario de Asuntos Estratégicos de Argentina, Gustavo Beliz y los respectivos embajadores de los dos países, Daniel Scioli y Reinaldo Salgado. Beliz y Scioli jugaron un rol clave en la concreción de la visita de Viana Rocha, el político de más alto rango que vino a la Argentina durante estos poco más de 13 meses de gobierno de Alberto Fernández.
El jueves, el militar brasileño de 58 años, que es muy cercano a Bolsonaro, se había reunido en la Casa Rosada con Beliz y también con los ministros de Economía, Martín Guzmán, y de Defensa, Agustín Rossi. Después también hubo un encuentro con el canciller Felipe Solá. Abordaron diferentes temas como la posible compra de vehículos blindados Guaraní 6x6 que fabrica la empresa Iveco en Minas Gerais, el funcionamiento del Mercosur y otras cuestiones bilaterales.
Ese mismo día por la noche, Scioli agasajó al visitante con una cena en su casa del country La Ñata, en el partido de Tigre. Allí concurrieron varios empresarios importantes y otros funcionarios con contactos en Brasil como el secretario de Industria, Ariel Schale, el jefe de Gabinete de la Cancillería, Guillermo Justo Chaves, y Jorge Neme, secretario de Relaciones Económicas del mismo ministerio.
El rol de Viana Rocha es vital para Jair Bolsonaro. Se transformó en su mano derecha y tuvo participación directa en la conversación vía teleconferencia que el presidente del Brasil mantuvo con Alberto Fernández el 30 de noviembre. También ayudó en las negociaciones en las que Brasil garantizó las exportaciones de 6 millones de toneladas de trigo al vecino país, luego de las inquietudes que había planteado Scioli sobre este tema, porque los brasileños pretenden abastecerse en otros mercados por fuera del Mercosur. A Rocha también se le atribuye la intervención para que Brasil exporte a nuestro país 1,5 millones de dosis de Midazolam, una droga que se usa como inductor del sueño en los respiradores de pacientes con COVID-19, durante los tiempos más difíciles de la pandemia. El país vecino tenía cerradas las exportaciones de esa medicación hasta el momento.
Viana Rocha llegó a su cargo actual el 14 de febrero de 2020, tras haberse desempeñado como Comandante del Distrito Naval número 1 de Río de Janeiro. Trabó amistad desde que era asesor parlamentario de la Marina en la Cámara de Diputados en 2002 con Bolsonaro, que por entonces ocupaba su banca como diputado federal. Cuando el presidente brasileño lo designó en su actual cargo fue porque decidió por decreto que la SAE (Secretaría de Asuntos Estratégicos) pasara a ser un órgano asesor directo del primer mandatario. Entre sus competencias figuran identificar riesgos y amenazas a la integridad y a los intereses nacionales y la promoción de acciones dirigidas a una mayor inserción internacional del país.
El jueves, tras el encuentro que se produjo en la Rosada, Scioli había dicho que un encuentro cara a cara entre ambos presidentes era una posibilidad que “se estaba trabajando”. Esa reunión podría concretarse en marzo.
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