Gabriela Neme y Celeste Ruiz Díaz, las concejalas que habían denunciado al gobernador Gildo Insfrán por las condiciones inhumanas en los centros de aislamiento en Formosa, contaron que las tuvieron esposadas en celdas separadas e incomunicadas durante dos horas en la Comisaría Primera y que le negaron el derecho de llamar a un abogado.
“Armaron un circo policial. Eramos 15 personas protestando y 40 personas policías con 7 camionetas, como si fuese un motín cuando en realidad eran familiares que esperaban información de lo que iba pasar con sus parientes”, precisó Ruiz Díaz a Radio Mitre, al explicar cómo fue que la encarcelaron junto a su colega.
Neme, por su parte, contó que a pesar que las acusan de “instigación pública”; ellas son conscientes de que la detuvieron por denunciar a Insfrán por privación ilegítima de la libertad. “Como ven en las imágenes yo estaba contra la pared y me querían correr. ¿Desde cuando está prohibido salir a la calle? Y ahí me llevan por resistencia a la autoridad y violacion al artículo 205, que es la frutilla del postre. Soy abogada y estaba ejerciendo mi profesión”, explicó la concejala en TN, visiblemente indignada porque “ni el Colegio de Abogados de Formosa, ni la Secretaría de DD.HH ni la Defensoría del Pueblo dijeron nada”.
“Todo esto pasa por las decisiones políticas de Insfrán. La política sanitaria de la provincia es una decisión del gobernador. Los formoseños estamos acostumbrados a ver situaciones de violación a los DDHH. Estamos hablando de una las provincias más pobres del país, con los índices más altos de analfabetismo y mortalidad infantil”, sentenció Ruíz Díaz.
Al momento de recordar cómo se produjo la detención, Neme relató que todo se inició cuando familiares de los aislados se empezaron a convocar espontáneamente en la puerta de la Escuela N° 18 de Formosa para pedir explicaciones de sobre la situación de sus parientes. “Fuimos 5 y después llegamos a ser 30. Hay personas alojadas en un centro de aislamiento pero yo les digo centro de hacinamiento y contagio ya que llevaban 22 días 22 y hay personas que tienen 3 PCR negativos”, aseveró Neme
Y agregó: “Nuestras escuelas están siendo centros de detenciones porque no pueden salir a un patio y cuando la familia lleva comida, la policía los requisa. Están con las ventanas bloqueadas y las puertas con candado. Hay 9 niños que no tuvieron la atención de un pediatra a pesar que lo pidieron y hasta había una mujer depresiva que se quería quitar la vida. Por eso me apersoné”, denunció Nene al ser entrevistada por TN.
Ruiz Diaz y Nene sostienen que su protesta era pacífica - “no estábamos con palo o tirando piedras”, dijo Neme- y que estaban frente al portón de la escuela golpeando la reja para que alguien saliera a dar las explicaciones pertinentes. “Solo nos hicimos presentes para acompañar a esas familias”, aseveró la concejala Ruiz Díaz.
“Hay violación a los DD.HH en estos centros, hacinamiendo, falta de higiene y salubridad. No hay suficiente personal de salud mental para atender las crisis de las personas, la calidad de la comida es mala y las raciones son bajas. Parece una cárcel. A la noche les cierran las puertas con candados y no los dejan salir al patio”, describió Ruiz Díaz, al señalar que en esos lugares “se mezclan personas contagiadas con otra que no lo están o que están esperando su PCR”.
Luego de que el hecho se conociera a nivel nacional, “el Ministerio de Salud les prometió a los familiares que el sábado van a salir todos”, contaron las mujeres. Incluso, Nene enfatizó que desde el gobierno de Insfrán “les pidieron que firmaran un documento para que dijeran que nunca me habían llamado y la gente no lo hizo, por suerte no me dejaron sola”.
“Lo que pasó es muy grave pero Insfrán no acepta las críticas. En el gobierno perdieron el norte”, se lamentó Neme pero destacó que en este último tiempo el pueblo formoseño “se está despertando”.
“La gente les está perdiendo el miedo y el respeto. Está decidida a no callarse más. El pueblo se despertó de la opresión y la sumisión”, indicó Neme y puso como ejemplo que “lo de ayer fue un hecho histórico”. Y así lo explicó: “Se autoconvocaron en la puerta de la comisaría para pedir mi libertad con carteles improvisados. El pueblo se está despertando porque quiere ser digno y libre”.
Desde los primeros días del año, cuando la ciudad de Formosa –además de otras localidades de la provincia– volvió a Fase 1, las fuerzas de seguridad siguen un estricto protocolo por el que no se permite ningún tipo de aglomeración de personas o manifestación en la vía pública.
Por esta situación llegó a haber casi 9 mil formoseños varados en todo el país, a quienes se les impedía ingresar a la provincia y tuvieron que recurrir hasta la Corte Suprema, quien falló a su favor, para hacer valer sus derechos.
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