El Gobierno Nacional y el grueso de los gobernadores mantienen la postura para que este año haya clases de manera presencial. Más allá de las diferencias políticas, hay consenso para el regreso a las aulas de manera mixta, respetando los protocolos y manteniendo el distanciamiento social como principales medidas para evitar nuevos contagios. Sin embargo, en la Ciudad de Buenos Aires -el primer distrito que iniciará el ciclo lectivo 2021-, los gremios docentes rechazaron el regreso a las aulas y amenazaron con un paro. El vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, cuestionó lo sucedido y respondió: “Con los chicos, no”.
“¿Por qué en la Argentina siempre discutimos el ‘por qué no’, en vez de discutir ‘cómo hacemos para que si’? Necesitamos sentarnos en una mesa y decir ‘¿Cómo hacemos para que sucedan las cosas?´”, preguntó Santilli tras la reacción de los sindicatos docentes que criticaron el plan del Ejecutivo porteño “Primero la escuela” que presentó Horacio Rodríguez Larreta este jueves. Ademys, uno de los gremios más combativos, definió la medida como un “plan criminal” y que, en consecuencia, no descartan “tomar medidas de fuerza”.
En diálogo con Todo Noticias, el vicejefe de Gobierno de la Ciudad reflexionó que el 2020 fue un año que “nos afectó a todos, a la humanidad entera, a los países de primer mundo, a los que están un poco peor”, pero que los demás países buscaron cómo volver a clases. Y contrastó que si bien “fue un año muy duro para la comunidad educativa”, al día de hoy la mayoría de las actividades se encuentran funcionando y que incluso los trabajadores esenciales “pusieron el cuerpo desde el día uno″.
“Pasado un año tenes una situación educativa donde los análisis reflejan que no es lo mismo la educación presencial que la educación a distancia. A pesar del esfuerzo de los docentes no alcanza, necesitamos empezar las clases”, enfatizó Santilli y advirtió: “No vaya a ser cosa que salgamos de una pandemia sanitaria que nos costó vidas, economía, trabajo de la gente y entremos en una pandemia educativa”.
También reafirmó que las clases en la Ciudad comenzarán el próximo 17 de febrero. “La regla debe ser la presencialidad; sino cómo miramos a la cara a los médicos, a los trabajadores de la salud, a los policías, que pusieron el cuerpo y arriesgan su vida”. No obstante aclaró que “si hay una situación epidemiológica que no lo permita, hay que hacer lo que hace el mundo: 15 días, 30 días, pero no siete meses”.
Además de los sindicatos de la educación, los metrodelegados se sumaron al rechazo de la vuelta a clases. El secretario general, Roberto Pianelli, habló tras el anuncio de Larreta y advirtió que “habilitar el subte en medio de la segunda ola sería criminal”.
Por otro lado, Santilli consideró que entre docentes “hay dudas válidas” sobre la vuelta a la presencialidad en las aulas. Sin embargo, volvió a hacer hincapié en que “de una vez por todas en nuestro país, con todas las diferencias que haya, con puntos de vista distintos, con visiones políticas distintas, tenemos que sentarnos en una mesa y terminar con esto porque está en juego la educación de los chicos, los papás y las mamás que tienen que salir a trabajar, los docentes que quieren volver a su vocación y lo hacen con todo el amor del mundo”.
A su vez, planteó diferencias entre la postura de la cúpula sindical y los maestros: “Creo que la mayoría de los docentes quiere volver a clase”. “No se por qué hacen esto”, lamentó. Consultado al respecto si la posición de los gremios es solo para oponerse a la gestión de Larreta, respondió: “Es una lástima, si están haciendo política, la están haciendo con los chicos”. “Con los chicos, no, trabajemos en conjunto”, concluyó el funcionario porteño.
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