El peronismo entre las ruinas: el terremoto y la reconstrucción de San Juan es un libro ineludible entre los estudiosos del peronismo original. Escrito por Mark Healey, esta “biografía política del terremoto de San Juan” se enfoca en explicar la estrategia del por entonces vicepresidente Juan Domingo Perón por instalar la respuesta solidaria del Estado frente a la tragedia que dejó al 80% de los edificios de la capital sanjuanina derrrumbados y más de 9000 víctimas fatales. Ese episodio que significó un antes y después en la historia de la Argentina, provocó el encuentro entre Perón y María Eva Duarte, por entonces una actriz poco conocida. “A partir de entonces, Perón se transformó en un líder definitivo”, dijo el académico alemán de la Universidad de Connecticut, que habla perfectamente el español y durante años vivió en la Argentina , investigando en Mendoza -incluso- la política de distribución de distribución del agua. Por eso las repercusiones de ese movimiento telúrico que se produjo hace 77 años, el 15 de enero de 1944, llegan hasta hoy, sobre todo entre los peronistas, siempre ansiosos por mostrar fidelidad con ese relato original, como ayer mismo hizo el presidente Alberto Fernández al recorrer las áreas afectadas por el sismo. Aquí el diálogo que Healey mantuvo anoche con Infobae.
- ¿Por qué asegura que el que la historia argentina, a partir del terremoto de San Juan, cambió para siempre?
- El cambio que representó para San Juan es simple: el terremoto destruyó la ciudad totalmente, dejando miles de muertos y casi cien mil personas sin hogar. La ciudad y la provincia fueron reconstruidas y, después, tendrán otra fisonomía, desde los edificios hasta los derechos y las posibilidades de vida. Un lugar que había sido centro de grandes tempestades políticas tendrá, pasados algunos años, un futuro mucho más estable. Esos cambios, por otro lado, fueron la base de la gran transformación de la Nación que produjo el peronismo, que de verdad empezó con esas ruinas. Fue en la ayuda a las víctimas, en la interna que se generó a partir de eso dentro del gobierno militar, y en las visiones ambiciosas para reconstruir la Ciudad y transformar el país que Perón nació como figura política nacional. Si bien sus bases políticas y muchas de sus grandes peleas y proyectos estarían en otra parte, este fue el momento en que una figura crucial, pero relativamente oculta en el gobierno militar, saltó al primer plano.
- En relación a Eva, nos aclara por favor cuál fue exactamente su rol. ¿Quién era ella en ese momento?
En ese momento era una estrella menor, pero en ascenso, tanto en la radio como en el cine. Poco después del terremoto, Perón lanzó una colecta para las víctimas desde la Secretaría de Trabajo y Previsión y convocó a figuras de esos medios para participar. Ella se sumó, ayudó a recolectar fondos en el centro de Buenos Aires, y la noche del 22 de enero, una semana después del desastre, asistió al gran concierto para las víctimas que había organizado Perón en el Luna Park. No fue figura central en el concierto, pero esa noche conoció a Perón, se produjo el comienzo de una relación que sería central en la historia argentina.
- ¿Cuál fue la intuición de Perón en relación a la importancia de los medios y de la comunicación en ese entonces?
- Percibió claramente cómo los medios se habían vuelto centrales para la política y la vida social. Desde el día después del sismo, su voz estuvo en la radio y de una manera bastante distintas al por entonces presidente Ramírez. Consoló víctimas, llamó a la acción, usó los medios para construir un proyecto nacional. Lo notable es que Perón construyó su figura nacional con la colecta, a través de los medios, y sin haber nunca a San Juan, porque sus rivales en el gobierno militar no se lo permitieron. El que estuvo en San Juan es, justamente, Ramírez, quien tuvo que soportar una réplica del sismo mientras hablaba. Pero no pudieron frenar la colecta, los discursos y el acercamiento a los periodistas y los medios, que fueron claves para forjar un futuro distinto para el país.
- Usted conoce mucho San Juan y también Mendoza, dos provincias conmovidas por la falta de agua y los desastres de la naturaleza. ¿Podría decir que tienen un carácter distinto al resto de las provincias argentinas?
Los sanjuaninos ponen tanto énfasis en distinguirse de los mendocinos, como del resto del país, así que no sé si existe una “identidad cuyana”. Pero no cabe duda que la escasez del agua y la solidez de las instituciones para distribuirla, así como las riquezas y las miserias del cultivo de la vida, han marcado mucho la estructura social, la vida política y el modo de ser de ambas provincias.
- ¿Es comparable la situación de hoy con la de entonces en relación a la influencia de los medios? Quiero decir, ¿un fenómeno como un gran terremoto puede aún producir un antes y después como sucedió en 1944?
Creo que el ejemplo de Chile o, más fuerte aún, de Haití después de respectivos terremotos de 2010 nos muestran que sí, que pueden ser momentos cruciales los grandes desastres que producen crisis social y política, aún en un caso como el chileno, donde la pérdida de vida fue mucho menor que enel pasado. Los grandes desastres son momentos que replantean la vida política y los lazos sociales, como todos hemos visto -en otro sentido- con el coronavirus. Y son momentos que forzosamente demandan la intervención de la sociedad civil y del estado, lo cual siempre abre la posibilidad de fracaso como la oportunidad de transformación.
- ¿Diría que el presidente Alberto Fernández buscó emular a ese Perón del 44 al viajar a San Juan?
- El intento de emular a Perón está siempre en la Argentina, claro. Definitivamente, Fernández buscó emular a Perón en representar la Nación en ayuda a la provincia herida. En eso, sus palabras son casi calcadas a las que dijo Perón en 1944, lo que habría hecho cualquier otro líder mediamente sensato, vale aclarar.
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