Los gobernadores del Norte Grande reunidos en Chilecito insistieron ante el presidente Alberto Fernández con la necesidad de suspender las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) e hicieron trascender -a través de voceros oficiales- que “hay un fuerte consenso” al respecto.
La posición de los mandatarios provinciales de Raúl Jalil (Catamarca), Jorge Capitanich (Chaco), Gildo Insfrán (Formosa), Ricardo Quintela (La Rioja) y Juan Manzur (Tucumán), todos oficialistas, junto a los opositores Gerardo Morales (Jujuy) y Gustavo Valdés (Corrientes), es coincidente al respecto. Se trata de un abierto desafío a La Cámpora
La agrupación que lidera el presidente del bloque Frente de Todos en la Cámara de Diputados, Máximo Kirchner, necesita las PASO para posicionar sus propios candidatos en todas las provincias pero, sobre todo, en Buenos Aires, el distrito más grande del país y donde la organización ultra K concentra sus mayores expectativas de consolidación y avance político; más que nada en el conurbano bonaerense, donde el kirchnerismo tiene mayor respaldo a pesar de que gobierna solo en Quilmes.
Es que las primarias son un estorbo para los oficialismos, sin importar el signo político. En cambio, benefician a la oposición, o sea a Juntos por el Cambio en la mayoría de las provincias, pero también a La Cámpora, que es la fuerza hegemónica en el peronismo, aunque no es lo que se refleja en la enorme mayoría de los distritos.
En el encuentro que se desarrolló desde las 9 de la mañana hasta el mediodía en Chilecito, designada capital alterna riojana por el Ejecutivo nacional, también estuvieron presentes el vicegobernador de la provincia de Misiones, Carlos Arce, y de Santiago del Estero, José Emilio Neder.
Por el Gobierno nacional estuvieron el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y los ministros de Interior, Eduardo “Wado” de Pedro y de Defensa, Agustín Rossi, además del titular del Consejo Federal de Inversión, Ignacio Lamothe. Otros ministros que estuvieron ayer en Chilecito volvieron hoy a Buenos Aires, ya que el encuentro de esta mañana fue dedicado exclusivamente a la discusión política y a la inversión en infraestructura en la región, de cara a las elecciones de medio término.
Concluida la reunión de gobernadores del Norte Grande, Alberto Fernández volvió a Buenos Aires, mientras que Cafiero y De Pedro se quedaron a visitar el futuro hospital de Chilecito que se contruye con el aporte del Fondo Fiduciario Federal de Infraestructura Federal (FFFIR), del Ministerio del Interior, entidad conducida por Silvina Batakis, también secretaria de Provincias.
“El norte no es ese norte inviable del que algunos hablan, es un norte maravilloso que tiene infinita riqueza”, dijo el Presidente al abrir la reunión con los gobernadores. Puntualizó que “lo que tenemos que hacer es darle la oportunidad para que compitan y hagan el mérito de crecer, porque no es verdad que sea fácil crecer si no les damos la oportunidad desde el Gobierno central”. Y agregó: “Cuando el 10 de diciembre dije que mi deber era poner primero a los últimos, también hablaba de este norte, el norte olvidado, abandonado”.
Además de las PASO, los gobernadores debatieron sobre el costo del transporte en el interior y la necesidad de subsidios y del precio diferencial de la energía para el norte. “Son quienes más consumen y más cara la pagan”, resaltó uno de los gobernadores que tomaron la palabra.
Por otro lado, también hubo coincidencias en que se reduzcan los aportes patronales para nuevos empleos, como forma de recuperar los 65 mil empleos perdidos en las provincias del NEA y el NOA. Por su lado, el titular del CFI explicó la agenda de infraestructura para concretar el corredor bioceánico norte con un programa de obras de carácter estratégico, según la información que trascendió de voceros oficiales.
Anoche también hubo una cena política bastante chica. Mientras la mayoría de la comitiva presidencial se retiraba a sus habitaciones, en el restaurante del hotel MAC Royal comieron el Presidente, el ministro De Pedro y Quintela de la que trascendió muy poca información.
En principio, se descuenta que hablaron de un asunto de especial interés para el equilibrio del Frente de Todos como es la designación de Fernández como presidente del Partido Justicialista nacional, para la que un funcionario de Quintela presentó 17.000 avales, de acuerdo a la normativa que rige en los estatutos partidarios. En paralelo, el diputado Kirchner debería asumir la presidencia del PJ bonaerense.
El encargado del trámite en el PJ nacional fue Armando Molina, secretario de la gobernación riojana, el más político de los funcionarios de Quintela. El Gobernador a su vez, mantiene un sólido vínculo con el Presidente, vital para la provincia en todo momento, pero más que nada en tiempos de pandemia, ya que La Rioja tiene los más altos índices de letalidad por COVID-19 y un sistema sanitario particularmente endeble, por años de desidia.
Este año, en La Rioja se eligen diputados nacionales y diputados provinciales, una elección que no será sencilla para el Frente de Todos si la opositora coalición Juntos por el Cambio logra superar las diferencias entre peronistas disidentes y radicales, y va unida.
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