Después de que la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) oficializara que la vacuna rusa Sputnik V puede ser aplicada a mayores de 60 años, el ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Daniel Gollán, de 65 años, recibió este miércoles la primera dosis del inoculante contra el coronavirus, en el Hospital Provincial San Juan de Dios de La Plata.
De esta manera, se convirtió en el primer argentino mayor de 60 años en aplicarse la Sputnik V. Una vez vacunado, publicó un mensaje a través de su cuenta oficial en Twitter: “Hoy me vacuné con la misma esperanza de millones de argentinos que queremos el fin de la pandemia y sabemos que este es el camino”.
Además de Gollán, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, recibió la segunda dosis del inoculante ruso, a 21 días de recibir la primera, al igual que el viceministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak.
“Hemos reservado las dosis para el personal de salud que no había podido vacunarse y ahora, con la llegada de un lote mayor de vacunas, podemos avanzar con los adultos mayores, aquellos que tengan enfermedades preexistentes, los miembros de las fuerzas de seguridad y la comunidad educativa”, señaló Kicillof después de recibir la vacuna.
Además, detalló que durante la primera etapa del plan de vacunación se ha aplicado el inoculante a “94 mil trabajadores y trabajadoras de terapias intensivas y laboratorios en 169 centros de salud de los 135 municipios de la provincia”. Y precisó que para la campaña bonaerense se sumarán 250 escuelas como centros de vacunación, y esperan alcanzar a un millón y medio de personas inmunizadas en febrero.
Los trabajadores de la salud de la provincia de Buenos Aires, los mismos que comenzaron a inmunizarse a partir del 29 de diciembre pasado, comienzan a recibir la segunda dosis de la vacuna. Al igual que en esa primera etapa, la nueva partida de inoculantes cuenta con 123.000 dosis de la Sputnik V.
En ese sentido, Gollán señaló: “Si nos seguimos cuidando, con la vacuna podremos reducir la circulación viral y en el segundo semestre ya habremos protegido a los sectores más vulnerables. Tenemos el desafío de vacunar a millones de bonaerenses y estamos trabajando junto a los intendentes para asistir a quienes necesiten ayuda en el proceso de inscripción digital”.
Después de los funcionarios fueron inmunizadas la directora ejecutiva del Hospital San Juan de Dios, Noemí Logiurato, la enfermera Juliana Torquati, la trabajadora de limpieza Alejandra Littieri y la infectóloga Melisa Solari.
Este miércoles el gobierno nacional oficializó que la vacuna rusa Sputnik V puede ser aplicada a mayores de 60 años, en base a una recomendación de la ANMAT.
La Casa Rosada había recibido un dossier enviado desde Moscú, que fue traducido y analizado en tiempo récord, en el que se garantizaba la efectividad del medicamento desarrollado por el Instituto Gamaleya. “Se encuentra en un margen aceptable la seguridad, inmunogenicidad y eficacia”, sostiene la ANMAT en su informe, que habilita al Ministerio de Salud a emitir una resolución oficial que autorizará oficialmente la aplicación de Sputnik V en el principal grupo de riesgo de la Argentina: alrededor de 7.400.000 adultos que están a merced del COVID-19. Incluido el Presidente.
La definición se esperaba para algún día de esta semana, según había averiguado Infobae con altas fuentes de Gobierno luego de que el sábado llegara desde Moscú un documento de más de 200 páginas avalando la eficacia y seguridad de la vacuna producida por el Centro Nacional de Epidemiología y Microbiología de Gamaleya en personas de esa edad.
Tras la autorización de la ANMAT, las vacunas empiezan a aplicarse a mayores de 60 años y residentes de geriátricos junto al resto de trabajadores de la salud y de las fuerzas de seguridad de todo el país. Luego se avanzará con los docentes, aunque desde el Ministerio de Educación de la Nación remarcaron que el inicio del ciclo lectivo no estará supeditado a la vacunación de los maestros.
Las autorizaciones con carácter de emergencia –como la que se había otorgado en diciembre a la formulación– que reciben los tratamientos y las vacunas contra el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 se definen dentro del marco del tiempo pandémico que el mundo lleva adelante hace casi 12 meses.
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