La pandemia puso en pausa la vida por un puñado de meses y modificó una agenda de trabajo que el Gobierno ya tenía estipulada en el arranque del 2020. Dentro de los principales objetivos que tenía la gestión de Alberto Fernández estaba la puesta en marcha de un plan de modernización del transporte. Un proyecto encabezado por el ministro que está a cargo del área, Mario Meoni, y que pudo aplicarse a medias durante el año pasado porque gran parte de los fondos fueron destinados para sostener empresas del sector y mantener la subvención estatal en las tarifas.
Si bien el foco de la gestión está puesto sobre las variables sanitarias, debido a la llegada de una segunda ola de contagios de coronavirus, en la Casa Rosada apuntan a avanzar con proyectos que ya tienen una parte de la financiación y que pueden empezar a ejecutarse. El ministerio de Transporte tiene múltiples frentes abiertos en diferentes áreas y trazó una proyección de las obras que puede hacer en los tres años que le quedan a la gestión del Frente de Todos. Algunas ya están empezadas y otras comenzarán este año.
En materia de transporte aéreo la inversión proyectada es de $35.250 millones más USD 117 millones. Las mejoras se verán reflejadas en 37 aeropuertos del país. Con ese dinero planean remodelar 14 aeropuertos, instalar nuevos sistemas de balizamiento, mejorar los mobiliarios de las terminales de pasajeros, realizar obras de mantenimiento y adecuación de la tecnología en 8 torres de control, además de la construcción de 5 nuevas; extender la iluminación en 12 aeropuertos y refaccionar estacionamientos.
Tienen planeado construir un nuevo hangar de mantenimiento para los aviones que operan en Aeroparque, nuevas estaciones meteorológicas y un edificio nuevo para el Servicio de Salvamento y Extinción de Incendios en el aeropuerto de San Fernando. Una de las obras más importantes, debido a la utilización que se le da, es la extensión y ensanchamiento en la pista de aterrizaje del Aeroparque. La obra ya está en marcha y se terminará de concretar en febrero.
En lo que respecta a la inversión en tecnología, está en proceso la modernización del sistema de aterrizaje instrumental (ILS) en los aeropuertos de Ezeiza, Córdoba, Posadas, Resistencia, Corrientes, Esquel, Ushuaia, Bariloche y Santa Rosa. También en el Aeroparque Jorge Newbery. A futuro proyectan instalar un sistema para mejorar el monitoreo de las comunicaciones radiales y telefónicas (Voice Switching) en Ezeiza y sumar en Aeroparque un sistema automático de medición meteorológica (AWOS).
En el área ferroviaria la inversión estimada es de $26 mil millones y, según proyectan, generará 16 mil puestos de trabajo. El cronograma diseñado consta de la construcción de 23 pasos bajo nivel, 10 pasos a nivel, 2 viaductos viales, 1 viaducto ferroviario y 6 estaciones de tren nuevas. También la renovación de vías y señalamiento en dos líneas, y el mejoramiento edilicio en 55 estaciones y en sus alrededores. Esas mejoras implican la incorporación de cámaras de seguridad, señalización e iluminación en las inmediaciones. Además está en agenda la instalación del sistema de frenado automático en 7 líneas.
De 100 pasos bajo nivel que están proyectados, 30 ya están en construcción. Todos luego de firmar convenios con los intendentes de los distritos donde se realizaron.
En el ministerio quieren avanzar con la construcción de los paso bajo nivel. Si se mejoran las vías y se optimiza el tiempo de viaje debido a la fluidez del trayecto, entonces el servicio será mejor. La gente tardará algunos minutos menos en llegar a destino. En definitiva, el tiempo ganado es lo que puede generar una mejor impresión de la sociedad sobre la gestión.
Uno de los temas en los que Meoni está más enfocado es la recuperación de los trenes de carga, debido a que considera que el sistema quedó en el abandono y es clave que los cereales, frutas o cultivos que se producen en el norte o sur del país puedan llegar con rapidez, y en condiciones sanitarias, a los principales puertos. Eso implica, por ejemplo, que haya formaciones que puedan llevar frutas o verduras refrigeradas hasta las terminales portuarias en forma directa.
Para el transporte ferroviario de carga la inversión estimada es de $600 millones y USD 4.905 millones. La cantidad de kilómetros de vías que pretenden renovar o mejorar son 4.242. Esas obras serán ejecutadas en Jujuy, Salta, Tucumán, Chaco, Santa Fe, Córdoba, San Luis, Mendoza, La Pampa, Río Negro, Neuquén y Buenos Aires.
En el plan que tiene estipulado el Gobierno está el mejoramiento de vías y la incorporación de nuevo equipamiento en el Belgrano Cargas, la renovación de 870 kilómetros de vías para el normal funcionamiento del tren Norpatagónico y la renovación de 1813 kilómetros de vía del San Martín Cargas. También aparece en proyecto la construcción de dos nodos logísticos multimodales de carga en General Güemes (Salta) y Cevil Pozo (Tucumán), y la edificación de un nodo logístico en Río Grande, Tierra del Fuego.
En lo que respecta a la inversión en el área de transporte automotor, es decir en los colectivos, la suma proyectada es de $8.500 millones. El eje de las obras está puesto en la renovación de terminales en 17 provincias. Por el momento se construyeron solo 3 de las 50 terminales que están estipuladas. Esas tres obras se hicieron en Chubut, La Pampa y Entre Ríos.
En la misma área le propondrán a las empresas de sector subsidiar una tasa de créditos más baja para que puedan cambiar los colectivos que funcionan con diesel, por otros que utilicen GNC u otro tipo de energías menos contaminantes. La unidades deben ser cambiadas cada 10 años, en cada renovación el Gobierno quiere que queden en camino las que utilizan combustible.
Otro de los focos más importantes del plan de gobierno es la inversión para la modernización del funcionamiento de los puertos. En la agenda del ministerio de Transporte hay obras estimadas en 8 puertos que se harán con una inversión total de $1.100 millones y USD 230 millones, que incluyen la compra de grúas móviles para el Puerto de Posadas, asistencia al puerto de San Pedro para recuperar la capacidad operativa del muelle cabecera; y la asistencia económica para ampliar en un 20% el muelle comercial de puerto de Ushuaia.
Por otra parte, en el contexto de la pandemia, que aún está vigente, el Gobierno aumentará un fondo compensatorio para el transporte público en el interior del país. En el 2020 la asistencia fue de $16.500 millones, mientras que en el 2021 será de $20.500 millones. Una suma millonaria que alivia las arcas provinciales, ya que parte del subsidio corre por cuenta de los gobiernos de cada provincia.
La financiación para el proyecto de modernización saldrá de tres lugares distintos: los fondos del tesoro, los montos del presupuesto nacional destinados al ministerio y créditos internacionales, a través del BID, la CAF y los créditos chinos. Meoni pretende poder avanzar este año con un plan de ejecución ambicioso, debido a que el año pasado la pandemia dio vuelta todos los planes.
Entre todos los frentes abiertos, uno de los que más le preocupa es el del transporte aéreo. Quiere progresar con la compra de radares y la construcción de torres de control. Asume que es necesario, con urgencia, mejorar la seguridad de los viajes en avión y las condiciones de los aeropuertos del interior. Allí estará uno de los principales desafíos de la gestión.
Sin embargo, sabe que la principal preocupación de Alberto Fernández es otra. El Presidente se fastidia cada vez que la televisión y los portales de noticias muestran imágenes de los tres repletos de gente. Un problema histórico anclado en la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense. La mejora del servicio ferroviario es una de las urgencias del país. Meoni lo tiene en claro. Por eso apuesta a multiplicar los paso bajo nivel y mejorar las vías para optimizar el tiempo. Menos tiempo de viaje, más frecuencias de servicios, menos cantidad de gente aglomerada.
En el plano político, el ministro de Transporte no está preocupado por el recambio de Gabinete que se avecina, una modificación en el esquema de gobierno que se asume con naturalidad en la Casa Rosada. Cree que estuvo a la altura de las circunstancias y que Santiago Cafiero no lo llamará para avisarle que deje su cargo. Hay nombres que ya están en una lista por sus errores de gestión. Meoni no aparece.
El ministro no se mete en el barro de la política, ha decidido apostarse bajo el techo de la gestión. Ahí se siente cómodo. Para tener su puesto asegurado por tres años más, debe mostrar resultados. El proyecto ya lo tiene. Ahora debe esperar que las condiciones sanitarias lo dejen avanzar. Si así no sucediera, deberá reinventar el plan de acción y gestionar en paralelo a la pandemia.
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