La empresa estatal Aguas y Saneamiento (AySA) informó que, tras un año de negociaciones, alcanzó un acuerdo con el Jockey Club de San Isidro para que la entidad hípica regularice una importante deuda, estimada en algo más de 100 millones de pesos.
Lo dispuesto le permitió a AySA recuperar el 100% del capital adeudado por la entidad y adicionalmente facturar y cobrar $72,4 millones en concepto de recargos e intereses, precisó en un comunicado la compañía que conduce Malena Galmarini.
El Jockey Club de San Isidro cuenta con varios predios con una superficie total de 300 hectáreas, en los que funcionan un hipódromo, un campo de golf, un restaurantes y otras actividades. Las autoridades del lugar pagaron regularmente las boletas de agua hasta 2016, cuando la Comisión Directiva decidió dejar de abonar las tarifas que el Gobierno había empezado a actualizar.
Hacia fines de 2019, los propietarios del establecimiento se pusieron en contacto con los representantes de AySA con la intención de tramitar la factibilidad de un nuevo servicio, lo que generó un primer acuerdo -que no llegó a firmarse- para cancelar la deuda por un monto mucho menor.
Con el conflicto ya judicializado, la empresa estatal le ofreció al club al menos cinco alternativas de pago que fueron rechazas sucesivamente por las autoridades del establecimiento, quienes aseguraron tener una situación económico-financiera precaria.
A través de un comunicado, la compañía detalló este jueves que, luego de una reunión realizada a fines del año pasado entre Malena Galmarini, el presidente del Jockey Club, Miguel Crotto Sojo, y Diego Quiroga, secretario general de la Asociación Personal de Hipódromos, Agencias, Apuestas y Afines (Aphara), entre otros, la selecta entidad “se avino a pagar su deuda por el servicio en las condiciones exigidas” y se comprometió a “realizar las obras internas necesarias para brindar un servicio de calidad a las 500 trabajadoras y trabajadores”.
Obras
Unos meses atrás, Galmarini se mostró junto al ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, y de otros municipios bonaerenses, para presentar un proyecto que busca concretar obras en más de 400 barrios vulnerables.
El acto tuvo lugar en el Palacio de Aguas Corrientes y también contó con la participación del ministro de Infraestructura y Servicios Públicos bonaerense, Agustín Simone, y del secretario de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación, Jaime Perzcyk.
Tras la reunión se comunicó que el plan consiste en brindar acceso sustentable a los servicios de agua potable y saneamiento a los habitantes de 400 de los 1.151 barrios populares localizados dentro del área de la concesión de AySA. En total, se trata de 700 obras con factibilidad técnica de realización en el corto y mediano plazo.
“Estamos todos muy contentos, la empresa, el sindicato, los ministerios. Nos juntamos para poner en marcha obras que parecen muy simples, pero que no lo son. Para llevar a los barrios vulnerables, a las villas y asentamientos agua y cloaca. Algo tan simple y tan importante como eso. Llevarles a quienes peor la pasan un servicio tan esencial, un derecho humano como es el agua y el saneamiento cloacal. Tenemos la obligación no solo legal y jurídica, sino ética y moral, de llegar a aquellos lugares donde todavía el Estado con este servicio no llegó”, dijo Galmarini una vez finalizada la presentación.
Puntualmente, en San Isidro AySA invirtió en el último tiempo 41 millones de pesos, para realizar una obra destinada a la distribución de agua en la zona y otras dos para la red cloacal, la cual benefició a 4623 vecinos, según se informó oficialmente.
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