El gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, y parte de su Gabinete se reunieron con los intendentes de la Costa en un centro cultural de Mar Chiquita, en Santa Clara del Mar. Evaluaron la situación epidemiológica de cada ciudad, y el impacto y cumplimiento de las medidas restrictivas anunciadas el sábado, que comenzaron a regir el lunes. Por ahora continuará el monitoreo.
El encuentro, que comenzó pasadas las 10 y culminó cerca de las 13, se basó en la evaluación, municipio por municipio, de la situación sanitaria. Estuvieron presentes los intendentes de las municipalidades costeras, así como los jefes comunales del resto de la provincia de Buenos Aires. Fuentes al tanto de lo conversado aseguraron que no se habló de levantar controles o modificar algo la semana que viene.
Según pudo saber Infobae, los jefes comunales hablaron principalmente del control del comportamiento con respecto a los cuidados para evitar los contagios, tanto en playas, como en la vida nocturna. Kicillof destacó la iniciativa de Mar del Plata de colocar carteles en las playas cuando la capacidad de estas se encuentren saturadas. El intendente de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro, se fue antes de la reunión por cuestiones de agenda, según pudo saber Infobae de fuentes oficiales.
Los intendentes expusieron los datos epidemiológicos y de controles en sus localidades y hubo una evaluación general de esa información. También se escucharon pedidos, desde las municipalidades, para que la Provincia emprenda una campaña de comunicación para que los turistas salgan a cenar más temprano.
En principio, la intención de la Provincia y de los gobiernos locales es evitar tomar más medidas, y seguir profundizando los controles para controlar los contagios. El aumento de casos de coronavirus preocupa a Kicillof, quien monitorea muy de cerca lo que sucede en la temporada de verano.
Antes del encuentro, el gobernador aseguró a radio El Destape: “Ya estamos en una segunda ola”. Y se refirió a la situación en tierras porteñas y a la forma en que afectan a la Provincia en la temporada: “La Ciudad de Buenos Aires sigue liderando la cantidad de casos por millón de habitantes. Los contagios que hay en la Costa tienen que ver con la movilidad de las vacaciones”.
Desde este lunes comenzó a regir, en 118 municipios, la restricción para mantener abiertos los locales comerciales entre la 1 y la 6 de la mañana. El objetivo de esa medida, recomendada por el gobierno nacional e implementada con modificaciones por la gestión bonaerense, es restringir la circulación nocturna de la gente y lograr así bajar el nivel de contagios.
La medida, que continuaría al menos hasta la semana que viene, está apuntada especialmente a los jóvenes que están de vacaciones y que son el foco principal de contagio, debido a que no cumplen con los protocolos básicos de higiene y distanciamiento.
Cruces previos
Dos de los municipios más importantes de la Costa no están de acuerdo con las medidas que se tomaron. Tanto Martín Yeza (Pinamar) como Guillermo Montenegro (Mar del Plata), quienes estuvieron presentes hoy, creen que el cierre de actividades nocturnas solo genera más clandestinidad.
En Mar del Plata están enfocados en desarticular fiestas privadas clandestinas. Para el gobierno municipal la clave de la propagación del contagio está ahí. El sábado suspendieron 19 fiestas y el domingo otras 10. Todas a través de denuncias anónimas en un número de Whatsapp del municipio o por el seguimiento de la policía en las redes sociales para descubrir dónde son las convocatorias.
“Decidieron cerrar, ahora hay que multiplicar los esfuerzos para controlar. Es imposible controlar toda la ciudad. Lo que hay que atacar son las fiestas clandestinas”, reflexionó un funcionario del gobierno marplatense. En la ciudad balnearia advierten que hay bastante menos gente que en una temporada común y que el problema no está en la afluencia de personas a los lugares públicos, sino en las reuniones y fiestas que no cumplen con los protocolos.
Yeza, el otro intendente reticente a la aplicación de restricciones nocturnas, tuvo un cruce en las redes sociales con el ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollan. El jefe comunal de Pinamar dijo que estaban en una situación epidemiológica “más o menos manejable hasta que empezaron las nuevas restricciones y se fue haciendo más complejo”. Gollan le respondió en Twitter: “Tan apurado está el macrismo para hacer campaña electoral y criticar al Gobierno que el intendente habla del efecto de las medidas antes de que estén en vigencia”. El cuestionamiento estuvo referido a que en el momento en que Yeza se expresó, las medidas no habían entrado en vigencia.
“Como intendente trato de dar certeza y certidumbre y nunca confundir a los pinamarenses, así que lo tomo como una chicana. No hablé del efecto de las medidas sino de la complejidad operativa que viene dada con estos controles”, escribió Yeza para defenderse. En ese contexto la reunión volverá a estar marcada por algunas diferencias entre oficialismo y oposición en la forma de llevar adelante la gestión.
Durante el fin de semana en el gobierno bonaerense dejaron en claro que la vocación no es realizar más cierres de actividades, pero que es importante que los casos empiecen a bajar para que eso no ocurra. El vocero del pensamiento de Kicillof fue el jefe de Gabinete, Carlos Bianco, quien aseguró: “Siguen aumentando los casos y todos nuestros indicadores predictivos muestran que, si no tomamos medidas, van a seguir aumentando”.
En declaraciones radiales sostuvo que las autoridades sanitarias y políticas no quieren que el alza de casos “se transforme en una segunda ola”, pero advirtió que si persisten los descuidos sociales “va a seguir en aumento la cantidad de contagios”. Y aclaró: “Si siguen los casos en aumento, implicará que tendremos que tomar medidas más restrictivas”.
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