El Gobierno busca dar la primera buena noticia del año luego de las peleas con las empresas de salud privada y los productores del campo, dos conflictos político-económicos que provocaron ruido en la cúpula del poder político.
Esa novedad auspiciosa estaría vinculada a la vacuna desarrollada en conjunto por la universidad de Oxford y la empresa farmacéutica AstraZeneca, que esta semana se empezó a aplicar en el Reino Unido y cuya producción para América Latina tendrá un eslabón importante en la provincia de Buenos Aires.
Para definir detalles sobre la producción y la distribución de las dosis, dos funcionarios mexicanos aterrizaron en el Aeropuerto de Ezeiza a las 10:16 en el vuelo AM 28 de la compañía AeroMéxico. Los delegados del gobierno de Andrés Manuel López Obrador para cerrar las negociaciones son Hugo López Gatell Ramírez, subsecretario de Prevención de la Salud y cara visible de la administración de AMLO en la contención de la pandemia, y Efraín Guadarrama Pérez, director general de Organismos y Mecanismos Regionales Americanos, según adelantaron fuentes oficiales del DF a la redacción de Infobae en México.
También tienen previsto interiorizarse sobre el funcionamiento de la vacuna rusa Sputnik V, adelantó el presidente López Obrador en la conferencia de prensa diaria que suele brindar.
La vacuna de Oxford-Astrazeneca se produce en el laboratorio mAbxience del Grupo Insud, ubicado en Escobar, provincia de Buenos Aires. La fórmula se exporta luego a México para su envasado y alistamiento de los cargamentos que serán distribuidos por América Latina en virtud de los contratos firmados con los distintos gobiernos.
La Argentina fue uno de los primeros países en aprobar el uso de emergencia de la vacuna de Oxford-AstraZeneca y aspira a ser uno de los primeros en comenzar a aplicarla. En noviembre del año pasado, firmó un acuerdo para adquirir 22.4 millones de dosis.
El ministro de Salud, Ginés González García, informó este mediodía que en marzo llegará el primer millón de dosis de AstraZeneca vinculadas al programa COVAX al que se sumó la Argentina al principio de la pandemia para asegurarse un acceso equitativo a un bien escaso que es buscado en todo el mundo. Además, confirmó que el laboratorio local que trabaja en el proceso de producción aseguró que en el tercer mes del año habrá otros lotes disponibles en virtud del acuerdo directo que firmó el gobierno con la compañía.
La autorización emitida por las autoridades sanitarias argentinas recomienda la aplicación de dos dosis administradas con un intervalo de entre 4 y 12 semanas. En los ensayos clínicos se demostró que este régimen es seguro y eficaz para prevenir el COVID-19 sintomático, sin casos graves ni hospitalizaciones luego de 14 días después de la segunda dosis.
Mientras tanto, avanza la campaña de inmunización con las primeras 300 mil vacunas importadas de Rusia al personal de salud que se encuentra en la primera línea de batalla frente al coronavirus. Las dudas acerca del arribo del segundo componente que forma parte de la vacunación comenzaron a despejarse en las últimas horas, luego de que trascendiera que Aerolíneas Argentinas prepara un vuelo a Moscú para mediados de enero. Según informó Infobae este jueves, la fecha que se evalúa es el jueves 14 de enero a la mañana, para regresar a última hora del día siguiente.
“El plan que tenemos es que Rusia nos termine de dar en los primeros días de enero las 300 mil segundas dosis y sobre el final de enero tenemos 4 millones de la primera dosis y 1 millón de la segunda dosis”, lanzó el presidente Alberto Fernández en la última entrevista del 2020. La primera etapa del plan termina a fines de febrero. Para entonces, deberían haber llegado casi 20 millones de dosis para vacunar a 10 millones de argentinos. Para eso se necesitan al menos 20 vuelos de Aerolíneas, aunque la cifra depende de la disponibilidad de vacunas.
Las 300 mil dosis que llegaron el 24 de diciembre fueron almacenadas en un predio de la empresa Andreani y recién comenzaron a ser aplicadas al personal de salud el martes 29. La provincia de Buenos Aires recibió 123.000 dosis; Santa Fe, 24.100; la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 23100; Córdoba, 21.900; Tucumán, 11.500; Mendoza, 11.100; Entre Ríos, 10.100; Salta, 8300; Chaco, 7700; Corrientes, 6700; Santiago del Estero, 5900; Misiones, 5200; San Juan, 4700; Jujuy, 4600; Río Negro, 4400; Neuquén, 3600; Formosa, 3400; San Luis, 3300; Chubut, 3000; Catamarca, 2800; La Rioja, 2600; Santa Cruz, 2400; La Pampa, 2300 y Tierra del Fuego, 1300.
El gobernador Axel Kicillof se vacunó ese mismo día y se convirtió en el primer político en hacerlo. Más allá de las fotos y los festejos oficiales, la campaña de vacunación viene avanzando a ritmo muy lento. Según informó ayer el Ministerio de Salud de la Nación, hasta ahora se vacunaron unas 40 mil personas y recién se comenzó a distribuir la segunda tanda de las 300 mil dosis.
Una vacuna que ofrece muchas ventajas
El tipo de tecnología que posee esta vacuna (adenovirus en este caso de chimpancé) y su lógica de producción de origen y aplicación de las dosis la convierte en un desarrollo accesible por el concepto Non profit que desde el comienzo de la pandemia plantearon los investigadores de Oxford alrededor del hallazgo científico y de la escala de producción a través de las distintas asociaciones con hubs biotecnológicos, como el argentino mAbxcience (del Grupo Insud) y desde México, el Grupo Slim.
El insumo fundamental de esta vacuna será producido en la Argentina -a través de mAbxience- y el empaquetado y distribución regional se realizará desde México. Este diseño del proyecto científico de escala global-regional-local le confiere características que la presenta como una vacuna conveniente para los países emergentes por tener mejor acceso y precio, mejor administración de las dosis y mejor transporte ya que puede almacenarse durante largos períodos a temperaturas normales de refrigeración.
Según revelaron en exclusiva a Infobae investigadores de Oxford, con la primera dosis se accede al 70% de la inmunidad y con la segunda se completa el 90% de la eficacia, reforzando la memoria del sistema inmunitario para proteger al individuo contra el virus SARS-COV- 2 y la enfermedad que este provoca, COVID-19.
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