Mientras esperan los detalles del decreto nacional que impulsa el presidente Alberto Fernández para oficializar las nuevas medidas para combatir el nuevo avance del coronavirus, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, mostraron reparos con respecto a la restricción de la circulación nocturna en todo el país. Desde Mendoza, Rodolfo Suárez había planteado que cada jurisdicción tome sus propias decisiones sanitarias.
En el Gobierno de la Ciudad consideran que la restricción a la circulación nocturna es equivalente a un “toque de queda”, a pesar de que desde la administración nacional aclararon en varias ocasiones, durante los últimos días, que no se trata de una medida en ese sentido sino de un “freno a la circulación nocturna”.
En la sede de Uspallata hay preocupación por el aumento de casos, pero en el gobierno de Rodríguez Larreta consideran que hay posibilidades de que la curva se estabilice en los próximos días. Creen que no necesariamente la suba de casos, que superó los 13 mil contagios por día ayer, se deba a la llegada de una “segunda ola” del coronavirus, sino que puede ser el resultado de cierto “relajamiento” de las medidas de cuidado sanitario por parte de la población, durante los encuentros de fin de año, en diciembre, y en las Fiestas. También suponen que puede deberse a la “expectativa” por la llegada de la vacuna.
Ayer por la tarde, cuando se celebró la reunión virtual con los gobernadores, convocada por Alberto Fernández para analizar la situación de contagios en todo el país, el jefe de Gobierno porteño planteó que no cree en la restricción total de la circulación, según informaron fuentes oficiales al tanto de lo conversado entre el Presidente y los gobernadores.
Una vez culminado el encuentro, que se celebró de forma cordial, Rodríguez Larreta convocó a su jefe de Gabinete, Felipe Miguel; al vicejefe de Gobierno, Diego Santilli; al secretario general, Fernando Straface; y a los ministros de Salud y Educación, Soledad Acuña y Fernán Quirós, para analizar la larga videoconferencia que acababa de realizarse. Coincidieron en que “no hay que aplicar una ley marcial” sino “apelar a la conciencia social”.
En ese sentido, concluyeron en tomar medidas orientadas a “ordenar” las actividades en lugares públicos, a través de agentes gubernamentales de control; y concientizar a través de campañas de comunicación. Mientras esperan el decreto de Presidencia que brindará detalles sobre las nuevas medidas, transmitieron a la Casa Rosada que “entienden la preocupación” del gobierno nacional. Pero también le expresaron que su intención, en caso de que se limite la circulación, es que el horario comience a medianoche, y no desde las 23. En parte, en atención a la situación de los comercios gastronómicos, que suelen trabajar en dos turnos, el segundo hasta las 00, y que constituyen un sector muy golpeado económicamente por la extensa cuarentena de 2020.
Mientras tanto, en Gobierno ultimaban detalles del decreto, que vería la luz en las próximas horas, o mañana por la mañana. Aún no estaba confirmado desde cuándo regirá, pero se estimaba que sería a la medianoche del viernes. El rango horario en el que estará vigente la limitación a la circulación nocturna tampoco está definido. Las primeras versiones apuntan a que podría ser entre las 23 y las 6, pero se baraja una alternativa más acotada, entre las 00 y las 5. De todas formas, fuentes oficiales del Ministerio de Salud, que conduce Ginés González García, aclararon a Infobae que cada jurisdicción tendrá la posibilidad de aplicar el decreto de acuerdo a sus necesidades y ciertos “parámetros”.
Desde Córdoba, el gobierno de Juan Schiaretti también planteó reparos ante la restricción a la circulación nocturna. Según expresaron fuentes oficiales a Infobae, buscarán realizar más testeos, pero consideran que cada provincia debería poder elegir qué medidas tomar frente a la suba de casos de acuerdo a su situación puntual con respecto a cantidad de contagios, la ocupación de camas y la actitud de la población.
Ayer, en la reunión con Fernández, el gobernador de Mendoza, Rodolfo Suárez, se había expresado en un sentido similar al comunicar al Presidente y a sus pares de las otras provincias que su postura es proclive a que cada una avance con iniciativas sanitarias de acuerdo a la evaluación del contexto de cada jurisdicción. Tras lo conversado con la Casa Rosada, en el gobierno mendocino confiaban en que la letra de la nueva ley dejará margen para que esto ocurra y adelantaron que por el momento no prevén cambios en sus tierras.
Por su parte, el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, se reunió esta tarde con ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, y con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, en la Casa de Gobierno. Al finalizar, brindó declaraciones a la prensa: “El decreto establece un rango horario, y las provincias regulan. Existirá un instrumento legal del Ejecutivo nacional, con mecanismos de adhesión. La idea es de carácter general y las provincias regularán”, confirmó. También recordó que la provincia de Chaco ya estableció una restricción de circulación, de 0 a 6, pero insistió que es una decisión local y que la nueva norma “otorga un marco general regulatorio, cuyo cumplimiento depende de las jurisdicciones”.