Con el inicio de la temporada de verano –que este año se adelantó al 1 de diciembre–, los festejos de Navidad y Año Nuevo y la relajación de la sociedad en cuanto a las medidas de cuidado sanitario y distanciamiento social, desde el gobierno bonaerense reiteraron que evalúan “tomar medidas fuertes” ante la suba de contagios de COVID-19.
Aunque evitan hablar de toque de queda, como sucede en los principales países europeos que atraviesan un fuerte rebrote mezclado con la aparición de una nueva cepa de coronavirus, advierten que esta semana habrá definiciones al respecto luego de una reunión con los intendentes.
“No nos gusta tomar medidas antipáticas, pero hay que tomar medidas fuertes y efectivas”, alertó el viceministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires, Nicolás Kreplak, al registrarse una suba continua de casos desde el fin de semana largo del 8 de diciembre.
“Estamos viendo que hay un aumento muy significativo de casos en las últimas tres semanas, y que es superior a lo que se mejoró en los últimos tres meses”, detalló el funcionario provincial en Radio Mitre luego de los festejos de Navidad y Año Nuevo.
“Suponemos que puede haber repercusiones serias y pueden seguir subiendo los casos. Todo eso nos hace pensar que hay que sentarse a charlar con los intendentes y con el Estado nacional para plantear medidas nuevas porque las cifras están mucho más allá de lo esperable”, explicó Kreplak, con el objetivo de que no se genere un impacto negativo en el sistema de salud.
Luego de que se especulara con la implementación de un toque de queda en la Costa Atlántica, donde proliferan las juntadas nocturnas y diurnas de jóvenes en las playas y las fiestas clandestinas, el ministro Kreplak dijo que al restringirse la circulación se acabarían estos problemas.
“La clandestinidad es más fácilmente que suceda en un contexto de actividad nocturna. Si de noche no hay ruido, no hay circulación en general, entonces cualquier actividad que se realice es fácilmente identificable. Y toda persona que no pueda salir de su casa, va a decir que el vecino está haciendo una fiesta que no se puede hacer”, dijo. Pero después dio marcha atrás y aclaró: “Pensamos en medidas para evitar una segunda ola peligrosísima, no nos interesa prohibir nada”.
Actualmente, los casos positivos de coronavirus en la provincia de Buenos Aires ascendieron a 690.383 tras confirmarse 2.034 nuevos contagios en las últimas 24 horas. Según informó el Ministerio de Salud provincial, se registraron 3.935 casos por cada 100.000 habitantes, en tanto que 595.299 personas ya se recuperaron y recibieron el alta.
A pesar de que Kreplak indicó que “está aumentando fuerte el contagio entre los jóvenes” también manifestó que la suba ya se está evidenciando en los mayores de 60 años. “Nos preocupan las fiestas porque el encuentro intergeneracional que se produjo es muy grande”, aseveró, como para justificar que cuando lleguen los datos de esa fecha las cifras de contagiados podrían crecer aún más.
“Desde el fin de semana largo del 8 de diciembre empezó a haber un ascenso y venimos avisando y tomando medidas. Las fiestas que habíamos autorizado de 200 personas ya no tienen cabida y ahora veremos si no hay que retroceder en otras actividades ya habilitadas”, alertó.
Si bien por el momento no se evidenció una suba en la ocupación de camas de terapia intensiva, llamó a la población a ser más responsables y “poner el hombro” para tratar de aminorar la cantidad de casos.
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