En abril, cuando comenzaba a golpear la pandemia, el juez Daniel Obligado decidió mandar a Amado Boudou a su casa, solo con el argumento del Covid-19. Con las condenas confirmadas por el caso Ciccone, ese mismo magistrado tuvo que acomodar las cosas: ayer, al filo del comienzo de la feria judicial, revocó ese beneficio pero encontró un artilugio legal para que la decisión final quede en manos de la Cámara de Casación.
“Es impredecible”, repetían en Tribunales en los últimos días sobre los movimientos de Obligado. El juez, siempre con bajo perfil, pidió informes durante todo el mes de noviembre antes de decidir. Por momentos aceleraba el expediente, otorgando vistas a las partes con apenas 24 horas de plazo, y luego pasaban días sin noticias. Finalmente esperó los resultados de los informes médicos de Nicolás Ciccone y del socio de Boudou para decidir la situación de los tres juntos.
Obligado le otorgó el arresto domiciliario al ex vicepresidente en abril con el argumento de la pandemia. En ese momento, no consultó al fiscal Marcelo Colombo. “El actual contexto mundial de emergencia sanitaria a causa del covid-19, ciertamente trastoca prácticamente todas las pautas de las relaciones interpersonales, afectando entonces la implementación de los objetivos conductuales asumidos por el plexo normativo de la ejecución de las penas (ley 24.660), que en definitiva logren con éxito la inserción social de quien resulte condenado, una vez recuperada su plena libertad”, escribió el magistrado en ese momento.
En abril, Obligado también valoró la situación familiar de Boudou. “Siendo que el grupo familiar de la compañera del encausado reside en México, y tiene dificultades para viajar por la enfermedad de su padre, a lo cual, ahora, cabría adicionar la prácticamente mundial prohibición de viajar. Boudou, a su vez, tiene dos hermanos, pero uno reside en el interior y con el otro no mantiene vínculo (lo cual surge del informe socio ambiental). En estas condiciones, el único sostén económico y emocional para los niños de dos años, resulta ser su madre”, justificó.
En ochos meses, esas circunstancias casi no se modificaron. Sin embargo, ayer el juez sostuvo que la mujer de Boudou puede cuidar a sus dos hijos sola. Es más, dijo que ahora la pueda ayudar una empleada doméstica por lo que los mellizos “no se encuentran en una situación de desamparo, de manera tal que deba ceder el interés social de resguardo de los derechos de los menores por sobre el interés punitivo del Estado en efectivizar la condena impuesta”.
Por el caso Ciccone, Amado Boudou fue condenado a 5 años y 10 meses de cárcel. Por ese escándalo también fueron condenados José María Núñez Carmona, Nicolás Ciccone (que cumple con la domiciliaria desde el momento de la condena), Alejandro Vandenbroele (el único que no apeló la sentencia), Rafael Resnick Brenner y Guido Forcieri.
Obligado actuó hasta ayer como juez de ejecución desde el Tribunal Oral Federal 4. El 31 de enero dejará ese lugar a Ricardo Basílico. Pero seguirá a cargo del Tribunal Oral Federal 5, que tiene las causas “Hotesur” y “Los Sauces”, donde la actual vicepresidenta Cristina Kirchner y sus hijos están procesados.
Hace unas semanas, la abogada Silvina Martínez lo denunció por mal desempeño ante el Consejo de la Magistratura. Concretamente, lo acusó de “satisfacer los intereses de una de las partes, el de Cristina Fernández” y de “irregularidades en el desempeño de la función, principalmente demoras en la tramitación y falta de impulso de oficio de causas que, de continuar, derivarían en perjuicios para el progreso de las investigaciones y en sobreseimientos por prescripción de la acción penal”.
Obligado esperó hasta el último día hábil del año para decidir sobre la suerte de Boudou. El fallo recién trascendió ayer, cerca de las 10 de la noche. “Se sacó el problema de encima y dejó que decida la Cámara de Casación”, coincidieron dos abogados que siguen de cerca la causa.
El presidente Alberto Fernández dijo hoy que leyó el fallo y remarcó que no está firme. Además dio a entender que el magistrado tuvo temor ante la presión mediática: “Una justicia que cumple los deseos del poder fáctico no es justicia”. El Presidente también fue muy crítico del rol de la Corte Suprema en el caso Ciccone, que rechazó todos los recursos sin analizar los fundamentos de la sentencia.
Hasta ahora, Alberto Fernández había sido muy cauto sobre la situación judicial de Boudou, con quien nunca tuvo buena relación, mucho menos después que el ex vicepresidente forzó la renuncia del ex procurador Esteban Righi, su amigo personal.
El ex vicepresidente también salió a hablar hoy en los medios y se encargó de mencionar varias veces a Cristina y Máximo Kirchner: “Es un acto de crueldad el fallo, yo en algún sentido soy una anécdota. La principal perseguida política es Cristina”.
En declaraciones a El Destape Radio, el ex funcionario agregó: “Hay que estar preocupados por el poder persecutorio del Poder Judicial, el asesinato de Floreal Avellaneda duerme en la Corte hace años. Se ve que el trabajo judicial es selectivo.
Aunque el Código Procesal es muy claro en estos casos, la orden judicial para que Boudou vuelva a la cárcel no se hará efectiva en las próximas horas. Con apenas tres palabras, “firme que sea”, el Obligado permitió que la apelación ante la Cámara de Casación interrumpa la ejecución de la sentencia.
La apelación se puede presentar dentro de los primeros días del año. En ese caso interviene la Sala de Feria. Pero si no hay un pedido concreto para habilitar la feria, pasará al mes de febrero y actuará la Sala IV.
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