El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, se convirtió en uno de los primeros ciudadanos de la Argentina en vacunarse con la Sputnik V. Este martes por la mañana, recibió la primera dosis del desarrollo realizado por el Instituto ruso Gamaleya en La Plata. No fue el único funcionario bonaerense: el viceministro de Salud, Nicolás Kreplak, también posó con el certificado de vacunación minutos después de haber sido inoculado.
El mandatario no se encuentra en el subgrupo de personas que debería recibir en primer término la vacuna de acuerdo a las recomendaciones del Ministerio de Salud de la Nación, que pidió privilegiar a profesionales de la salud que se encuentran en la primera línea de batalla contra el coronavirus. Sin embargo, las causas que lo movilizaron esta mañana temprano al Hospital San Martín no fueron estrictamente sanitarias. Allegados al gobernador explicaron que la foto de Kicillof recibiendo la vacuna busca despejar las dudas que existen en la opinión pública sobre la fórmula importada a Moscú la semana pasada.
Kicillof tiene 49 años y no tiene comorbilidades que lo expongan especialmente frente al coronavirus, pero su vacunación no se pensó para proteger su salud, sino para generar conciencia en la población sobre la importancia de la campaña que se inició este martes en la Argentina y continuará durante todo el 2021. De hecho, no fue el único mandatario que adoptó esta estrategia: Gustavo Valdés (Corrientes), Sergio Ziliotto (La Pampa) y Omar Gutiérrez (Neuquén) también difundieron imágenes recibiendo la primera dosis de la Sputnik V.
El gobierno porteño tiene otra mirada sobre el tema. El jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, no estuvo en el Hospital Argerich -allí se inició la campaña en CABA- y no tiene previsto vacunarse en los próximos días. “La estrategia indicada por el Ministerio de Salud indica que en esta primera etapa se debe priorizar a los trabajadores de la salud expuestos a la atención del COVID, independientemente de que Horacio no integra ninguno de los grupos de riesgo”, precisaron en su entorno.
El ministro de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, Fernán Quirós, tampoco tiene previsto inmunizarse. La semana pasada, cuando le preguntaron por la cuestión, dio una explicación similar: dijo que en esta primera etapa las inyecciones deben ser aplicadas a terapistas, médicos, enfermeras y otros integrantes del personal de la salud que a diario están en contacto con pacientes contagiados. De hecho, en su oficina están convencidos de que no puede haber un mejor plan de concientización ciudadana que ése.
“Cada uno de nosotros nos vamos a ir vacunando cuando corresponda. Nos parece valedero dar el ejemplo y generar confianza, pero creemos que la confianza va a llegar cuando tengamos información sobre la vacuna y creemos que eso va a ir surgiendo en las próximas semanas”, declaró Quirós este martes en el Hospital Argerich.
Antes, en su habitual parte matutino aseguró que es importante que se abran los datos técnicos sobre la producción del antídoto. “Para poder validar datos y sobre todo para contestar algunas preguntas en detalle, como son por ejemplo las de los diferentes subgrupos de la sociedad y cómo se han comportado en términos de eficacia, necesitamos la apertura de los datos técnicos. Y esa apertura ocurre por varios mecanismos. El primero es una publicación científica, cuestión que el Instituto y el gobierno nacional han dicho que ocurrirá en los próximos días. Pero también podría ser que se presente la información ante alguna entidad regulatoria internacional, que hacen rápidamente públicos los informes”, introdujo.
Y agregó: “Nosotros necesitamos acceder en el corto plazo a la información técnica y al detalle para hacer una autoevaluación, no solamente los funcionarios y los técnicos, sino la sociedad toda, en este período hasta la próxima entrega. Y que cada uno pueda decidir en forma autónoma si nos damos la vacuna en base a datos y no en base a la confianza que uno pueda tener de diferentes instituciones y gobiernos”.
El gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, es otro ejemplo de los mandatarios que prefirieron adoptar una estrategia similar a la de Rodríguez Larreta.
¿Y el Presidente? Alberto Fernández tiene 61 años y hasta el momento ni la ANMAT ni el Ministerio de Salud aprobaron la Sputnik V para ser aplicada en este segmento etario. Lo mismo sucede con Ginés González García, que tiene 75 años y que esta mañana dijo recibirá la primera dosis cuando el tratamiento sea autorizado para los mayores de 60.