Elisa Carrió sopló 64 velitas y lo celebró este sábado con una fiesta en su casa de Capilla del Señor en la que hubo unos 70 invitados, folklore, mariachis y diversión asegurada hasta las 3 de la mañana. Casi no se habló de política, al menos oficialmente, porque todos los invitados sabían que el telón de fondo del festejo era la flamante decisión de la fundadora de la Coalición Cívica (CC) de disputar una banca de diputada nacional por la provincia de Buenos Aires en las elecciones de 2021.
Hubo muchos políticos, con una fuerte presencia del ala moderada de Juntos por el Cambio, del radicalismo y de su propia agrupación, obviamente, mezclados con algunos familiares y amigos personales de toda la vida de la dirigente, que se distribuyeron en distintas mesas ubicadas en amplias galerías de su “minichacra”, como la denominó un invitado, lo que permitió la distancia social.
No pasaron inadvertidos dos representantes de las “palomas” de la coalición opositora como Horacio Rodríguez Larreta y Diego Santilli, así como la ausencia de los “halcones”, como Mauricio Macri y Patricia Bullrich, que no fueron invitados a la fiesta, pero cumplieron en saludarla por teléfono (el ex presidente, de todas formas, sigue en Villa La Angostura hasta después de las fiestas).
Otros dirigentes del PRO que estuvieron en la celebración fueron los diputados nacionales Carmen Polledo y Pablo Torello, y el legislador porteño Agustín Forchieri, vicepresidente primero de la Legislatura, mientras que por la UCR concurrieron Mario Negri, el titular del bloque de diputados; Daniel Salvador, ex gobernador y actual titular del radicalismo bonaerense; el diputado por Entre Ríos Atilio Benedetti y el ex embajador en Uruguay de Cambiemos Mario Barletta.
Una ausencia comentada fue la de María Eugenia Vidal, quien había estado en la casa de Carrió el 30 de octubre pasado junto con Rodríguez Larreta para un encuentro que profundizó las diferencias con el ala dura de Juntos por el Cambio. Esta vez, la ex gobernadora saludó a la cumpleañera desde su cuenta de Instagram con el siguiente mensaje: “Hoy es el cumpleaños de una luchadora incansable, de alguien que con pasión y vocación da pelea cada día por todos. Un ejemplo de cómo las mujeres son tan necesarias e importantes en la política. Feliz cumple, Elisa Carrió”.
También fueron a Capilla del Señor algunos ex funcionarios del gobierno macrista como Alfonso Prat Gay (ex ministro de Economía), Pedro Lacoste (ex viceministro de Economía), Adrián Pérez (ex secretario de Asuntos Políticos del Ministerio del Interior), Fernando Sánchez (ex secretario de Fortalecimiento Institucional de la Jefatura de Gabinete) y Mario Quintana (ex vicejefe de Gabinete), de quien Carrió se hizo amigo en sus años de gestión y que fue un nexo con Marcos Peña.
La delegación más numerosa de dirigentes políticos que estuvo en la casa de Carrió provino de la Coalición Cívica e incluyó al presidente del partido, Maximiliano Ferraro, y a los diputados nacionales Juan Manuel López, Toty Flores, Paula Oliveto, Mariana Zuvic, Mónica Frade, Marcela Campagnoli, Lucila Lehmann y Mariana Stilman y la senadora bonaerense Elisa Carca.
Los invitados se mostraron relajados, se iban sentando adonde querían y comieron un buffet frío hasta que apareció un grupo folklórico y logró que muchos se animaran a cantar. Cuando terminó el show, Carrió dijo unas breves palabras, sin ninguna alusión política: sólo agradeció a los presentes y le dedicó la fiesta a su padre porque, según confesó, fue el que le enseñó a hacer esas celebraciones.
Luego aparecieron los mariachis y Carrió aprovechó para ponerse un sombrero mexicano, con el que posó para las fotos, y más tarde comenzó la parte que más le gusta a la ex diputada, una larga guitarreada en la que varios de los invitados entonaron canciones de rock nacional, de Joan Manuel Serrat y de Joaquín Sabina. En ese tramo dicen que se destacó la voz de Lucila Lehmann, animadora de veladas de la CC, y también fue elogiado por sus cualidades vocales un amigo del hijo de Lilita.
La mayoría de los invitados llegó con puntualidad a las 20 y se fue poco después de las 24, aunque un grupo más chico se quedó hasta las 3, a pura guitarra, vino y, como corresponde, alcohol en gel.
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