Por segunda vez en los últimos días de diciembre Ricardo Jaime recibió un rechazo a su pedido de prisión domiciliaria. El Tribunal Oral Federal 6 (TOF 6) que lo juzga por cuatro casos de corrupción, entre ellos el de su enriquecimiento ilícito, denegó el pedido que hizo el ex secretario de Transporte del kirchnerismo para seguir detenido en la casa de su madre nonagenaria.
El 17 de diciembre pasado el TOF 6 había rechazado un pedido que hizo la defensa de Jaime para que el ex funcionario siguiera detenido con prisión domiciliaria. El pedido había sido realizado con el argumento de la necesidad de Jaime de cuidar a su madre María Margarita Silvestre, de 90 años y un frágil estado de salud. La solicitud que los jueces rechazaron el 17 de diciembre fue hecha porque el hermano del ex funcionario, Roberto René Jaime, estaba en graves condiciones de salud. La fiscal del juicio, Gabriela Baigún, había dictaminado en favor de la domiciliaria para Jaime por cuestiones “humanitarias”.
Los jueces habían señalado que Silvestre tenía dos cuidadoras todos los días, y que tanto las nietas (dos de ellas hijas de Ricardo Jaime) como la nuera podían cuidar a la anciana. Y que no le daban la prisión domiciliaria porque aún estaban vigentes los riesgos procesales de fuga e interferencia en la investigación que son causales de mantenimiento de la prisión preventiva.
Luego de aquel rechazo Roberto René falleció. Entonces la defensa de Jaime volvió a pedir la prisión domiciliaria para que el ex secretario de Transporte de Néstor y Cristina Kirchner pudiera cuidar y contener emocionalmente a su madre. Los abogados explicaron que en 2020 murieron dos de los tres hijos de Silvestre. Hace unos días falleció Roberto René y en abril pasado había muerto Eduardo Daniel, quien vivía en Brasil y era uno de los tantos imputados como testaferro del ex funcionario en el juicio por enriquecimiento ilícito.
A raíz de la muerte de Roberto René Jaime la defensa del ex funcionario esgrimió ante los jueces como principal motivo de su solicitud el estado de ánimo de la madre de Jaime. La defensa la describió así: “… la situación emocional de la Sra. María Margarita Silvestre quien manifestó en reiteradas ocasiones vía telefónica que no quería seguir viviendo ya que no podía soportar dos pérdidas de sus hijos en dos años, a lo cual se suma el encierro del Sr. Ricardo Jaime quien no puede estar allí con ella, no sólo para asistirla en lo relativo a sus cuidados productos de sus enfermedades fisiológicas, sino fundamentalmente por la contención emocional que la Sra. Silvestre padece y que tan sólo la presencia de su hijo puede subsanar”. Y agregaron que la presencia de Jaime en la casa de su madre “no puede ser suplida por nadie que no sea su hijo ya que la situación física y emocional de la mentada es desgarradora…”. También argumentaron que sus cuidadoras no la pueden contener desde el punto de vista emocional y que las visitas de las nietas conllevan un riesgo enorme por la situación de pandemia.
Ante el segundo pedido de Jaime la fiscalía a cargo de Baigún volvió a manifestarse a favor de la domiciliaria y argumentó que “se trata de una cuestión de índole humanitario, pues una mujer que posee la edad y los problemas de salud que han sido constatados -tanto físicos como psíquicos- y que acaba de perder a dos de sus hijos, tiene mínimamente el derecho de estar con el único que le queda”.
Los jueces Julio Panelo, José Martínez Sobrino y Fernando Canero rechazaron el último pedido de la defensa de Jaime. En la nueva resolución firmada el 22 de diciembre a la que accedió Infobae, los jueces citaron a la rubricada cinco días antes: “Lejos de encontrarse la Sra. Silvestre en un estado de desamparo material y asistencial, cuenta con los cuidados que a la fecha su familia cercana, muchos de cuyos integrantes son residentes en la misma ciudad, han considerado suficientes, y con los recursos económicos y asistenciales pertinentes para ampliarlos en caso de considerarse necesarios, elementos objetivos que más allá de los comprensibles deseos de aquélla de contar con la compañía de su hijo Ricardo, y la desafortunada circunstancia familiar, relativa a los padecimientos que aquejan tanto a la nombrada como a su hijo Roberto, echan por tierra la alegada situación de abandono”, habían dicho. Luego de la resolución falleció el hermano de Jaime.
Los jueces señalaron que: “Ahora bien, la defensa intenta hoy nuevamente que se conceda a su asistido el arresto domiciliario fundado en una necesidad emocional de la Sra. Silvestre de ser cuidada por su único hijo –ya no pues, en la alegada situación de desamparo moral y material en que se fundara su anterior petición-, como así también en la imposibilidad de las nietas de la Sra. Silvestre de concurrir a su domicilio, toda vez que ello pondría a la nombrada en un serio riesgo de contagio de COVID-19, sin explicar por qué aquéllas se ven impedidas de cumplir con sus deberes impuestos por la ley, tomando y extremando en su caso, las medidas de higiene y distanciamiento, que toda la sociedad ha debido implementar ante el contexto de pandemia, a fin de poder brindar los cuidados demandados tanto a nivel emocional como físico por su abuela. Se recuerda en tal sentido que no solo se ha constatado la presencia de al menos una de sus nietas en su domicilio durante la pandemia, sino que el personal que cuida permanentemente a la Sra. Silvestre, conforme los informes sociales recabados en la presente incidencia, a los que se hiciera referencia anteriormente, se retira del domicilio a las 16 horas, reingresando a las 8.00 horas, sin que a la fecha se hubiese configurado ese peligro inusitado de contagio al que alude la defensa, que tampoco se entiende, como se vería desterrado con la sola presencia del encausado Jaime en su domicilio”.
Por eso concluyeron que: “Así, la sola presentación de una nueva solicitud de arresto domiciliario fundada en el fallecimiento del único familiar que esta judicatura no tuvo en cuenta para asistir a la señora Silvestre al tiempo de negar tal beneficio, no logra conmover los amplios fundamentos que fueron hasta aquí desarrollados. Por lo demás, la sola invocación de un derecho humanitario fundado en el sentimiento de una madre que ha perdido a dos de sus tres hijos durante los últimos meses, si bien resulta por demás dramático, no acarrea ello necesariamente la posibilidad, en la concreta circunstancia aquí tratada, de que el imputado Ricardo Jaime pueda acceder a su arresto domiciliario para paliar aquélla circunstancia”.
Jaime seguirá cumpliendo su prisión preventiva en la cárcel de Ezeiza. Fue detenido en 2016 por el juez Julián Ercolini quien tenía a su cargo el caso de corrupción por la millonaria compra de trenes chatarra en España y Portugal. Una vez elevada a juicio la causa -que se sumó a la de enriquecimiento ilícito y a otras dos- el TOF 6 prorrogó la prisión preventiva que está en vigencia.
El pedido rechazado el 22 de diciembre pasado es uno de los varios que hizo Jaime durante 2020. Uno de ellos fue respaldado por el gobierno nacional a través de una solicitud que hizo la secretaría de Derechos Humanos de la Nación en las primeras semanas del aislamiento por la pandemia de coronavirus. El pedido fue rechazado por el TOF 6 y ese rechazo fue confirmado por Casación , tribunal ante el que había presentado la solicitud de prisión domiciliaria la secretaría a cargo de Horacio Pietragalla.
Jaime tiene dos condenas firmes por casos de corrupción además de la que le dictaron por su responsabilidad en la Tragedia de Once que aún debe ser revisada por Casación. La semana pasada terminó por 2020 el juicio donde está acusado por otros cuatro casos. En febrero de 2021 se retomarán las audiencias y se supone que antes de fin de año habrá sentencia. Habrán pasado 13 años del inicio de la investigación por enriquecimiento ilícito de quien fuera secretario de Transporte de la Nación entre 2003 y 2009.
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