Sobre el filo de los plazos establecidos, el Reino Unido y la Unión Europea (UE) llegaron a un acuerdo comercial para implementar el Brexit. El arreglo trajo una buena noticia para el reclamo argentino: es que las nuevas reglas de juego acordadas con el bloque regional dejaron afuera a los territorios británicos de ultramar, entre ellos, las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur que están bajo disputa territorial.
De esta manera, el archipiélago perderá los beneficios comerciales, impositivos y aduaneros en el intercambio de los isleños con los países que integran el bloque comunitario, una medida que favorece a la posición del Estado argentino en el conflicto territorial que desató la Guerra en el Atlántico Sur en 1982 en plena dictadura militar.
La exclusión de las Islas Malvinas había sido un planteo formal de la Cancillería argentina al alto representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Josep Borrell, uno de los portavoces de las negociaciones del bloque regional con el Reino Unido. En esa gestión, el gobierno de Alberto Fernández reiteró su demanda histórica por la soberanía y volvió a citar las recomendaciones del Comité de Descolonización de las Naciones Unidas que no son acatadas por Londres.
“Finalmente el acuerdo post Brexit entre la UE y el Reino Unido no incluyó a las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur. Así lo pedimos en todos los foros y reuniones que mantuvimos en 2020 con ministros y ministras de Asuntos Exteriores europeos”, comunicó el canciller Felipe Solá en su cuenta oficial de Twitter.
Si bien para el premier Boris Johnson el Brexit acordado fue visto como beneficioso y “un regalito” de Navidad para los británicos, que los territorios de ultramar no hayan sido incluidos en el compromiso -varios de ellos están en disputa con otros países- es una de las concesiones que el Reino Unido tuvo que aceptar para alcanzar el entendimiento, que entrará en vigencia desde el 1 de enero. El objetivo primario era evitar una ruptura brutal que hubiese dañado a las dos partes.
En un mensaje enviado a los isleños de Malvinas por los festejos de Navidad, Johnson apuntó que su administración los ayudará a enfrentar “el cambio que se avecina” con el abandono de la comunidad europea, y planteó que la UE “fue absolutamente intransigente a la hora de excluir a la mayoría de los territorios de ultramar en las negociaciones comerciales de este año”. Y concluyó: “Ustedes no han sido olvidados ni dejados de lado”.
El texto donde se especifica el alcance del acuerdo por el Brexit aparece en su parte siete, en el apartado de “Provisiones Finales”. Allí se establece que quedan alcanzados “los territorios a los que son de aplicación el Tratado de la Unión Europea y el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea y el Tratado Constitutivo de la Comunidad Europea de la Energía Atómica, y en las condiciones establecidas en dichos Tratados, y b: Territorio del Reino Unido”.
Después de referirse en el punto 3 a Gibraltar y otros caso, dice en el punto 4: “Este Acuerdo no se aplica a los territorios de ultramar que tienen relaciones especiales con el Reino Unido: Anguila, Bermuda, Territorio Antártico Británico, Territorio Británico del Océano Índico, Islas Vírgenes Británicas, Islas Caimán, Islas Falkland, Montserrat, Pitcairn, Islas Henderson, Ducie y Oeno, Santa Helena, Ascensión y Tristan da Cunha, Georgia del Sur y Sandwich del Sur, e Islas Turcos y Caicos”.
De ahora en adelante, los habitantes de las Islas Malvinas afrontarán una difícil situación económica, sobre todo en el sector pesquero, uno de los segmentos más dinámicos. La renta de esa actividad supone el 75% de sus ingresos y afecta también a España, ya que los barcos españoles cuentan con una licencia especial para la pesca de calamar en la plataforma marítima en disputa.
Según las estimaciones provisorias, los habitantes británicos de las Islas Malvinas podrían empezar a pagar aranceles de entre el 6% y el 18%, por los productos que quieran ingresar al mercado europeo. Hace unas semanas, el legislador laborista Derek Twigg hizo observaciones al primer ministro sobre el impacto que tendría el Brexit en el archipiélago. “Las exportaciones de pesca a la Unión Europea representan el 40% del Producto Interno Bruto de las Islas Falkland y hasta el 60% de los ingresos de las Isla, esto plantea un serio desafío. ¿Tratará el Primer Ministro este asunto cuando se reúna más tarde con la Presidente de la Comisión Europea?”, se preguntó el parlamentario opositor.
En su texto de fin de año a los isleños, Johnson confió que el Brexit se crearán nuevas oportunidades comerciales a “largo plazo”. “En los meses y años por adelante, el mundo puede que no los identifique por vuestras ostras, pero si por cierto lo será por vuestro calamar Loligo”, auguró el premier británico.
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