Luego de que esta mañana arribaran al país las primeras 300 mil dosis de la vacuna Sputnik V en un vuelo proveniente de Moscú, Rusia, el presidente Alberto Fernández expresó su gratitud con los funcionarios que llevaron adelantes las gestiones y con las autoridades rusas, al tiempo que consideró que “se abre un camino de esperanza, pero la pandemia aun no ha terminado”.
“Debemos seguir cuidándonos”, insistió el jefe de Estado tras agradecer a los desarrolladores de la Sputnik V y al presidente Vladimir Putin “por el compromiso que han demostrado con nuestro país”.
En una serie de mensajes a través de su cuenta de Twitter, agradeció también a la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, y a la asesora presidencial Cecilia Nicolini “por ponerse al hombro las gestiones”; al ministro de Salud Ginés González García “por el trabajo silencioso de cada día”; y “a todo el pueblo argentino por el esfuerzo que hizo este año tan difícil”.
“Ahora comienza la campaña de vacunación más grande de nuestra historia, en la que el personal de salud volverá a ser fundamental”, agregó el Presidente. Y cerró sus palabras deseando felices fiestas: “Esta noche, cuando brindemos, hagámoslo por ellos y por los que ya no están. Y cuidémonos, que es lo más importante. Feliz Navidad”.
Según se prevé, las vacunas comenzarán a ser distribuidas en todo el país en un lapso de 24 horas. Esta mañana, pasadas las 11 y tras un largo viaje que se extendió por 18 horas, comenzó la descarga de los termocontenedores, que mantienen el frío que requiere el producto.
El avión había despegado ayer desde el Aeropuerto Internacional Sheremétievo, luego de haber permanecido seis horas en tierra para cumplir con el proceso de carga de las vacunas y los procedimientos de aduana.
También ayer la vacuna Sputnik V fue autorizada por el Ministerio de Salud con “carácter de emergencia”. Era la última evaluación médica necesaria antes de que el Gobierno arranque el mega plan de vacunación.
Minutos después del arribo, se llevó a cabo una conferencia de prensa en la sala Malvinas Argentinas del aeropuerto de Ezeiza para brindar detalles del operativo. La misma estuvo encabezafa por el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, además de Ginés González García, Vizzotti y Nicolini.
Al tomar la palabra, Cafiero aseguró que la vacunación comenzará la semana que viene y que las dosis ya se encuentran en camino hacia los centros de distribución. “En pandemia siempre hicimos un trabajo articulado con todos, no tenemos más que palabras de agradecimiento, y ahora en la etapa de la vacuna también será con ese formato”, afirmó el Jefe de Gabinete.
Por su lado, González García reflexionó: “Estamos muy contentos. Fue un larguísimo trabajo que empezó hace muchos meses. La decisión del Presidente fue asegurar la vacunación de los argentinos al comienzo de la vacunación en otros lugares del mundo. Claramente somos un país que estamos entre los primeros en comenzar y vamos a ser también uno de los países que vamos a terminar vacunando a gran parte de la población argentina”.
Las primeras dosis tendrán un plazo de entrega de 12 horas para el Área Metropolitana Buenos Aires (AMBA) y 24 horas a capitales y cabeceras del resto del país, bajo custodia de fuerzas policiales. La Provincia de Buenos Aires retirará desde el sitio de alojamiento, mientras que el resto de las jurisdicciones recibirán la vacuna en un punto de almacenamiento acordado con cada distrito, adoptando los lineamientos del Ministerio de Salud de la Nación.
El ministerio de Salud enviará el 50% del equipamiento de las dosis este fin de semana y el otro 50% el siguiente. El primer objetivo del plan es garantizar la inoculación de todo el personal de salud, que se calcula en 700 mil personas. Para enero está programado que lleguen 5 millones de vacunas.
La meta más ambiciosa del Poder Ejecutivo es vacunar a 15 millones de personas antes de que finalice marzo. En ese grupo está el personal de salud, las fuerzas de seguridad, los docentes, los mayores de 60 años y las personas de entre 18 y 59 años con enfermedades prexistentes. Serían cinco millones de dosis aplicadas por mes, lo que implicará un esfuerzo logístico y de gestión que pondrá a prueba al Gobierno.
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