Cristina Fernández de Kirchner no perdió una sola votación este año y la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo no será la primera. Si bien la media sanción llega con votos de distintos partidos políticos, y su sanción sólo sería posible con un apoyo transversal, no será bajo su conducción política que Alberto Fernández sufra una derrota en el Senado. Eso da tranquilidad al sector “verde” de la Cámara alta estos días. La misma premisa plantean sobre posibles cambios: modificar el texto y regresarlo a Diputados es una opción que hoy no se contempla.
La propia ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad aclaró que el plan oficial es avanzar con el mismo texto que votaron en la Cámara de Diputados. Habló de presiones que se incrementaron en los últimos días. Y señaló que “no se está evaluando tocar el texto, se va a votar el proyecto que llegó y que había sido trabajado previamente con senadores y senadoras de todos los bloques en el momento que trabajamos en el dictamen en la Cámara de Diputados y Diputadas”.
En el Senado se prepara una extensa sesión. Sin embargo, el horario de la convocatoria escapa del estilo que impuso la Vicepresidenta. Aunque está en El Calafate, donde pasará Navidad, ayer por la tarde hizo difundir el decreto llamando a sesión para el martes 29 de diciembre a las 16 y no a las 14 hs como fue habitual este año. Los temas son dos: la IVE y el proyecto de los Mil Días para asistir a mujeres embarazadas y niños hasta los tres años de edad. Hay quienes creen que se agendó de esa manera para no superponer el arranque con la sesión de Diputados convocada para tratar la Movilidad Jubilatoria. Pero también se propicia que los senadores viajen desde sus provincias de manera que eviten las presiones locales de ciudadanos, la Iglesia y hasta de algún gobernador. Ya hubo escraches en algunos distritos y podría volver a ocurrir. La sesión no sería presencial pero los legisladores estarían en sus despachos y podrían rotarse en el recinto.
El silencio de algunos senadores y senadoras y algunos indicios sobre posibles cambios de votos o de ausencias o abstenciones habilitan las más diversas especulaciones. Forzada, la votación estaría en 34 a favor de la ley y 34 en contra. Sin embargo, no todas las cuentas dan igual.
A los celestes hay que restarles el voto de José Alperovich quien se encuentra de licencia por una denuncia de abuso. Si su estado de salud se lo permite, Carlos Menem votaría en contra de la ley. Si el riojano no vota, esa planilla de hoy quedaría con 34 a favor y 33 en contra.
Pero también hubo otras señales. La semana pasada viajó desde Salta Sergio ‘El Oso’ Leavy, un voto contabilizado para los ‘celestes’. El salteño le debe su senaduría al kirchnerismo y según dicen, antes de juntarse con Alberto Fernández también tuvo una charla en el Senado donde la conducción política del Frente de Todos dio la indicación de que la ley debe salir. También se reunió con varios ministros del Gabinete. Jorge Ferraresi, el más cristinista, le dio una buena noticia: se reactivará la construcción de 4.000 viviendas para su distrito y se firmarán planes para otras 2.500.
Si Leavy y Menem no votaran en contra los celestes bajarían a 32.
El empeño a favor de la ley quedó claro en la firma del dictamen. Varios senadores recibieron llamados de Oscar Parrilli. Uno de ellos fue el ex gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck. En su caso presentó una serie de cambios a la ley que lo dejarían más tranquilo para votar a favor. Uno, que lo preocupa especialmente, es la objeción de conciencia ya que en Río Negro hubo 70% de médicos objetores. Si todo el personal de salud se acogiera no habría aborto posible. Pero precisamente la objeción de conciencia institucional fue un agregado en las conversaciones paralelas entre diputados y senadores para garantizar apoyo. El cambio obliga a los establecimientos privados a derivar a las mujeres que pidan la práctica de interrupción del embarazo a otra institución con garantía de atención.
Según indicaron varias fuentes confiables a Infobae, no habrá cambios a la ley. Se busca sancionarla entre el próximo martes y la madrugada del miércoles. Si hubiera cambios tendría que volver a tratarla la Cámara de Diputados y es lo que se pretende evitar. La lapicera del presidente Alberto Fernández podría ser una solución: en la reglamentación podrían detallarse condiciones que conformen al referente de Juntos Somos Río Negro. Además la media sanción fue consensuada entre distintos sectores y cada modificación genera decenas de conversaciones. De hecho las representantes de La Campaña que impulsan año tras año su proyecto expresaron su disconformidad con la objeción de conciencia institucional.
El otro cambio, de los varios que solicitó el rionegrino es establecer que después de la semana 14 sólo pueden realizarse abortos por violación o riesgo de vida. Lo compartió el peronista entrerriano Edgardo Kueider.
La semana pasada Kueider firmó el dictamen en disidencia parcial. Lo hizo después de recibir un llamado de Parrilli, uno de los senadores más cercanos a CFK. Sin esa firma el proyecto no superaba la instancia de la comisión. Firmó. Esta semana el Presidente viajó a Concordia, capital alterna de Entre Ríos y en un acto de apertura de sobres para obras en el aeropuerto local agradeció a varios dirigentes. “No lo veo pero le agradezco a Edgardo”, señaló Alberto Fernández. Edgardo es Kueider que no participó del acto pero escuchó el agradecimiento. Algunos lo cuentan verde y también a Weretilneck y por eso la suma a favor da 34.
Otra senadora que ya está incluida en ese número es Silvina García Larraburu, peronista de San Carlos de Bariloche. En 2018 votó en contra. Esta vez votará a favor. “Es un contexto distinto”, reflexionó en su provincia después de firmar el dictamen que habilita el tratamiento en el recinto.
Quienes inclinarían la balanza serían Lucila Crexell (Movimiento Popular Neuquino) y Stella Maris Olalla, de la UCR de Entre Ríos. Podrían ser dos verdes, dos abstenciones o un voto para cada sector. Crexell ya se abstuvo dos años atrás pero está más cerca de la despenalización que de la prohibición absoluta.
El otro voto que algunos cuentan verde pero que podría ser celeste es el de Oscar Castillo, del Frente Cívico y Social de Catamarca. Su provincia es contraria al aborto pero además integra el tercio de distritos que renuevan senadores. Eso puede pesar en la decisión de Castillo, que dos años atrás ya votó a favor, si quiere reelegir o ser candidato a diputado nacional. Lo mismo le pasa a Juan Carlos Marino, radical de La Pampa, que volverá a votar celeste.
Si Castillo vota en contra, sube uno más el rechazo. Otra sería la historia con una posible abstención o voto a favor.
Finalmente dos cordobeses evitan definirse públicamente pero todos los suman en los 34 verdes: Laura Rodríguez Machado y Ernesto Martínez. Ambos votaron a favor en 2018. Y en 2021 completan su mandato.
Esta semana en reunión de interbloque Juntos por el Cambio ratificó la libertad de voto y libertad de quórum. Humberto Schiavoni, jefe del bloque del PRO, negó ante Infobae que haya habido presiones de Mauricio Macri o de Patricia Bullrich, presidenta del partido, para rechazar la ley y ‘herir’ políticamente al Gobierno. Y ratificó su voto a favor.
Las señales de tranquilidad y firmeza para sostener el texto tal como llegó de la Cámara baja, permiten vislumbrar un escenario optimista para el sector ‘verde’ y el oficialismo en el Congreso aunque en temas tan conflictivos siempre hay margen para las sorpresas.
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