En la antesala de la oficina del jefe del bloque del PRO, Humberto Schiavoni, hay un panel que ya usó en 2018 para la votación de la interrupción voluntaria del embarazo. Una línea trazada con marcador divide los imanes con las fotos de los senadores según su posible voto. Arriba, de cada lado, el mismo número escrito con el mismo marcador: 34. En el medio los tres senadores que no han dado indicios de su voto: Lucila Crexell (Movimiento Popular Neuquino), Stella Maris Olalla (UCR) y Oscar Castillo (Frente Cívico y Social de Catamarca). En el margen figura José Alperovich, de licencia. Ese panel contabiliza como ‘verdes’ a algunos senadores que todavía no están 100% convencidos de su voto (Alberto Weretilneck y Edgardo Kueider) y que piden cambios. En los 34 celestes está también Carlos Menem, actualmente internado. El panel y esta entrevista terminan de ratificar la posición de Schiavoni que en algunas versiones se había puesto en duda.
-¿El próximo martes se votará la ley de la interrupción voluntaria del embarazo, qué votará?
-Voy a repetir lo mismo que voté en 2018, a favor de la legalización y la despenalización del aborto.
-Decían que en Juntos por el Cambio algunos no quieren que la ley salga porque la impulsó el gobierno de Alberto Fernández
-Lo desmiento totalmente. No hubo ningún tipo de presión. En el interbloque hemos resuelto libertad de acción, libertad de conciencia respecto al contenido del voto y libertad de quórum porque también se especulaba que los verdes nuestros no iban a dar quórum para de esa manera hacer caer la sesión. Nada de eso, hay libertad de acción y de quórum.
-Entonces cada senador votará según su convicción o la de su provincia
-Es lo mismo que hicimos en el año 2018. No hay un mandato partidario. Esto es transversal a todos los partidos políticos y cada uno vota de acuerdo a lo que su conciencia le dicte.
-¿Mauricio Macri lo llamó por su voto?
-No, no. Lo desmiento totalmente. Fue muy respetuoso en el 2018 y también esta vez. No hubo ningún tipo de presión ni de Mauricio Macri ni de ningún dirigente del partido.
-O sea que Patricia Bullrich, presidenta del PRO, ¿tampoco?
-Tampoco
-¿Y presiones de la Iglesia?
-No. Obviamente que se pusieron en contacto con nosotros algunos obispos. El obispo de mi provincia a través de llamados y pedidos de reuniones lo cual es absolutamente natural. Yo lo tomo como algo lógico y siempre en el marco de mucho respeto.
-¿Cómo cree que va a salir la ley?
-La verdad que no sé. Tenés dos coordenadas que hay que ver. Primero si los que votamos a favor en 2018 y seguimos siendo senadores mantenemos la misma posición. Y lo segundo es que en 2019 se renovó un tercio de la Cámara y hay muchos senadores que no sabemos cómo van a votar, sobretodo aquellos que no han manifestado su posición pública. Yo particularmente, y muchos colegas, por una cuestión de respeto, no estamos indagando ni presionando. En el Senado y en el interbloque nuestro hubo mucho respeto.
-Si la interrupción voluntaria del embarazo es ley, ¿es un triunfo del Gobierno?
-No. No es un triunfo del Gobierno. No es el triunfo de ningún sector partidario. Es una larga lucha que emprendieron muchas mujeres hace muchos años, organizaciones que vinieron bregando por este tema. En 2018 este debate que fue clausurado durante décadas el presidente Macri lo habilitó. No salió la ley, tuvo media sanción pero no salió en el Senado. El presidente Alberto Fernández había hecho una promesa de campaña de que iba a mandar el proyecto y cumplió. Creo que si sale es una conquista de la lucha de muchas mujeres y de una gran parte de la sociedad.
-Si la ley no es sancionada, ¿es una derrota para el Gobierno?
-Depende cómo lo tome el Gobierno. Si el Gobierno quiere usar políticamente este tema va a ser una derrota. Si se mantiene ecuánime no va a ser una derrota.
-En el debate en comisión se habló del rol del hombre. Quienes están en contra de la legalización plantearon que se lo deja de lado porque no puede decidir sobre esa paternidad. Usted que es senador y hombre, ¿qué opina?
-No estoy de acuerdo. Creo que acá hay que priorizar los intereses y los derechos de la mujer. La que se juega la vida es la mujer.
-¿Habla con su hermano Alfredo Schiavoni, diputado nacional, sobre este tema? Él votó en contra
-Sí, hablo. Él votó en contra. Él se había comprometido con un sector que lo apoyó en la campaña. Somos hermanos, no siameses. Cada uno puede tener su propia opinión sobre este tema y cualquier otro tema.
-Si fueran siameses también podrían tener su propia opinión.
-También, sí.
-¿Ninguno quiso convencer al otro?
-No, no. El conocía mi posición, yo conocía la posición de él. Nos manejamos en el marco de respecto que yo me manejé con todos mis colegas.
-¿Hay senadores condicionados por el electorado de su provincia o por el gobernador o gobernadora o por algún culto, la iglesia católica o evangélica?
- Es probable. Hay que ver los casos. Hay provincias donde la posición antiaborto es muy fuerte. Pero yo creo que básicamente lo que pesan son las convicciones personales, la visión que uno puede tener de este tema como política pública de salud, los derechos de la mujer...Creo que hay puntos de valoraciones que pesan y no creo que algún senador esté pensando de manera oportunista sobre este tema.
-¿Como misionero no le preocupa el peso de la iglesia en su provincia? ¿No le preocupa la posición en contra de la mayoría de los misioneros? Los diputados que votaron a favor o se abstuvieron fueron reprochados públicamente por la iglesia evangélica por ejemplo.
-Yo fui electo senador en el año 2017 cuando este tema no estaba en el debate público. Por lo tanto yo no tuve que decirle a los misioneros ‘voy a votar de una manera respecto de este tema’. Si yo me hubiera comprometido en un sentido lo tendría que haber sostenido o por lo menos explicado. Cuando fui electo hice toda la campaña y este tema no estaba en el debate, no me pronuncié sobre este tema. Lo hago sobre la responsabilidad que me da representar al pueblo y ver que este tema, que para mí es lamentablemente de salud pública y que afecta a miles de mujeres que por año mueren o quedan con daños irreversibles en su aparato reproductivo, invariablemente con daños invariables y psicológicos. Aunque exista la ley, y esté tipificada en el código penal, los abortos se hacen y se hacen de la peor manera. Tenemos que dar una respuesta desde el punto de vista de la salud pública. Además están los derechos de las mujeres que no pueden ser de segundo orden. Tenemos que valorar todas estas cuestiones. Es mi deber como funcionario público. Si yo hubiera tenido un compromiso con mi electorado en otro sentido estaría faltando a ese compromiso. En este caso no tuve ese compromiso.
-En una entrevista dijo que lo contactó el obispo de Misiones, ¿lo contactaron otros religiosos?
-Si, si. Es más, el día 28 voy a estar en Posadas y voy a reunirme con un grupo de pastores evangélicos. También lo hice en 2018, me reuní con todos los que me pidieron reuniones. Lo hice y siempre en el marco de respeto. He recibido miles y miles de mails, siempre con mucho respeto.
-¿Amenazas recibió?
-No. Esta vez no.
-Le cambio de tema. ¿PASO sí o PASO no?
-Las PASO, para ser honesto, nos convienen en algunos distritos y en otros no. Y al oficialismo le pasa exactamente lo mismo. Pero nosotros pensamos que las PASO tienen que permanecer porque ya entrando en el año electoral, alterar reglas de juego tan esenciales, tan básicas como son las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias me parece que es muy grave institucionalmente. En unos distritos nos va a convenir o nos va a convenir menos, depende las características de cada uno de los territorios. El año que viene se eligen diputados y senadores en las provincias, son elecciones de distritos, no es una elección nacional como cuando se elige presidente. Lo importante acá, como para todos los órdenes, es acostumbrarnos a respetar las reglas de juego. Y las PASO son, desde hace varios años, como lo propuso el ex presidente Néstor Kirchner un avance en la legislación electoral en la Argentina.
-En algunos distritos ya aparecen varios candidatos, por ejemplo la provincia de Buenos Aires.
-Sí. Pero en muchos distritos la experiencia nos indica que generalmente hay listas únicas.
-¿Cree que habrá listas únicas?
-Yo digo que la experiencia estos años es que en pocos distritos hubo competencia. En mi provincia, Misiones, el año pasado tuvimos por primera vez PASO. El frente Juntos por el Cambio tuvimos tres candidatos compitiendo por la diputación nacional, el candidato que venía del peronismo vinculado con Miguel Angel Pichetto, el candidato del PRO y un candidato del radicalismo.
-¿María Eugenia Vidal tendría que ser candidata el año que viene?
-Los que fuimos candidatos sabemos que es una cuestión muy personal. Creo que hay que respetar la decisión de vida que pueda tomar María Eugenia Vidal, en un sentido o en otro. Que es una excelente candidata no me cabe la menor duda así como fue una excelente gobernadora.
-¿Sería la mejor candidata?
-Voy a hablar de afuera porque no es mi distrito, creo que es la candidata más potente que tiene nuestro espacio.
-¿Y Elisa Carrió que acaba de decir que podría ser candidata?
-No sabía. La verdad no la escuché que quería ser candidata de vuelta. Tiene todo el derecho del mundo.
-¿No le gusta mucho?
-No, no. Me gusta más María Eugenia Vidal porque soy del PRO, es una cuestión partidaria. Pero Elisa Carrió es una dirigente que ha hecho muchos aportes a la República y que tiene todo el derecho del mundo de ser candidata.
-Emilio Monzó dijo que Mauricio Macri tiene que estar y aportar pero que no puede volver a ser candidato...
-Insisto. Es una decisión personal de Mauricio Macri. Y Mauricio Macri anticipó que en el año 2021 no va a ser candidato. Es un líder muy importante, es el líder el PRO y hay que respetar lo que él opine.
-¿Y le gustaría que sea?
-Primero respetaría su decisión y segundo el contexto. Tiene un predicamento muy importante en nuestro espacio político. Todos los que estamos en el PRO le debemos mucho a él como dirigentes y mucho también le debemos en la carrera personal. En eso hay que ser agradecidos.
-Algunos dicen que tiene que dar un paso al costado para dar espacio a nuevos liderazgos, por ejemplo a Horacio Rodríguez Larreta.
-En política no se puede jubilar a nadie, la historia es rica en casos de presidentes que vuelven a ser presidentes o presidentes que no vuelven a ser presidentes o gente que estaba jubilada y vuelve a ocupar cargos importantes. Horacio Rodríguez Larreta ha demostrado en este último año de gestión un liderazgo muy eficaz. Si uno compara cómo manejó Horacio la pandemia con respeto al gobierno nacional las diferencias son nítidas y eso se refleja en las encuestas. Horacio hoy es el dirigente mejor valorado socialmente. Tiene que ver en gran parte por su gestión de gobierno, es un líder muy, muy eficaz. Se anticipó a lo que hoy es corriente en el mundo, proteger a los grupos de riesgo, la apertura de clases, liberalizar las cosas que se pueden liberalizar. La Ciudad demostró que venía fortaleciendo su esquema de salud pública y no ha tenido sobresaltos aún con los picos de casos.
-¿Se equivocó al mostrarse tan cerca del Gobierno nacional y del de la Provincia?
-Era lo que correspondía.
Fotos y videos: Matias Arbotto
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