El Tribunal Oral Federal 3 dará hoy a las 13 su veredicto contra Carlos Telleldín en el juicio en el que está acusado de haber vendido la camioneta traffic que se usó como coche bomba en el atentado a la AMIA, ocurrido en 1994 y que mató a 85 personas. La audiencia comenzó a las 10 con Telleldín que aceptó hablarle a los jueces antes de conocerse el fallo. “Reitero como en 2004 de mi inocencia total y absoluta en este terrible atentado. Y quiero decir que algunas cosas fueron mentiras y fraudulentas desde el primer día para perjudicarme”, dijo el acusado.
Telleldín tiene dos pedidos de condena a prisión perpetua y otro a 20 años de prisión que hicieron la Fiscalía y las querellas del caso. La defensa solicitó su absolución. Tras la palabras de Telleldín, los magistrados Andrés Basso, Javier Ríos y Fernando Canero pasaron a deliberar y a las 13 horas darán el veredicto.
“Estamos a 27 años del terrible atentado y estamos con Telledín sabe, Telleldín presume. La camioneta se la vendí a una persona que vino por el aviso del diario, se vendió de manera normal. Tenía acento centroamericano. Por eso la presunción de que podía estar vinculado al narcotráfico. Pero es una presunción. Una locura tremenda decir que me tenía que representar el atentado. Pasaron 27 años y siguen diciendo las mismas mentiras”, dijo ante los jueces y el resto de las partes que lo escuchaban por el sistema de videoconferencia.
Contó que desde los 17 años se dedicó a la venta de autos y que en la cárcel se recibió de abogado. “Capaz que equivoqué el camino de comprar partes de autos sustraídas. Pero no le vendí autos ningún delincuente ni a personas con antecedentes y ningún vehículo fue usado para una maniobra ilícita. Siempre vendí desde mi casa”, sostuvo. Contó que en 2001 quiso suicidarse en la cárcel de Devoto con la ingesta de más de 100 pastillas. “Llegó un momento que no resistía mas la injusticia, no la cárcel a la que me acostumbré”, recordó y le agradeció a los jueces y que esperaba su resolución.
El atentado a la AMIA y el juicio
Esta es la segunda vez que Telleldín es juzgado por el atentado y ya estuvo 10 años preso en la cárcel de Devoto donde se recibió de abogado. El primer juicio fue declarado nulo en 2004 pero cinco años después la Corte Suprema de Justicia de la Nación ordenó que se lo vuelva a investigar por la entrega de la camioneta. Además, Telleldín ya tiene una condena de tres años y medio de prisión por cobrar 400 mil dólares para acusar falsamente a policías de su intervención en el atentado.
El atentado a la AMIA ocurrió hace 26 años. Fue el 18 de julio de 1994 cuando una camioneta traffic blanca con entre 300 y 400 kilos de explosivos se estrelló en la mutual judía AMIA. Murieron 85 personas y 151 fueron heridas. Era el segundo atentado que sufría Argentina tras el ataque en 1992 a la embajada de Israel. Por el atentado a la AMIA la justicia argentina tiene pedida desde 2006 la captura internacional con alertas rojas de Interpol de seis iraníes y un colombiano acusados de ser los autores intelectuales del ataque. No se los detiene porque Irán no extradita a sus ciudadanos y así no se puede avanzar en el expediente.
Telleldín, doblador de autos, fue quien vendió la camioneta que se usó en el atentado. Se determinó que había comprado el motor que se encontró entre los escombros de la AMIA y sus esquirlas en los cuerpos de las víctimas. El motor estaba en el chasis de otra camioneta.
Los fiscales de la Unidad AMIA, Roberto Salum, Santiago Eyherabide y Santiago Roldán, la querella que representa a los familiares de las víctimas, a cargo de Horacio Etcheverry y Analía Fangano, y la de AMIA-DAIA, encabezada por Miguel Bronfman, coincidieron en el juicio que Telleldín vendió la camioneta sabiendo que se iba a utilizar para un delito.
Señalaron que Telleldín hizo la operación con papeles falsos -estaba a nombre de Ramón Martínez, una persona con la que estaba enemistada, fraguó la firma y puso un número de DNI que empezaba con 41 millones que para 1994 no existía-; que sembró testigos para hacer un montaje de que no estaba vinculado al hecho y que cuando ocurrió el atentado se fugó a Misiones, donde fue detenido. También señalaron que en el juicio se recogieron testimonios que indicaron que Telleldín estaba muy nervioso cuando se conoció el ataque a la AMIA.
“Dio el elemento esencial para el hecho. Telleldín se representó que ese vehículo podía ser usado como un coche bomba y a pesar de eso siguió adelante con su accionar. Actuó con indiferencia y egoísmo”, dijo el fiscal Salum en su alegato. “Telleldín proveyó el arma homicida. Está acreditada su participación criminal en el hecho terrorista”, sostuvo en la misma línea Bronfman.
La única diferencia entre los acusadores fue el delito que le imputaron. La Fiscalía y la querella de familiares pidieron que Telleldín sea condena por homicidio doloso doblemente calificado por odio racial o religioso y por haber sido cometido por un medio idóneo para causar peligro común que tiene la única pena de prisión perpetua. Por su parte, AMIA-DAIA lo acusó de estrago culposo agravado y pidió 20 años de cárcel y su inmediata detención en caso de que sea condenado.
La querella de los familiares advirtió en su alegato que la acusación a Telleldín es apenas una parte del atentado y que a la justicia le falta determinar quiénes recibieron la camioneta, quiénes pusieron los explosivos y quiénes idearon y ejecutaron el atentado. “Queda mucho por investigar y esclarecer. Y los familiares continúan y continuaron bregando por el castigo a los culpables. Pasaron 26 años y seguimos reclamando justicia”, dijo el abogado Etcheverry.
En sus alegatos, la defensa de Telleldín pidió su absolución. “Entregó la camioneta sin saber el destino que se le iba a dar. Hay una carencia absoluta de prueba. La única conducta que realizó Telleldín fue la declarada por él mismo en 1994 y que está probada. Y que fue la venta de camioneta traffic a una persona de nombre Ramón Martínez por 11.500 dólares, un valor de mercado”, sostuvo la defensora oficial Verónica Carzolio.
La defensa señaló que Telleldín - de 59 años y que estuvo presente en todos los alegatos- no tuvo ningún vínculo con los autores del atentado y que más allá del dinero de la venta de la camioneta no tuvo otro rédito económico. También que no tenía ningún motivo para atentar contra la AMIA.
Carzolio también hizo una serie de planteos jurídicos de por qué Telleldín debía ser absuelto. Dijo que se debía aplicar el criterio de plazo razonable de juzgamiento ya que después de 26 años el acusado no puede ser responsable de las demoras judiciales. También que la causa está prescripta ya que no es un delito de lesa humanidad porque para eso debe ser cometido por un estado o por una organización que le responda y que no está probado que Irán haya participado como país del atentado. Agregó que Telleldin no pudo defenderse en la investigación del caso por la imparcialidad del destituido juez Juan José Galeano y que ya fue juzgado en un proceso en el que fue absuelto por lo que tal como marca la ley no puede ser acusados dos veces del mismo hecho.
La defensa también pidió que Telleldín no sea detenido si es condenado. Carzolio explicó que ya estuvo preso 10 años, que siempre estuvo a derecho cada vez que fue citado por la justicia y que el caso no tiene ninguno de los riesgos procesales para apresarlo sin condena firme.
El juicio oral comenzó en mayo del año pasado y se interrumpió en marzo por la pandemia del coronavirus. Se reinició en junio por videoconferencia y así culminará. El veredicto que darán los jueces puede ser apelado por las partes para que sea revisado por la Cámara Federal de Casación Penal.
En 2001 se inició el primer juicio a Telleldín. Fue para juzgarse lo que se conoció como la conexión local del atentado. En 2004 todos los acusados fueron absueltos porque se declaró nulo. En el juicio se determinó que en la investigación se habían cometido una serie de irregularidades. Una de ellas fue que el juez Galeano autorizó a que Telleldín cobre de manera ilegal 400 mil dólares de la entonces Secretaria de Inteligencia para acusar falsamente a oficiales de la Policía Bonaerense de que ellos tuvieron la camioneta antes del atentado.
En 2009, la Corte Suprema confirmó toda la nulidad excepto la parte de la entrega de la camioneta por lo que Telleldín volvió a ser investigado y llegó a este segundo juicio.
En el medio de ambos hubo otro. Fue el juicio por las irregularidades en la investigación que se detectaron en el primero. Telleldín fue condenado a tres años y medio de prisión, el ex juez Galeano a seis años y los ex fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia a dos años y el ex presidente Carlos Menem absuelto, entre otros. El fallo está bajo revisión de la Cámara Federal de Casación Penal.
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