Diciembre suele ser un mes donde no solo sube la temperatura ambiente. También el termómetro social va en aumento porque la inflación y la desocupación todavía siguen castigando los bolsillos de los argentinos y la pandemia potenció otros problemas estructurales. Por eso el Gobierno Nacional, con el acompañamiento del de la provincia de Buenos Aires y los municipios, sobre todo los del Conurbano, pusieron en marcha un plan con el objetivo de ayudar a los sectores más vulnerables y en este último mes del año decidieron fortalecer la asistencia social para atenuar los números de una pobreza que preocupa. Según la encuesta que anualmente realiza el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina, durante el cuatrimestre que abarca desde julio a octubre de este 2020, el 44,2% de la población argentina en los grandes centros urbanos relevados está bajo la línea de pobreza. Y seis de cada diez menores de 18 años son pobres.
El viernes 18 de diciembre quienes poseen la Tarjeta Alimentar recibieron un refuerzo extra. En lugar de los $ 8.000 que se les acredita el tercer viernes de cada mes, dispondrán de $ 12.000. Ese beneficio alcanza a 1,5 millón de personas. Son madres y padres con hijos de hasta 6 años que cobran la Asignación Universal por Hijo (AUH). Este martes 22 también habrá un bono de $ 9.400 para los 700 mil beneficiarios del programa Potenciar Trabajo, quienes cobran la mitad de un sueldo mínimo por una prestación de cuatro horas diarias. Y, además, desde el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación salieron los fondos que permitirán el reparto de 1.700.000 cajas navideñas destinadas a los sectores carenciados.
“Ha sido un año muy difícil sobre todo por la pandemia. A pesar de eso hicimos un gran esfuerzo y eso le permitió a los comedores mejorar y ampliar la atención a quienes más lo necesitan. En este diciembre se invirtieron 63 mil millones de pesos en asistencia para todo el país, de los cuales un 40 por ciento fueron dirigidos a la provincia de Buenos Aires”, le dijo el ministro de esa cartera, Daniel Arroyo, a Infobae.
También fue reforzada la entrega de productos alimentarios del SAE, el Sistema Alimentario Escolar. Es el servicio que habitualmente cumplen los comedores escolares con desayunos, almuerzos y meriendas pero que con la pandemia sufrió una transformación. Para ayudar a los más vulnerables la ayuda se transformó en bolsones con alimentos que se entregan cada 15 o 30 días. En diciembre se hizo una entrega doble, para que abarque no solo a diciembre sino también a enero. Cada familia con un niño o niña en edad escolar recibió entre 22 y 24 kilos de mercadería, que incluían leche, aceite, huevos, harina, fideos, latas de tomate, latas de arvejas y otros productos de primera necesidad. Durante febrero y marzo la modalidad se mantendrá aunque todavía no se haya establecido el retorno de las clases presenciales en el ámbito provincial.
Arroyo dice que supervisaron que esos bolsones contuvieran “la mayor calidad nutricional posible, con alimentos ricos en proteínas, frutas y verduras”. Y agrega un dato alentador que percibieron en las últimas semanas: “Hace casi un mes y medio que notamos una disminución en la cantidad de personas que acuden a los comedores comunitarios en el Conurbano bonaerense. Y según lo que pudimos relevar se debe a que hay más changas, trabajo informal, vinculado a la construcción y a la industria textil”. En esos comedores resulta clave el trabajo de los voluntarios –en su gran mayoría, reciben la AUH- que este mes, como reconocimiento a su tarea, percibirán un bono extra de $ 5.000.
Este trabajo desde Nación tuvo como aliado a la mayoría de los municipios que con fondos propios también armaron cajas navideñas para repartir entre los sectores más pobres. En Quilmes, por ejemplo, fuentes de esa comuna donde la intendenta es Mayra Mendoza le detallaron a Infobae que allí se venían entregando 70.000 raciones de comida semanales en los que se denominan puntos solidarios, que son 130. Antes esos eran los lugares en los que los sectores más golpeados por la crisis armaban ollas populares. Desde la Municipalidad los asisten también con las cajas especialmente armadas para esta Navidad.
Un panorama similar se vive en La Matanza, el distrito más extenso y más densamente poblado del Conurbano. Hubo un redoble en la asistencia alimentaria desde la intendencia que lidera Fernando Espinoza. A los 300 mil bolsones de comida mensuales también se le sumaron los artículos navideños, con recursos compartidos por Nación y Provincia.
Desde las organizaciones sociales que transitan ese municipio de casi 2 millones de habitantes resaltaron ante la consulta de Infobae la labor del Ejército Argentino. Desde que estalló la pandemia se instalaron 11 cocinas de campaña que sirvieron como punto de elaboración y distribución de tres raciones diarias de viandas calientes.
Otra zona habitualmente “caliente” del Sur del Conurbano es Lomas de Zamora donde desde la Municipalidad que conduce Martín Insaurralde se apuntó a robustecer a los hogares de los barrios vulnerables con productos para afrontar las Fiestas.
En la provincia de Buenos Aires, el Ministerio de Desarrollo de la Comunidad, a cargo de Andrés “Cuervo” Larroque, también dispuso de fondos para cumplir con los módulos alimentarios durante el verano. En Quilmes, por ejemplo, se dieron 7 mil módulos por semanas en las escuelas del distrito.
Todas estas medidas se tomaron con el fin de evitar saqueos o bloqueos a supermercados para que se entregaran mercaderías en forma compulsiva, como ocurrió hace unos años. En otras intendencias como Avellaneda, Florencio Varela y Almirante Brown a través de los movimientos barriales se incrementó la ayuda entre un 30% y un 100%.
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