La DAIA reunió este jueves por la tarde a embajadores de distintos países acreditados en la Argentina para encender la 8° vela de Janucá, una tradicional ceremonia judía, junto a la entidad que agrupa a 140 instituciones judías en nuestro país. El acto tuvo lugar en los jardines de la Embajada Británica en Buenos Aires, en Recoleta.
A la Janucá se la considera una de las más emblemáticas y familiares celebraciones de la religión judía en el mundo y tiene una duración de ocho días (había empezado el 10 de diciembre). El significado de esta “fiesta de las luminarias” se vincula con la renovación y la alegría. Evoca la victoria hace 22 siglos de los macabeos sobre el ejército seléucida que culminó con la recuperación del Gran Templo de Jerusalén. Según la creencia, en el templo ocurrió un milagro: los macabeos prendieron un candelabro de 7 brazos que permaneció encendido durante ocho días, aunque tenía aceite solamente para que durara uno. Por eso se prenden las ocho velas de un candelabro llamado Januquiá. Cada una de estas velas deben encenderse apenas iniciado el anochecer y no pueden ser utilizadas para otro propósito que no sea la contemplación y la reflexión.
La Januquiá se debe ubicar cerca de una ventana para que se pueda apreciar desde afuera. La tradición indica que, al menos, hay que encender un candelabro por familia. En esta emblemática celebración, los judíos se saludan con la frase “¡Jánuca sameaj!” cuyo significado es “iluminar al mundo” con esos valores milenarios.
“Cuando encendemos estas luces tratamos de iluminar a aquel que es distinto a nosotros. La luz debe impulsar la convivencia, la libertad de expresión. Es una muestra de cómo reaccionar ante el pensamiento distinto”, dijo en su discurso el presidente de la DAIA (Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas), Jorge Knoblovits, quien también señaló los momentos tan especiales que vivió el mundo en este 2020 a raíz de la pandemia de coronavirus. Knoblovits fue el encargado de prender el shamash (llama piloto) en esta cuarta edición del Janucá en Argentina. Habitualmente se hace la celebración en la DAIA pero este año se debió realizar al aire libre. Víctor Garelik, director ejecutivo de la entidad, condujo el evento.
Luego de que cantara el jazán Gabriel Fleischer varios de los participantes fueron invitados a encender una de las ocho velas que simbolizan la janucá. Kent, como anfitrión de la reunión y embajador del Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte en Argentina, encendió la primera vela. Y luego se sucedieron la embajadora de Sudáfrica, Patience Gwala, el embajador de Egipto, Amin Meleik, la representante de Polonia, Alexandra Piatkowska, el de Marruecos, Fares Yassir, la de Israel, Galit Ronen, el de Alemania, Ulrich Sante y la última la encendieron entre Jose Frederico Ludovice (Portugal) y Jordi García (representante de la Unión Europea).
Todos dieron un corto discurso y en casi todos se resaltó la importancia de la paz y la armonía entre los pueblos para supera un años signado por la pandemia de Covid 19.
El miércoles el presidente de la DAIA y el tesorero de la entidad, Marcos Cohen, habían participado en la celebración de Janucá que fue organizada por la Secretaría Social del club Boca Juniors y por Boca Shalom. Junto al titular de la DAIA, encendieron velas también el presidente del club xeneize, Jorge Amor Ameal; la embajadora de Israel en la Argentina, Galit Ronen; el presidente de la Organización Sionista Argentina (OSA), Sergio Pikholtz; y el presidente de la AMIA, Ariel Eichbaum.