Hasta la tarde del miércoles el Frente de Todos y los ‘verdes’ del Senado no tenían las firmas para los tres dictámenes de comisión. Con luz de paso en la Banca de la Mujer, e incluso en Salud, comisión presidida por el ‘celeste’ Mario Fiad, no reunían las 9 rúbricas a favor en Justicia y Legislación Penal. Para frenar el tratamiento en el recinto alcanzaría con que una sola de las tres comisiones fracasara en la aprobación del dictamen, lo que obligó al oficialismo ‘verde’ a redoblar las negociaciones.
Si a alguien le quedaban dudas de cómo juega el kirchnerismo las despejó este jueves. El presidente de la comisión, Oscar Parrilli, conversó con el entrerriano Edgardo Kueider, también del Frente de Todos. Habitualmente de perfil bajo, “El Turco” evitó expedirse sobre la IVE durante el último mes. Sólo mantuvo intercambios privados con algunos pocos de sus pares y por primera vez habló con un medio, Infobae, sobre su postura.
Más cercano a la despenalización que a la legalización, esta semana el senador oriundo de Concordia escuchó atentamente a cada disertante. Entre amigos reflexionó sobre un denominador común entre todos los expositores: la admisión de que los abortos ocurren en la clandestinidad. Entonces, y aunque en su provincia el 65% de los ciudadanos está en contra, le transmitió a Parrilli sus inquietudes respecto a algunos aspectos que considera poco precisos o demasiado amplios en la media sanción que giró Diputados. Parrilli le pidió que acompañara el dictamen y le señaló como opción la firma en “disidencia parcial”. Eso es lo que hizo el entrerriano y también el senador cordobés opositor Ernesto Martínez que en 2018 votó a favor pero no sabe qué hará esta vez y así lo dijo públicamente en el debate esta tarde.
Según distintas fuentes, varios son los caminos posibles para el oficialismo que se juega el apoyo a la iniciativa propuesta por el presidente Alberto Fernández. El primero es conseguir votos a favor del proyecto sin necesidad de cambios lo que permitiría sancionar la ley el martes 29. El segundo escenario es aceptar algunas modificaciones y volver a enviar el proyecto a Diputados para que esa cámara dé su aval. El tercero es complejo pero ya se conversa: un compromiso del Poder Ejecutivo para hacer los ajustes al momento de la reglamentación lo que agilizaría la sanción de la ley.
“No puedo inhibir al resto del Senado a que no se trate el proyecto”, le dijo a Infobae el senador Kueider, que admitió que sin su firma el dictamen se caería. “Voy a firmar en disidencia parcial pero esto no significa que el tema esté cerrado, la discusión va a seguir en el recinto”, advirtió a este medio.
A Kueider le parecieron correctas algunas de las propuestas del ex gobernador rionegrino Alberto Weretilneck, principalmente la de marcar límites a los abortos legales: que sólo sea aceptado hasta la semana 14 y que la ley especifique que después de ese límite sólo pueda accederse en cuatro casos: inviabilidad del feto, violación a menores de 13 años, violación a mayores de 13 años hasta la semana 22 y grave peligro para la persona gestante (en este caso en cualquier momento del embarazo). Como planteó en Diputados el diputado del PRO Fernando Iglesias, que la ley mencione “la salud integral” de la gestante es un concepto demasiado amplio después de la semana 14. A Iglesias no se le aceptó la propuesta pero en el Senado la falta de mayoría podría hacer ceder al sector ‘verde’.
La objeción de conciencia es otro tema en discusión. En Diputados se agregó, a pedido de algunos senadores, la objeción institucional con obligación de derivación a un centro asistencial que atienda a la persona gestante. Sin embargo Weretilneck, que defendió el derecho de las mujeres a decidir, señaló que eso impide en ocasiones el acceso a la práctica y destacó que en Río Negro el 73% de los ginecólogos son objetores. También pidió obligar a la denuncia penal en violaciones, algo en lo que había insistido sin éxito el diputado bonaerense Eduardo ‘Bali’ Bucca que había solicitado subir las penas.
“Por supuesto que es perfectible”, respondió Anabel Fernández Sagasti, vicejefa del bloque del Frente de Todos al defender el proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Quedó al frente de la bancada oficialista como representante y negociadora ‘verde’ porque el titular de la bancada, José Mayans, es activo militante ‘celeste’. Hay quienes dicen que al formoseño “le costará cara” su disidencia con la posición oficial.
Sobre uno de los planteos de Weretilneck, Fernández Sagasti opinó que cree que hay muchos objetores de conciencia más por temor a represalias, cuando no hay ley que los ampare, que por convicción. Esta vez se la notó emocionada. Ella, junto a Norma Durango, Ana Almirón, Nancy González y Matías Rodríguez quedaron al frente de las negociaciones por parte del oficialismo mientras que el rol protagónico de la bancada de Juntos por el Cambio lo asumió la porteña Guadalupe Tagliaferri (PRO), vicepresidenta de la Banca de la Mujer.
En el cierre, Norma Durango (Frente de Todos), presidenta de la Banca de la Mujer, que recibió varios reproches de Mayans y diversas felicitaciones de otros senadores por su ecuanimidad, hasta de los que están en contra de la IVE y de algunos opositores, anunció el pase a la firma del dictamen. En su comisión (integrada por las 28 senadoras) se necesitan diez firmas según el reglamento mientras que en cada una de las otras una mayoría simple de nueve. A pesar de las rúbricas comprometidas, los ‘verdes’ seguirán activos hasta que el dictamen digital esté completo en cada una de las tres comisiones, lo que podría ocurrir entre esta noche y mañana ya que la modalidad remota requiere un proceso más largo. En paralelo ya arrancan negociaciones que durarán doce días.
Esta noche a última hora se completó el trámite: 15 firmas en la Banca de la Mujer, nueves en Justicia y diez, una más de las necesarias, en la comisión de Salud que preside el opositor radical Mario Fiad.
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