La Cámara Alta del Congreso nacional tiene 28 senadoras. Todas integran la comisión de la Banca de la Mujer, que es cabecera para el debate sobre la interrupción voluntaria del embarazo. De las 28, sólo tres no han manifestado cuál será su voto: Lucila Crexell (Movimiento Popular Neuquino), la opositora Stella Maris Olalla (Corrientes) y la barilochense peronista Silvina García Larraburu, a quien se cuenta como ‘celeste’. Aunque podrían faltar o abstenerse y si bien no es necesario que todas se expresen hoy, las 28 podrían definir su voto a favor o en contra del dictamen que legalizaría la interrupción del embarazo. En el sector ‘verde’ prefieren cuidarse en un tema tan conflictivo que puede deparar sorpresas de último momento. Por exceso de realismo o de prudencia, nadie arriesga un triunfo en las tres comisiones que deben dictaminar e incluso admiten que en Justicia y Legislación Penal los números están ajustados. El oficialismo y los ‘verdes’ de todas las fuerzas políticas trabajarán hasta último momento para garantizar el avance de la iniciativa.
En Diputados, la firma del dictamen en las comisiones sirvió como termómetro de lo que sucedería después. Por ejemplo Flavia Morales, del Frente Renovador de la Concordia, se abstuvo. En el recinto votó a favor. Hoy sufre críticas de parte de la Iglesia Evangélica de su provincia, entre otros que defienden “las dos vidas”.
Pero esta tarde no sólo será clave para el voto ‘verde’ por la definición que tomen las 28 mujeres senadoras y los integrantes de las otras dos comisiones. También será un día bisagra para el Presidente de la Nación, que estampó su firma en el proyecto de ley que redactaron su secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra, y el equipo del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad que conduce Elizabeth Gómez Alcorta. Ambas, junto al ministro de Salud, Ginés González García, fueron no sólo impulsoras, sino férreas defensoras del proyecto de ley en el Congreso.
A diferencia de lo que ocurrió en 2018, esta vez el Presidente es el autor intelectual del proyecto de ley. Dos años atrás, Mauricio Macri había habilitado el debate, pero casi con la convicción de que no sería aprobado. No esperaba la media sanción en Diputados que luego frenaron los senadores. Hoy, dicen, el ex presidente habría hecho algunos llamados desde Villa la Angostura a senadores del PRO que no integran el núcleo duro a favor. ¿Qué pesa más -preguntaban ayer algunos voceros en los pasillos del Senado-, el voto que habilite la IVE o propinar una derrota al gobierno del Frente de Todos justo a un año de iniciado su mandato?
Los llamados que habría hecho Macri no los confirman los senadores de Juntos por el Cambio. Algunos son 100% ‘verdes’ y no cambiarían su voto, ni siquiera si el rédito político se lo llevara Cristina Fernández de Kirchner en caso de desempate. En esa lista están Martín Lousteau, Guadalupe Tagliaferri y Luis Naidenoff. Pero en 2021 un tercio de las provincias elegirá senadores y nadie olvida que el año pasado Daniel Lipovetsky, ex diputado nacional del PRO, fue ‘castigado’ y relegado a las listas de la provincia de Buenos Aires después de haberse abrazado con Mayra Mendoza y Victoria Donda, entre otros, en la estrategia de los ‘sororos’ a favor del aborto en 2018. El bonaerense pagó y su caso fue ejemplificador.
Tres senadores de la UCR y el PRO le dijeron a Infobae que ellos no recibieron ningún llamado de Macri. Y otro admitió que, en caso de intervenir, “terminará partiendo el bloque”. Es que la IVE divide en forma transversal al Congreso de la Nación y los senadores, en su mayoría, tienen casi tanto peso o nivel de conocimiento en sus provincias como sus gobernadores. “Además sería una victoria pírrica porque, si este tema no sale ahora, saldrá el próximo año”, sentenció un experimentado legislador que no especula en su distrito, donde casi la mayoría de los diputados y senadores se oponen al aborto.
Para las 9.30 de la mañana está prevista la ronda final de expositores entre los que estarán el ex ministro de Justicia Rodolfo Barra; Ana Correa, comunicadora y autora del libro ‘Somos Belén’, en el que cuenta la historia de una tucumana presa durante 29 meses por un aborto espontáneo; y también el ex senador riojano Eduardo Menem, ex presidente provisional del Senado durante la presidencia de su hermano Carlos Menem.
Después del mediodía los senadores se reunirán en un plenario por teleconferencia. En ese contexto, las tres comisiones deberían firmar sus respectivos dictámenes. La Banca de la Mujer, que preside Norma Durango; la de Justicia y Legislación Penal, que preside Oscar Parrilli; y la de Salud, que está a cargo del radical Mario Fiad, el único de los tres enrolado en la postura ‘celeste’, contraria a la legalización del aborto. Por ahora, parece que la opción a favor lleva ventaja.
Si una de las tres comisiones no dictaminara a favor, por mayoría simple, el trámite se caería y el proyecto no podría tratarse en el recinto. Que dictaminen a favor tampoco significa que los votos estén garantizados en el recinto para el próximo 29 de diciembre y hasta circuló la versión de que podría cambiarse la fecha de tratamiento. En principio, el plan oficial y ‘verde’ es dictaminar hoy y votar la ley antes de Año Nuevo. Según apuntaban anoche, es en la comisión de Justicia donde más ajustados están los números. Hasta que las firmas no estén al pie de los textos, nadie piensa celebrar.
Entre los distintos sondeos realizados, Parlamentario.com arriesgó un resultado de 34 votos a favor y 33 en contra. En ese escenario, habría cuatro senadores que no revelaron su voto y uno de licencia, José Alperovich. Al ex Presidente Carlos Menem se lo cuenta votando en contra, tal como lo dijo su hija Zulema en la puerta de la clínica donde fue internado.
El correntino Eduardo Kueider (Frente de Todos) es uno de los que no atiende el teléfono, pero que muchos consideran como un voto en contra de la IVE, a diferencia del radical pampeano Juan Carlos Marino, que en 2018 se opuso a la ley y esta vez habría planteado la posibilidad de votar a favor. Ambos se suman a la incógnita que representan Olalla y Crexell, además del tironeo que sufre García Larraburu.
La mayoría de los representantes de partidos provinciales votarían en contra: Magdalena Solari Quintana (Misiones), Carlos Reutemann (Santa Fe), Juan Carlos Romero (Salta), Roberto Basualdo (San Juan), Clara Vega (La Rioja) y Claudio Poggi (San Juan). Sólo Alberto Weretilneck, de Juntos Somos Río Negro es un voto seguro a favor mientras que Oscar Castillo, del Frente Cívico y Social, es uno de los votos a favor que hoy se ponen en duda. Castillo termina su mandato en 2021.
El Frente de Todos está muy dividido: 22 votos a favor y 17 en contra, entre ellos el jefe del bloque, José Mayans. La UCR tiene cuatro a favor (Luis Naidenoff, Martín Lousteau, Eduardo Costa y Pamela Verasay), ocho en contra y dos indefinidos, mientras que el PRO tiene cuatro por la positiva y cuatro negativos.
El voto del pampeano Marino, de todos modos, seguirá siendo una incógnita: no integra ninguna de las comisiones que debaten esta semana la ley, por lo que recién el próximo 29 se sabrá cuál es su postura. Salvo que antes decida anunciarla públicamente.
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