El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, le traspasará este miércoles por la mañana la presidencia del Mercosur por los próximos seis meses a su par de Argentina, Alberto Fernández. Será en una Cumbre virtual de presidentes de los países miembros del bloque continental, que también integran Brasil y Paraguay.
Fernández tendrá un trabajo arduo por delante ya que se puso como gran objetivo el relanzamiento del mercado común. Pero luego de algunos acercamientos con Lacalle Pou y con el brasileño Jair Bolsonaro, la falta de una condena explícita a las recientes elecciones celebradas en Venezuela lo hizo retroceder varios casilleros en esa intención.
Argentina pretende que durante esta presidencia se termine de cerrar el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea que se firmó en junio de 2019 que viene largamente demorado, bajar los aranceles externos, sumar como miembro pleno a Bolivia –hasta ahora es observador- y modernizar ciertas estructuras dentro del bloque.
A principios de este año la Argentina adoptó una postura proteccionista, mientras sus socios comerciales negociaban nuevos acuerdos de libre comercio con Canadá, Líbano, Corea del Sur y Singapur. Esa actitud había provocado rispideces que luego se fueron diluyendo. Sobre el acuerdo con la UE, Uruguay, desde julio, intentó avanzar pero chocó contra los reclamos europeos que esperan medidas medioambientales que se ajusten al Tratado de París. Cuestionan principalmente la deforestación de gran parte de la Amazonia que lleva a cabo Bolsonaro en Brasil. Por eso el canciller uruguayo Fernando Bustillo realizó una gira por Berlín, París y Bruselas para aflojar tensiones. Y también su par argentino, Felipe Solá, mantuvo en las últimas horas un encuentro con el canciller alemán, Heiko Maas, porque su país ocupa la presidencia rotativa de la UE y Argentina será la que ocupe la del Mercosur.
Este martes, Solá, junto con los ministros de Relaciones Exteriores de Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia, participó de la LVII Reunión del Consejo del Mercado Común (CMC) de los Estados Partes del Mercosur y Asociados. En este encuentro previo a la cumbre de presidentes, Solá manifestó que “el Mercosur es el instrumento más importante de acuerdo con el mundo, pero también el instrumento político de los últimos 30 años más relevante que ha tenido la Argentina hacia afuera de sus fronteras para revitalizar su comercio, para influir sobre la vida cotidiana de sus habitantes, para generar empleo, para mejorar su integración física, para influir en la educación, en la cultura, en la ciencia y tecnología, en las políticas migratorias, para construir una nueva ciudadanía Mercosur, para tener cooperación judicial y para ponernos de acuerdo en temas importantísimos como los derechos humanos”.
Estuvo acompañado por otros funcionarios de su cartera como el secretario de Relaciones Exteriores, Pablo Tettamanti; el secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Jorge Neme; el jefe de Gabinete de la Cancillería, Guillermo Justo Chaves; el Subsecretario de Asuntos de América Latina, Juan Valle; la Subsecretaria del Mercosur y Negociaciones Económicas Internacionales, Rossana Surballe, y el embajador en Uruguay, Alberto Iribarne. El ministro señaló que “hace 30 años el Mercosur se planteó metas muy ambiciosas y no todas se han podido lograr, aunque haya sido un gran acuerdo desde el punto de vista comercial y de acercamiento de nuestros países”. Destacó, además, que “nos ha pacificado, por ejemplo. Ya no hay ninguna hipótesis de conflicto entre nosotros a diferencia de cuando se constituyó el bloque”.
“Debemos fortalecer el bloque con la incorporación plena de otros Estados, como el Estado Plurinacional de Bolivia. Es un deseo especial de la Argentina que supongo que será compartido por los socios”, recalcó en su discurso. El ingreso de Bolivia por el momento está trabado en el Senado brasileño.
Las diferencias con Brasil quedaron expuestas cuando le tocó el turno de exponer al canciller brasileño, Ernesto Araujo, quien sostuvo que es necesario tejer acuerdos como los de la UE, pero después se mostró muy duro sobre la situación en Venezuela. Resaltó la “sombra maléfica de la dictadura venezolana” en la región, y al gobierno de Nicolás Maduro lo describió como “totalitario”.
En su alocución Solá explicó que en su presidencia Pro témpore “la Argentina pondrá su máxima voluntad y buena fe, teniendo en cuenta las necesidades del otro”. “Entre socios hay que saber ponerse en los zapatos del otro. Es cada vez más importante que aun en recesión, sin saber cuánto crecerán nuestras economías, pongamos la mejor voluntad para entender hacia dónde se proyecta la economía de cada país. Lo que le pase a un brasileño, a un uruguayo o a un paraguayo le debe importar a un argentino, y así con todos”, agregó.
Luego de agradecer especialmente el trabajo de la presidencia de Uruguay en medio de un contexto tan especial como el de la pandemia “porque el bloque no se paralizó y superó obstáculos buscando puntos de acuerdo”, el ministro argentino sugirió “que les pidamos a nuestras universidades y a expertos e investigadores desde cada país una discusión sobre nosotros y el mundo, para tener un aporte de pensamiento sobre el futuro; y relanzar el foro empresarial; esto es muy importante: quizás puedan podrán encontrar caminos nuevos, y luego que dentro de ese foro se podrían incluir a nuestros dirigentes sindicales y nuestro movimientos sociales”.
“El mundo que viene va a ser muy diferente y sobre todo muy incierto, no podemos definirlo; la política comercial común está asociada al consenso político de unidad; la unidad misma se deriva de un consenso político. En el mundo que viene la unidad como mercado, ya sea para invertir, para vendernos; y la potenciación de ese mercado, tal como somos vistos desde afuera, no se debe sólo al tamaño sino también al poder adquisitivo. Este es el centro de la atracción para negociaciones externas, por lo tanto fortalecer nuestro mercado es también fortalecer las negociaciones externas”, concluyó Solá.
Solá escribió este martes en su cuenta de Twitter: “Mañana Argentina asume la Presidencia Pro Tempore del Mercosur. Esperamos conseguir cambios en estos próximos seis meses que ayuden a la reconstrucción de nuestra economía”. Toda una señal de hacia dónde apunta Alberto Fernández en este nuevo desafío regional que afrontará.
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