Justo un año atrás Alberto Fernández recibía por primera vez como Presidente el saludo personal y navideño de la comisión ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina. Hasta ahora la cúpula de la Iglesia católica no le pidió una audiencia como es usual en vísperas de Navidad. El distanciamiento no fue provocado por la pandemia sino por el debate sobre la legalización del aborto que ya tiene media sanción en Diputados y esta semana se dictamina en el Senado en coincidencia con el cumpleaños número 84 de Jorge Bergoglio.
En el recinto se votaría el martes 29 y la Iglesia redobló la ofensiva para intentar frenar la ley en el país donde nació el Papa Francisco.
Justamente tal como estaba previsto este martes se reunió la Conferencia Episcopal. La Comisión Ejecutiva anunció que en nombre de todos los obispos el próximo sábado visitará a la Virgen de Luján y celebrará una misa que se transmitirá por redes sociales. En el documento de la 186° conferencia se pidió a todas las catedrales y parroquias que el domingo 27, en el marco de la fiesta de la Sagrada Familia, se celebren las misas “con esta especial intención por la vida naciente”. Para el lunes 28, fiesta de los mártires Santos Inocentes, los obispos convocaron también a una jornada de ayuno, oración y misa.
Pero además este jueves 17, el mismo día en que el Senado dictaminará sobre el aborto, es el cumpleaños de Jorge Bergoglio. Los obispos le enviaron ya su saludo deseándole “un feliz aniversario de su vida humana y sacerdotal”. La misiva es también una señal para que se lea en Argentina, incluso entre los políticos: “En los momentos que vivimos como pueblo le agradecemos su constante Magisterio, manifestando con claridad en su Encíclica “Fratelli Tutti” en donde plantea los temas que comprometerán seriamente nuestra predicación en el próximo tiempo y también sus palabras y gestos sobre la defensa de la vida humana no nacida”.
El Papa también envió señales desde El Vaticano. Al menos dos cartas de su autoría fueron difundidas en el último mes. “¿Es justo eliminar una vida humana para resolver un problema?; ¿Es justo alquilar un sicario para resolver un problema?”, preguntó el Sumo Pontífice y autorizó la difusión de ambas misivas.
A nadie sorprendió ni su posición, por supuesto, ni la del Presidente que en aquella audiencia del 18 de diciembre del 2019 se sinceró ante Monseñor Oscar Ojea, Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina; el Arzobispo de Buenos Aires, Monseñor Mario Poli; el Cardenal Primado de la Argentina, Monseñor Marcelo Colombo y Monseñor Carlos Malfa, Secretario General del Episcopado Argentino. Fernández lo había prometido en campaña y lo repitió en privado a los cuatro hombres de la Iglesia. “No quiero que se sorprendan, esta es mi idea”, arrancó los argumentos sobre el proyecto que anunciaría en la asamblea legislativa del 1° de marzo y que recién envió el mes pasado al Congreso para un debate exprés que se da en estos días. Y en enero, en su visita a El Vaticano, Alberto Fernández había conversado con el Secretario de Estado.
En ese mismo contexto el flamante Presidente repitió sus razones a los representantes de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas. El numeroso grupo que pidió la audiencia a través del secretario de Culto Guillermo Oliveri estuvo integrado entre otros por su presidente Rubén Proietti y los vices Hugo Baravalle y Guillermo Fernández.
Un año después la Iglesia Católica y la Iglesia Evangélica lideran una fuerte campaña en todo el país en contra de la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Incluso los pastores evangélicos encabezan con fuertes críticas y duros documentos públicos el reclamo a los diputados que votaron a favor y hacia los senadores, especialmente aquellos aún indecisos o que no integran el núcleo duro ‘celeste’.
En las provincias la mayoría de los gobernadores mantiene buen vínculo con los obispos. Como ejemplo citan el diálogo habitual entre el tucumano Juan Manzur con el arzobispo Carlos Sánchez o el del gobernador chaqueño Jorge Capitanich con el arzobispo Ramón Dus. De hecho la diputada radical Aída Ayala votó a favor en 2018 pero el peso que en Resistencia tiene la Iglesia la hizo cambiar de opinión en esta oportunidad y la semana pasada votó en contra. Santiago del Estero y Salta son provincias con fuerte peso eclesiástico. Según las manifestaciones de la mayoría de los senadores que permiten un sondeo previo hay cuatro provincias donde sus tres senadores votarán en contra de la ley: Jujuy, La Rioja, San Juan y Santiago del Estero.
A menos de dos semanas del tratamiento en el recinto, el Gobierno no tiene cien por ciento seguros los votos para el proyecto que impulsó el Presidente y gran parte de su gabinete. Con un resultado ajustado sólo si hubiera alguna ausencia y frente a una eventual paridad entre verdes y celestes sería necesario el voto de Cristina Fernández de Kirchner.
Como Vicepresidenta y titular de la cámara alta CFK sólo deberá votar para desempatar. Aunque en 2018 ya se expresó a favor, empujada por su hija Florencia Kirchner, sorprendió en las últimas semanas al presidir dos sesiones con un rosario en el cuello y hay quienes aseguran que preferiría no tener que asumir un rol tan protagónico. Tanto ella como Néstor Kirchner mantuvieron la tradición de recibir a los obispos en vísperas de la celebración de la Navidad. En esas ocasiones uno de los usuales regalos fueron los rosarios. También el Papa le ha obsequiado uno blanco, bendecido, como los que obsequia a cada mujer a la que concede una audiencia. Cristina Kirchner siempre los agradeció porque según contó colecciona ese objeto que guía el rezo a la Virgen María. En Olivos tenía más de cien en su dormitorio.
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