El ministro de Trabajo, Claudio Moroni, admitió este martes por la tarde que el Gobierno mantendrá la prohibición de despidos y la doble indemnización hasta que se haya normalizado la situación económica de la Argentina y confirmó que “está a punto de salir” la reglamentación de la ley de teletrabajo, que fue discutida con los empresarios y a la que calificó como “muy razonable”.
El funcionario fue el único orador del seminario “Mundo laboral durante y post de la pandemia”, que se realizó de manera virtual y fue organizado por el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICYP), que preside Daniel Funes de Rioja, quien también es vicepresidente de la Unión Industrial Argentina (UIA) y titular de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL).
Moroni comenzó su intervención con un minucioso repaso de las medidas laborales que adoptó el Gobierno desde el comienzo de la cuarentena obligatoria, a las que calificó de “eficaces” y que justificó en estos términos: “Frente a situaciones extraordinarias tuvimos que tomar medidas extraordinarias”.
Esas decisiones apuntaron, por un lado, a la “preservación de los contratos de trabajo” mediante la prohibición de los despidos y de las suspensiones sin pagos, y, por el otro, a la “protección de las empresas a través del Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP)”.
Según el ministro, la pérdida de empleo en la Argentina durante el aislamiento “fue baja en relación con otros países” y detalló que el Gobierno asistió a unas 300.000 empresas y a 2 millones de trabajadores durante la etapa más estricta de la cuarentena obligatoria.
Aun así, dijo, “se mantuvieron vigentes los sistemas de diálogo social del trabajo, a diferencia de lo que sucedió en la crisis de 2001″, y que se tradujo en mantener las paritarias, lo que permitió que el 94% de los trabajadores convencionados hayan podido recomponer sus ingresos, con “un promedio salarial razonable” que hizo que los sueldos “casi no hayan perdido” su poder adquisitivo.
En el mismo sentido destacó que haya deliberado el Consejo del Salario Mínimo con un alto grado de consenso y sostuvo que la UIA y la CGT “dieron un ejemplo de madurez enorme” al haber acordado “un esquema de suspensiones negociadas a cambio de compensaciones”. “Me resisto a llamarlo de rebaja salarial”, advirtió Moroni en alusión a la forma en que lo sintetizó el periodismo.
“Debemos expandir este modelo”, propuso el ministro de Trabajo ante los empresarios del CICYP que lo escuchaban y señaló que “el diálogo es posible con consensos y con disensos”. A continuación planteó que “necesitamos un proyecto de desarrollo estable, pero necesitamos concertarlo”.
En cuanto a lo que viene, Moroni habló de “la vocación de desarrollo” del Gobierno que se traduce en estimular “mecanismos del mercado interno”, por lo cual afirmó que el año próximo “vamos a tener que dedicarnos a lo que tenga impacto en la generación de empleos”.
Uno de los ejes que se propone el Ministerio de Trabajo, según destacó, es el vinculado con la formación profesional. Admitió que una dificultad es que hay una “amplia deserción escolar, de cerca del 30%” y que “una vez que desertan los jóvenes no se reinsertan”, y por ello apuntó que el objetivo propuesto “no depende del sistema educativo formal” porque “no dará respuestas en los plazos que necesitamos”. La salida, dijo, deberá venir “del sistema público y privado, en concordancia”.
Otro aspecto que consideró importante es “reabrir el debate sobre la productividad”, pero “con un concepto mucho más amplio, no entendida como la intensificación de las tareas”. “Quedó asociada a la imagen de Charles Chaplin y la línea fordista que se aceleraba y parece ser que esa es la única forma de productividad -precisó-, cuando la verdad es que tiene que ver con las mejoras en las condiciones de trabajo, la participación de los trabajadores en los diseños productivos, la formación constante, todas condiciones que mejoran la calidad de vida del trabajador y mejoran la productividad”.
A continuación, Moroni habló de “las nuevas realidades laborales, entre las que irrumpió fuertemente el teletrabajo”. Estimó que cuando llegue la nueva normalidad “habrá algunas actividades que volverán a su diseño original, pero otras no”, y en ese sentido sostuvo que la ley de teletrabajo (”que fue criticada en exceso”) apunta a “regular esquemas básicos” de esa modalidad.
El Ministro les dijo a los empresarios que “está a punto” de salir la reglamentación de la ley de teletrabajo (”que fue discutida con ustedes”) y a la que calificó como “muy razonable”.
Cuando comenzó a responder preguntas de los asistentes, Moroni confirmó que el Gobierno está “analizando la desgravación de cargas patronales según un modelo nuevo, que contempla un esquema de disminución de contribuciones por nuevas contrataciones”. Informó, además, que no se está pensando en blanqueos ni moratorias para reducir el trabajo no registrado porque “ninguna de estas medidas dio mucho resultado y la falta de registración laboral es un tema mucho más complejo”.
Otra definición esperada estuvo centrada en la continuidad, o no, de la prohibición de despidos y de la doble indemnización durante el año próximo. Moroni afirmó que se dictaron “muchas medidas extraordinarias que respondieron a situaciones extraordinarias, y no digo que hayan venido para quedarse, pero en la medida en que la situación se vaya normalizando, en el mismo plazo vamos a ir volviendo a las protecciones normales del Derecho del Trabajo”.
“No va a ser un desembarco en Normandía, de un día para el otro, sino que vamos a ir acompañando la salida de estos temas y vamos a tener que discutirla con todos ustedes”, les dijo a los empresarios, entre quienes estaban el presidente de la UIA, Miguel Acevedo; el presidente de la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA), Javier Bolzico; el presidente de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), Mario Grinman; el vicepresidente tercero de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO), Miguel Marconi, y Adelmo Gabbi, en nombre de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires.
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