Durante el mes de octubre de 2019, el Poder Ejecutivo –por aquel entonces en manos de Mauricio Macri– giró a la Comisión de Acuerdos del Senado la nómina de oficiales jefes y superiores propuestos para ascender a la jerarquía inmediata superior.
Es mediante esta suerte de rito anual la forma en que oficiales jefes (tenientes coroneles, capitanes de fragata y vice comodoros) son promovidos a la condición de oficiales superiores, hecho que requiere la aprobación de sus respectivos pliegos de ascenso por parte de la Cámara alta. De la misma forma, generales de brigada, contraalmirantes y brigadieres en condiciones de hacerlo, trepan un peldaño más en la conducción superior de las respectivas fuerzas.
Producido el recambio presidencial el 10 de diciembre de 2019, una de las primeras medidas que ordenó el presidente entrante Alberto Fernández en su carácter de Comandante en Jefe de las FFAA, fue el inmediato retiro de los pliegos de ascenso para su revisión. La medida si bien fue caratulada puertas adentro de los cuarteles como una mera demostración de poder innecesaria, no puede ser técnicamente objetada ya que es potestad del Comandante en Jefe elegir a su discreción a las líneas superiores de las fuerzas militares que comanda.
Resultó ser así que el Presidente Fernández mantuvo en su cargo a toda la conducción castrense que había servido bajo las órdenes de Mauricio Macri hasta el último tramo del mes de febrero de este año. Los nuevos pliegos de ascenso - con ligeros cambios - fueron remitidos al senado recién el 01 de julio de 2020 en plena cuarentena obligatoria y con una casi nula actividad por parte de los senadores que integran la comisión que debe revisar los pliegos antes de remitirlos al recinto. Luego de reiteradas gestiones realizadas por el Ministro de Defensa Agustín Rossi todo estuvo dispuesto para que finalmente el 26 de noviembre el Senado tratara el tema sobre tablas. La muerte de Diego Maradona y la alteración del temario previsto por los senadores para ese día fue un nuevo motivo de postergación de las promociones militares lo que llevó a la insólita situación de que algunos de los hoy finalmente promovidos oficiales ya han pasado a retiro o están a punto de hacerlo en los próximos días.
Según consta en la publicación oficial a partir del día de la fecha -y con retroactividad al 31/12/19, el país cuenta con 13 nuevos brigadieres, 14 contraalmirantes y 12 generales. Asimismo, los jefes de los estados mayores Conjunto, del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea fueron promovidos con fecha 22 de febrero de 2019 a los grados de General de División, Vicealmirante y Brigadier Mayor respectivamente. Vale destacar que para el caso del Ejército y la Fuerza Aérea, se dispusieron ascensos adicionales para generales de brigada y brigadieres, no así para la Armada que solo contará con un vicealmirante en actividad: Julio Guardia actual Jefe de Estado Mayor.
Según las fuentes castrenses consultadas por Infobae, el significativo atraso con el que se formalizan estas designaciones trae aparejado un sinnúmero de complicaciones a la hora de ejercer la conducción de las fuerzas a nivel interno y también en la relación con las fuerzas armadas con las que el país interactúa. “Tener a un general de brigada como máxima autoridad militar, coloca a este funcionario en un nivel de tercera línea respecto a sus pares de otras fuerzas que tienen dos grados más que él. De la misma forma ahora tenemos generales, brigadieres y almirantes que en los papeles ya cuentan con un año de antigüedad pero que jamás han participado de ninguna reunión de mandos superiores, lo que complica la tarea más en épocas como esta en las que toda la tropa está movilizada en virtud del operativo de lucha contra el COVID-19″, agregaron desde el Edificio Libertador.
Ascensos 2020
Infobae pudo saber que las FFAA ya han remitido al Ministerio de Defensa las propuestas de ascenso que surgen de la labor realizada por las respectivas juntas de calificaciones. En este momento los candidatos están siendo evaluados por la cartera y se da por sentado que no serán remitidos al Senado hasta finales de marzo o principios de abril, ya que hacerlo antes no tendría sentido al no sesionar durante el receso legislativo la comisión de acuerdos.
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