A las 9.30 el equipo de comunicación presidencial envió un artículo publicado dos horas antes por el corresponsal del New York Times, Daniel Politi, informando que “los legisladores argentinos dieron un paso importante el viernes hacia la legalización del aborto y el cumplimiento de la promesa del presidente Alberto Fernández, quien ha hecho de los derechos de las mujeres un principio central de su gobierno”. La nota destacó que el avance se produjo “Incluso a través de una recesión y una pandemia”.
Después de sucesivas críticas de medios internacionales al manejo económico de la administración del Frente de Todos, y las dudas acerca de quién manda en el Gobierno, no podía haber una caricia mejor para el Presidente, agobiado por la agenda compleja de un 2020 interminable.
En rigor, Fernández siempre quiso ponerse al frente de esta ampliación de derechos a la mujeres, pero solo se terminó animando en noviembre, cuando ya tenía información de que los contagios por COVID-19 iniciaban una caída sostenida en el AMBA, lo que le permitía pensar en retomar sus promesas de campaña. En el colectivo feminista, incluso, se asegura que habilitó la presión pública sobre el tema, aunque nadie cerca del Presidente lo quiso confirmar.
Lo que sí está claro es que le hubiera gustado estar presente anoche en el recinto de la Cámara de Diputados mientras se debatía el proyecto del Poder Ejecutivo. Pero decidió no hacerlo, una vez que concluyó que alcanzaba con la presencia de los más importantes funcionarios involucrados en el tema, la ministra Elizabeth Gómez Alcorta, el ministro Ginés González García y la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra. Eduardo “Wado” de Pedro también fue siguiendo el debate, atento a cualquier ayuda que pudiera necesitarse si algún voto faltaba, sobre todo por las dificultades que se fueron presentando durante el transcurso del debate, con varios verdes que terminaron celestes.
“Tampoco es cuestión de sobreactuar”, explicaron anoche, cuando algunas mujeres todavía esperaban que el Presidente diera una vuelta por los palcos de invitados. A las 7.12, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, recibió un mensaje de agradecimiento y felicitaciones de Fernández, otra prueba de que estaba muy atento de lo que sucedía en el recinto, información que durante toda la noche le fue transmitiendo Ibarra, para que no se pierda detalle.
Esta mañana, con el paso de las horas, el Presidente no solo fue recibiendo el saludo de dirigentes feministas argentinas y de otros países del mundo, además de mujeres comunes, que a través de las redes sociales le fueron transmitiendo su agradecimiento. Varios diarios del mundo fueron reflejando que Argentina dio un paso crucial en materia de salud pública, como el inglés The Guardian (el periodista Uki Goñi escribió que es un “proyecto de ley histórico” o el español El País (”la marea verde en las calles estalló en vítores al conocer el resultado”, reflejó Mar Centenera).
Todavía queda el duro trago del Senado, donde la aprobación será aún más difícil. A pesar de eso, hay confianza. Con anticipación, se hicieron los cambios necesarios para facilitar el voto de senadores que estaban dudosos. Y aunque nadie lo quiera reconocer, la presencia de Cristina Fernández de Kirchner en un evento donde se entregaron los premios Azucena Villaflor bajo el lema verde, porque “ahora será ley”, eliminó cualquier duda. “Si ella acompaña, esto sale”, aseguraron.
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