Una vez que comenzó la sesión especial de este jueves en la Cámara de Diputados en la que se debate el proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo (IVE), diversos funcionarios del Poder Ejecutivo Nacional se acercaron hasta el Parlamento para reforzar la intención del gobierno de Alberto Fernández de que se obtenga la media sanción y que luego la iniciativa se convierta en ley en el Senado.
El titular de la Cámara, Sergio Massa, antes de darles la palabra a los diputados que trabajaron en el plenario de cuatro comisiones, anunció que estaban allí Elizabeth Gómez Alcorta, ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, y también Vilma Ibarra, secretaria de Legal y Técnica de la Presidencia. Ambas funcionarias cumplieron un rol preponderante en la confección del proyecto.
Ibarra fue la encargada de redactar el texto del proyecto que a último momento sufrió algunas modificaciones para sumar adhesiones. La abogada, ex esposa del actual presidente de la Nación, también coordinó los equipos técnicos que llevaron la iniciativa oficial que se discute en el Congreso de la Nación.
Desde que el 17 de noviembre el Poder Ejecutivo elevó el proyecto en reiteradas ocasiones, Ibarra, quien en su momento también impulsó el matrimonio igualitario, insistió en que la legalización y despenalización del aborto es un tema de salud pública, que se deben reducir las muertes maternas por esta causa, citó a Uruguay como un ejemplo de país en el que se redujeron casi a cero los fallecimientos por abortos y que hay que acabar con la clandestinidad.
En declaraciones que había formulado este miércoles, Gómez Alcorta había dicho que se llegó a este debate “en virtud del enorme trabajo del movimiento de mujeres y de la diversidad, de la Campaña Nacional por el Aborto que ha sido tenaz y persistente en su demanda en contra de la clandestinidad del aborto. Y se llegó acá también en virtud de que existió en 2018. Un 2018 que puso en la agenda pública, en la agenda social, en todas las agendas el debate del aborto que trascendió mucho las paredes del Congreso. Tanto es así que en la campaña electoral al año siguiente uno de los temas que trascendió las campañas y a cada uno de los candidatos fue la posición respecto al proyecto del aborto”.
Dora Barrancos, una de las históricas luchadoras del feminismo en la Argentina, también se hizo presente en el recinto para brindar su apoyo. La investigadora, socióloga, académica y asesora presidencial afirmó antes de ingresar al Palacio Legislativo que “va a ser ejemplar la sanción de esta ley”. Y opinó que el cambio que se introdujo en el artículo que regulaba la objeción de conciencia de los profesionales de la salud “no será un obstáculo” para el acceso a la práctica.
A las 12:48, Massa anunció que había llegado el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, justo antes de darle la palabra al diputado rionegrino Luis Di Giácomo, también sanitarista. Minutos antes, varios legisladores de la oposición lo habían fustigado duramente por su intervención de la semana pasada cuando se anunció que iba a comenzar a discutirse la IVE en el Congreso. Aquella vez, el ministro sostuvo: “Acá no hay dos vidas como dicen algunos, es una sola persona y lo otro es un fenómeno que no está correctamente utilizado. Si no fuera así, estaríamos ante el mayor genocidio universal”. Esa declaración desató fuertes críticas desde el sector “celeste” que se opone al proyecto del oficialismo.
El funcionario había participado un rato antes del anuncio del presidente Fernández, que había anticipado que ayer se firmaron los contratos con Rusia para comprar miles de dosis de la vacuna Sputnik y que antes de fin de año se las aplicarán a 300 mil personas. El entendimiento prevé el arribo de dosis para inocular a 10 millones de personas entre enero y febrero.