La explosiva carta de Cristina Kirchner, al cumplir un año como vicepresidenta, y sus disparos contra la Corte Suprema de Justicia puso en foco la opinión que la ex jefa de Estado tiene sobre cada uno de los integrantes del máximo tribunal. Uno de esos blancos fueron la forma en que los integrantes del cuerpo, que fueron nombrados después de su salida del Gobierno, llegaron al cuarto piso del Palacio de Tribunales.
Después de disparar sobre Ricardo Lorenzetti, al vincularlo con el lawfare; sobre Elena Highton, por haberse quedado en su cargo, amparo mediante, después de los 75 años; y sobre Juan Carlos Maqueda por haber llegado de la mano de Eduardo Duhalde a la Corte, Cristina Kirchner aseguró que “el macrismo en el Poder completó la fotografía de la Corte actual, cuando a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia intentó nombrar a Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti como miembros de la Corte Suprema”.
“Lo más terrible de aquel episodio fue que quienes debían garantizar el cumplimiento de la Constitución y las leyes en todo el país, aceptaron ser designados por decreto sin cumplir lo que prescribe la Constitución Nacional y las leyes, que exigen un procedimiento determinado y preciso para cubrir las vacantes de la Corte”, dijo.
Efectivamente, el 15 de diciembre de 2015, apenas unos días después de que Cristina Kirchner dejara el poder, Mauricio Macri propuso designar a Rosenkratz y a Rosatti en la Corte en comisión hasta que el Senado analizara sus pliegos. “Resulta imperioso proceder a la cobertura inmediata de las vacantes señaladas, a fin de garantizar el más adecuado funcionamiento de la máxima instancia judicial del país”, escribió el decreto en aquel momento. También se destacó: “Resulta constitucionalmente válida la designación de jueces en comisión hasta el final del próximo período de sesiones, por parte del Presidente de la Nación”.
La decisión provocó polémica y Macri desistió de la idea de designarlos anticipadamente en el máximo tribunal. Se cumplieron así los procedimientos previstos. Pliegos enviados al Senado, consultas, audiencias. El voto del Frente para la Victoria -luego devenido en Frente de Todos- fue clave para que Rosenkrantz y Rosatti se convirtieran en integrantes del máximo tribunal.
El 15 de marzo, al inicio de las sesiones ordinarias, los pliegos fueron aprobados en comisión. Y el 15 de junio, analizados en el recinto. Sus pliegos fueron aprobados por mayoría: Rosatti fue respaldado por 60 votos a favor y 10 en contra. Rosenkrantz obtuvo 58 votos a favor y 12 en contra. Se requerían 47 votos favorables para los nombramientos.
A favor del pliego de Rosatti votaron en el FpV-PJ: Juan Manuel Abal Medina, Eduardo Aguilar, Hilda Aguirre, José Alperovich, Walter Barrionuevo, Inés Blas, Salvador Cabral, Julio César Catalán Magni, Graciela De la Rosa, Carlos “Camau” Espínola, Liliana Fellner, Silvina García Larraburu, Ruperto Godoy, Pedro Guillermo Guastavino, Juan Manuel Irrazábal, Ada Rosa Iturrez de Cappellini, Sigrid Kunath, María Laura Leguizamón, Mirtha Teresita Luna, José Miguel Mayans, Dalmacio Mera, José “Nato” Ojeda, Juan Mario País, Omar Perotti, Daniel Pérsico, Miguel Angel Pichetto, Marina Riofrío, Rodolfo Urtubey y Gerardo Zamora.
Desde la UCR los respaldaron Julio Cobos, Silvia Elías de Pérez, Silvia del Rosario Giacoppo, Juan Carlos Marino, Alfredo Martínez, Luis Petcoff Naidenoff, Angel Rozas y Pamela Verasay; en el Frente Cívico y Social de Catamarca Oscar Castillo; en el Frente Popular, Gerardo Montenegro y por la Unión Pro lo respaldaron Néstor Braillard Poccard, Alfredo De Angeli, Ernesto Martínez Carignano, Federico Pinedo, Laura Rodríguez Machado y Marta Varela.
A ellos se sumaron los representantes de Compromiso Federal Iliana Negre de Alonso y Adolfo Rodríguez Saá; el Frente Popular Salteño con Juan Carlos Romero; Producción y Trabajo con Roberto Basualdo; el senador por Santa Fe Federal Carlos Alberto Reutemann; los de Peronismo Pampeano Norma Durango y Daniel Lovera; y los representantes del Movimiento Popular Neuquino Carmen Lucila Crexell y Guillermo Pereyra.
El listado de votos positivos se completó con los entonces senadores María Cristina Fiore Viñuales (PARES), María Magdalena Odarda (Frente Progresista CC-ARI), Miriam Boyadjian (Movimiento Popular Fueguino), Alfredo Luenzo (Chubut Somos Todos), Sandra Giménez (Misiones) y el ex presidente Carlos Saul Menem por Federalismo y Liberación.
Los diez votos en contra los dieron el kirchnerismo duro: Ana Almirón, Anabel Fernández Sagasti, Marcelo Fuentes, Virginia García, Nancy González, María Ester Labado, María Inés Pilatti Vergara y María de los Angeles Sacnun; desde Proyecto Sur Fernando “Pino” Solanas y Jaime Linares por el GEN,
Sobre Rosenkrantz , hubo un escenario parecido con 58 votos a favor y 12 en contra. En su caso, a diferencia de Rosatti, votaron en contra Carlos Menem e Hilda Aguirre. Estuvieron ausentes para la votación Beatriz Mirkin (FpV- PJ) y Carlos Caserio (Unión por Córdoba).
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