El presidente Alberto Fernández anunció que el 9 de diciembre firmó el contrato con Rusia para la adquisición de las primeras dosis de la vacuna Sputnik V contra el coronavirus. Tal como había adelantado la semana pasada, el jefe de Estado aseguró que antes de fin de año inocularán a 300 mil personas. Y, entre enero y febrero, se inmunizará a 10 millones de argentinos.
“En marzo la vacunación seguirá con otras vacunas que tenemos compradas”, anticipó en una conferencia de prensa que compartió junto al ministro de Salud, Ginés González García.
El mandatario aclaró que es el tercer entendimiento que firma el gobierno argentino con distintos laboratorios que están desarrollando fórmulas contra el virus que tiene en vilo al mundo. Los otros dos se realizaron con Oxford-AstraZeneca y con la ONU, a través del mecanismo COVAX al que ya se han suscrito cientos de países para participar de manera equitativa y conseguir la vacuna una vez que esté disponible.
Ante una consulta de Infobae, Fernández dijo que todavía no está claro en qué países se producirán las dosis prometidas. “Se produce en muchos lugares, las primeras van a venir de Rusia, pero la producción en escala se hará en India o en Corea, y también se ha propuesto a Bangladesh”, indicó González García.
El ministro de Salud, además, informó que en un principio el laboratorio Pfizer se había comprometido a entregar algunas dosis en diciembre y otras durante el verano. Sin embargo, nunca se terminó de firmar el contrato y las negociaciones parecen haberse estancado. “Recuerden que Pfizer fue la primera compañía con la que se reunió el Presidente; tengo la sospecha de que hay un problema de disponibilidad y por eso no se animan a firmar un contrato”, analizó.
Sobre el contrato suscrito con Rusia, el Presidente reconoció que se incluyó “una preferencia en favor de la Argentina para vacunar a 5 millones de personas más en marzo”, y notificó que la semana que viene estará viajando al país europeo una comitiva compuesta por funcionarios de Salud y de ANMAT para “verificar in situ las condiciones de producción y calidad de la vacuna”.
Por otro lado, Alberto Fernández agradeció de manera personal al presidente de Rusia, Vladimir Putin. “Personalmente se ocupó para que (el acuerdo) ocurra”, señaló. Y agregó: “Nos va a servir para minimizar las condiciones de letalidad de la enfermedad y poder dar un paso importante en favor de la inmunidad de rebaño de la que tanto se habla, eso no quiere decir que tenemos el problema resuelto, no hay que sentirse liberados de la pandemia”.
Ginés González García, además, informó que funcionarios de su cartera ya están trabajando en todas las provincias con las autoridades locales y aseguró: “Nunca en la historia hubo una vacunación tan masiva y amplia. Esta sola va a ser de 60 millones en el primer semestre, lo que es un desafío logístico, operativo y de programación de una magnitud no conocida”.
Sobre la calidad de la vacuna rusa, el propio presidente Alberto Fernández aseguró que será el primer argentino en aplicársela para generar conciencia en la ciudadanía y alejar fantasmas. “Una vez que esté aprobada por la ANMAT, voy a ser el primero en vacunarme para que nadie tenga miedo”, aseguró.
“Nosotros vamos a tener después de marzo un calendario de vacunación que va a seguir para todos los que quieran vacunarse y con el que queremos darle inmunidad a la mayor cantidad de argentinos posible. Para eso están las vacunas de AstraZeneca, para eso están las vacunas de COVAX, para eso están las posibles vacunas chinas y eventualmente más vacunas rusas. Hemos analizado mucho la vacuna rusa. Acá en Argentina algunos siembran dudas sobre la calidad científica rusa. El instituto (que desarrolló la vacuna) tiene varios premios Nobel entre su planta de científicos”, resaltó en la conferencia de prensa.
El Presidente también hizo un apartado para hacer una referencia a la carta publicada ayer por la vicepresidenta Cristina Kirchner, en donde formuló fuertes críticas a la Justicia y a los integrantes de la Corte Suprema. “Yo comparto mucho con lo que dice”, afirmó.
“Creo que lo que dijo ayer Cristina es un llamado de atención para todos. La Justicia no está funcionando bien en la Argentina. No se trata de preservar los derechos de alguien que eventualmente esté sometido de la justicia. El planteo que hizo ayer es más profundo”, aseguró. Y continuó: “La justicia tiene una lógica corporativa que la hace impermeable a cualquier posibilidad de cambio. La justicia realmente en algún momento tiene que aceptar que debemos ocuparnos de la justicia”.
“En estos años de democracia, los restantes poderes hemos cambiado muchas cosas. Creo que en el Poder Judicial sería muy bueno que esa vocación corporativa la use para mejorarse porque está funcionando mal, definitivamente”, prosiguió. Y completó: “Esto no es ningún acto de intromisión, los jueces son parte de los poderes de la República y como tal están sometidos a la crítica pública”.
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