Victor Manzanares festejó la semana pasada el fallo de la Sala I de la Cámara de Casación que confirmó la constitucionalidad de la ley del arrepentido. Horas después recibió otra buena noticia: la Cámara Federal le devolvió dos inmuebles que habían sido decomisados de manera anticipada. Pero Manzanares no está conforme: el mismo día un fiscal se opuso nuevamente a que le retiren la tobillera electrónica con GPS, un dispositivo que permite controlar todos sus movimientos.
El ex contador de la familia Kirchner, que se arrepintió en una de los expedientes ligados a la megacausa de los cuadernos, debe utilizar ese dispositivo desde mayo de 2019, cuando el Tribunal Oral Federal 5, a cargo de las causas Hotesur y Los Sauces, le otorgó a excarcelación. Una semana después, Manzanares renunció al Programa Protección de Testigos e Imputados Colaboradores y se volvió a Río Gallegos, donde vive con una custodia permanente.
En diciembre del año pasado, su defensa, a cargos del abogado Roberto Herrera y del ex juez Alejandro Baldini, comenzó a denunciar una serie de episodios extraños y a reclamar que le quiten la pulsera electrónica. En marzo, Manzanares denunció intimidaciones a un teléfono que nadie conoce. Ahora, dijo que una persona estaba sacando fotos en la puerta de su casa.
La nueva presentación judicial argumenta que no es necesaria la pulsera con GPS ya que tiene una custodia permanente en su domicilio, ahora a cargo de la Gendarmería. Y menciona el caso de Diego Lagomarsino, el ex técnico informático procesado como partícipe necesario del presunto homicidio del fiscal Alberto Nisman, quien logró en octubre una autorización del juez Julián Ercolini para dejar de usar la tobillera electrónica.
Sin embargo, el fiscal Diego Velasco acaba de rechazar el pedido. “Esta circunstancia en particular expuesta por el Dr. Herrera, por sí sola no amerita efectuar mayores precisiones, sino sólo referir que los antecedentes analizados para dicho supuesto en particular, guardan precisamente vinculación con las circunstancias concretas relacionadas con el imputado Lagomarsino y demás particularidades objetivas analizadas y valoradas, su defensa volvió a pedir que le quiten la tobillera electrónica”, dice el dictamen al que tuvo acceso Infobae.
Su defensa seguirá insistiendo. “Manzanares ya estuvo dos años con preventiva en la causa Los Sauces. Además no hay fecha de juicio”, dijo anoche su abogado.
El mismo día que el fiscal Velazco se opuso a quitarle la pulsera con GPS, la Sala I de la Cámara Federal hizo lugar a otro pedido de Manzanares para que le devuelvan dos inmuebles ubicado en Río Gallegos que habían sido decomisados por el juez Claudio Bonadio en la causa contra Daniel Muñoz y sus testaferros. Los inmuebles están ubicados en Gobernador Moyano 45 y Ciudad Cordial 740, ambos en la capital santacruceña.
El tribunal determinó que todavía no hay pruebas que esos dos inmuebles tengan vinculación directa con la maniobra de lavado de dinero por la cual Manzanares está procesado. “Se trata de una presunción que puede justificar una investigación, pero que nada dice sobre los requisitos que se exigen para disponer algo tan excepcional como un decomiso sin condena”, dice el fallo.
Hace un año, el ex contador entregó 11 departamentos ante la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) para que puedan ser rematados. Hasta ahora, ninguno de esos bienes fue vendido.
El contador fue detenido en julio de 2017, cuando la actual vicepresidenta Cristina Kirchner analizaba si se candidateaba para senadora. Bonadio ordenó su arresto en la causa Los Sauces luego de detectar que había ordenado depositar dinero en cuentas que no estaban reportadas al juzgado.
Su situación cambió en febrero de 2019, cuando declaró como arrepentido en la causa de Muñoz. Tres meses después recuperó su libertad y volvió a vivir con su familia en Río Gallegos. Hoy tiene una custodia permanente que lo acompaña a donde vaya. Fuentes de su entorno confirmaron a Infobae que trabaja aunque no puede utilizar su firma como contador. “Administra las propiedades familiares y realiza otras tareas”, dijeron sobre su presente.
Además de seguir reclamando por la pulsera, Manzanares quiere recuperar una cuenta en Suiza, embargada hace más de dos años. Se trata de una cuenta en el Banco Caceis donde el ex contador de los Kirchner guarda USD 301.281. “Es dinero de su padre que se mandó a Suiza en 1999. Ni el tribunal oral federal 5 ni el juez de la causa pidieron ese embargo. Vamos a insistir para que le devuelvan ese dinero”, sostuvo su abogado.
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