Un hombre de nacionalidad armenia fue asesinado el martes por la mañana de un balazo en el cuello por un delincuente que quiso robarle la bicicleta en el barrio porteño de Retiro, a 50 metros del Hotel Sheraton.
La víctima –que murió camino al Hospital Fernández– fue identificada como Dmitri Amiryan, especialista en quiropraxia. Tenía 47 años, era padre de cuatro hijos, y según uno de sus amigos, vivía con su hijo menor.
Por el crimen fue detenido un adolescente de 15 años que cuenta con antecedentes delictivos: este año fue protagonista de distintos delitos en al menos cuatro ocasiones.
El dato surge de registros informales, ya que las autoridades tienen prohibido almacenar información sobre los menores que fueron detenidos ya que las autoridades consideran que esos datos podrían ser estigmatizantes.
El secretario de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Marcelo D’Alessandro, planteó este miércoles diferencias con respecto a este criterio y a otras circunstancias que rodean el hecho.
El funcionario del gabinete de Horacio Rodríguez Larreta aseguró que el crimen del ciclista pone de manifiesto la necesidad de avanzar en el debate de un nuevo régimen penal juvenil, algo que no sólo permitiría sancionar al autor de un delito, sino también otorgarle garantías para su reinserción social.
“Me cuestan entender los fundamentos de quienes dicen que no hay que discutir la ley penal juvenil, que lo que hace es cuidar a los menores. Según ellos, hay que dejarlos en esta situación donde el final es inevitable: terminan siendo abatidos o matando a una persona”, analizó D’Alessandro en diálogo con el periodista Marcelo Longobardi en radio Mitre.
El secretario de Seguridad recordó el caso de Brian Aguinaco, un joven de 14 años asesinado presuntamente por un menor de edad cuando caminaba junto a su abuelo en el Bajo Flores. Dos semanas después del crimen, el sospechoso se subió a un avión y retornó a Perú, su país natal.
Y planteó una dicotomía sobre el régimen legal vigente: “Todos sabemos que un chico de 15 años comprende la criminalidad del acto y hoy no puede ser imputado; en cambio, a los 16 años ya están habilitados para ir a votar”.
El acusado de asesinar a Dmitri Amiryan quedó a disposición del Juzgado de Menores N° 6. Está alojado en el instituto. “Pero en esto tenemos que ser realistas, la verdad es que el magistrado no tiene mucho margen para tomar una medida”, adelantó D’Alessandro.
La ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic, panteó otra visión. Dijo que el caso es trágico, pero es necesario abordar la situación no sólo con una sanción legal, sino con políticas que prevengan “este tipo de perfiles”. Evitó hacer foco en la cuestión de la edad.
“Tenemos un sector de la población que ha atravesado una historia de desatenciones y maltratos que lo terminan llevando a un camino sin salida; hay que atender la situación de estos jóvenes desde muy diferentes ángulos”, analizó.
Y agregó: “No debemos estigmatizar y generalizar ni creer que todos los jóvenes son pasibles de convertirse en victimarios”.
Como suele ser costumbre, el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, salió al cruce de Frederic. “Hay algunos que empiezan siempre poniendo el carro adelante del caballo. La diferencia entre Frederic y nosotros es que ella no tiene responsabilidad territorial: nosotros tenemos la responsabilidad de lo que pasa en nuestro territorio. La ministra de Seguridad, como no tiene territorio que cuidar, se puede dar el lujo de decir a veces cosas que a muchos de nosotros nos cuesta entender”, sostuvo el funcionario provincial.
En referencia a las declaraciones de Frederic sobre la edad de imputabilidad de los menores, el ministro bonaerense se quejó de que “la víctima (de los delitos) no es ningún familiar de estos progresistas que dicen estas cosas”, a quienes acusó de ser “muy liberales y muy sueltos de cuerpo a la hora de justificar lo injustificable”. “Está claro que el problema es del sistema, que no ha sabido resolver un problema que en cualquier parte del mundo con reeducación, un servicio penitenciario que funcione y una Justicia rápida”, analizó.
“En un país en el que las instituciones funcionan no se debería bajar la edad de imputabilidad. Evidentemente, no somos un país normal. En la Argentina de hoy no tengo ninguna duda de que hay que bajar la edad de imputabilidad, pero eso no significa que un chico de 15 años tenga que ser tirado en un depósito de presos, como son hoy las penitenciarías”, destacó.
Y concluyó: “Uno de los problemas que tenemos es que no hay una Ley Penal Juvenil. La actual es una ley excelente si estuviéramos en Suiza”.
Juntos por El Cambio presentó un proyecto en 2019 para discutir la cuestión en el Congreso. La iniciativa incluía una baja en la edad de imputabilidad de los menores de edad (hoy son imputables a partir de los 16 años). Sin embargo, en medio de los vaivenes electorales y el rechazo de la oposición, el proyecto nunca llegó la recinto.
Actualmente, está vigente la ley 22.278, sancionada en agosto de 1980. El Comité de la Convención sobre los Derechos del niño recomendó a los Estados establezcan la edad mínima de responsabilidad penal entre los 14 y los 16 años. Más sobre este tema: Inseguridad y minoridad; reformemos el Código Penal.
Los antecedentes
El adolescente de 15 años que fue detenido como presunto autor del asesinato del ciudadano armenio en el barrio de Retiro, cuenta con antecedentes delictivos: este año fue detenido al menos en cuatro ocasiones, siempre en el marco de causas por robo.
Según revelaron fuentes de la investigación a Infobae, la última vez que la Policía lo detuvo fue hace exactamente un mes, el 8 de noviembre. Anteriormente, el menor, que por su edad es inimputable, ya había sido demorado los días 20 de marzo, 11 de septiembre y 18 de septiembre, informó la agencia Télam. Todas estas causas fueron tramitadas por los Juzgados Nacionales de Menores 2 y 6.
Ahora, el crimen del quiropráctico Dmitri Amiryan lo puso nuevamente en la mira de la Justicia. Por el caso se labraron actuaciones por homicidio en ocasión de robo y el sospechoso quedó en manos del Juzgado de Menores Nº 4, a cargo del juez Rodolfo Cilleruelo.
La Justicia dispuso que, mientras avance la investigación, el menor sea alojado en el Centro de Admisión y Derivación (CAD), ex Instituto Inchausti, ubicado en el barrio porteño de Balvanera.
El adolescente es vecino de la manzana 5 de la Villa 31, localizada en el Barrio Güemes. Cuando fue capturado, entre sus pertenencias tenía un revólver calibre 32. Fuentes policiales indicaron que no llevaba consigo su DNI y que se negó a “referir su número”.