El fiscal porteño Maximiliano Vence citó este miércoles a prestar declaración indagatoria a dos ex funcionarios del Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires por el escándalo de la venta de 5 millones que barbijos, pudo saber Infobae de fuentes judiciales. Se trata de Santiago Costabel y Nicolás Montovio, ambos ya renunciados. También fue citado el dueño de la empresa E-ZAY, Leonardo Morbelli, que había sido contratado por la Ciudad de manera sospechosa.
La trama del “Barbijos-gate-2”, revelada por este medio, arrancó el 30 de marzo, cuando la Ciudad le compró a E-ZAY SRL, una firma sin antecedentes en el rubro, 5 millones de barbijos. La resolución llevaba la firma de Nicolás Montovio, ex subsecretario de Administración del Ministerio de Salud.
Fue una contratación directa por la emergencia sanitaria. Tres días después, sin consultar los antecedentes de esa firma ni recibir un solo barbijo, fueron transferidos por adelantado $162.350.000 (eran 170 millones menos los impuestos) a la cuenta de E-ZAY. Casi un 50% por ciento de los $340 millones comprometidos.
Montovio fue el primer funcionario que dio un paso al costado, pero lo hizo por la compra de barbijos N95 a la empresa Green Salud. En junio también presentó la renuncia Santiago Costabel, que cumplía funciones como director general de la Dirección General Abastecimiento de Salud y había tenido un rol muy activo en esa contratación.
Costabel había ingresado al Gobierno en 2016, como gerente de Legales y Administración en la Secretaría de Planificación de la Jefatura de Gabinete porteña. Y en 2019 saltó al Ministerio de Salud.
Ambos deberán presentarse a declarar el 22 y 23 de febrero.
La firma E-ZAY, con oficinas en Puerto Madero, nunca había vendido productos sanitarios. Desde 2015 se dedica a la comercialización, distribución, importación y exportación de equipos de informática. También había incursionado en el rubro de los call center. Recién en febrero de este año se inscribió a la AFIP para vender instrumental médico, odontológico y artículos ortopédicos, tal como reveló este medio.
Morbelli no tenía los barbijos y salió a subcontratar al empresario Damián Nevi, que terminó preso. En una entrevista con Infobae, ese empresario dijo que los intermediarios que lo contrataron alardeaban de su llegada al Ministerio de Salud. “Morbelli me dijo que conocía gente del Ministerio (de Salud) si tenía problemas para retirar la mercadería de Ezeiza. La señora (Paula) Fernández me mandó un mensaje el 3 de abril preguntándome si me podía juntar con ‘gente del Gobierno’ para hacer una venta de barbijos. Tres días después, me preguntó si le podía entregar entre 100 y 500 mil barbijos para la campaña (publicitaria) de Larreta por el COVID”, afirmó.
El escándalo disparó varias causas judiciales. El fiscal Vence comenzó a investigar por una denuncia del Gobierno porteño. A su vez, la jueza correccional Paula González investigó a Nevi por una denuncia del dueño de E-ZAY, que ahora deberá presentarse a declarar el 19 de febrero. Ese mismo día también fue citado el médico Eduardo Kaplan, quien habría sido el intermediario con el Ministerio de Salud.
También fueron citadas Paula Fernández, María Elena Canali (ya están procesadas en la causa que investiga la jueza Paula González) y Sandra Mónica Varela.
De los $162 millones que había desembolsado la Ciudad, apenas se lograron congelar $80 millones. La Justicia recuperó $60 millones que estaban en poder de Nevi. Los otros $20 millones estaban repartidos entre diferentes empresas.
En su descargo ante la Justicia, E-ZAY aseguró que invirtió más de $90 millones para comprar barbijos y hasta dijo haber cumplido con el contrato. Pero hay varias transferencias sospechosas a empresas de otros rubros, incluso agropecuarias y algunas financieras. En el listado aparecen Kimbrly Clark Argentina, Auto Leasing SA, Fundadores SA, Guidolin Franco Ariel, Procter & Gamble Argentina SRL, Scapuccio Good Group SRL, Suavalle SRL, Agropecuaria Celta SA, Agro Bertero SA.
Tras una serie de intimaciones, las autoridades de la Ciudad rescindieron el contrato con E-ZAY y decidieron denunciar por estafa contra los dueños de la empresa.
La Justicia también investiga si hubo sobreprecios. E-ZAY vendió cada barbijo a $68 logrando una enorme ganancia. El Observatorio del Derecho a la Ciudad había denunciado que la empresa fabricante de esos mismos barbijos, CINMOR SRL, le vendió a la Ciudad en forma directa a la mitad de precio.
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