Para las elecciones legislativas de 2021 falta mucho, pero no tanto: encuestas en mano, ya comenzaron los cálculos de muchísimos dirigentes para imponerse en una votación que marcará a fuego la gobernabilidad de los próximos tres años y dejará plantado el escenario para los comicios presidenciales de 2023.
En Juntos por el Cambio hay coincidencia en que deben ampliarse los cimientos de la coalición con la incorporación de otras figuras políticas y Mauricio Macri cree que esa expansión debe concentrarse en captar a las expresiones liberales como las que expresa el economista José Luis Espert, con las que siente que podrían ponerse de acuerdo con más facilidad en “la agenda de defensa de la República”.
“A lo sumo podemos discutir si hay que crear un impuesto más o uno menos, pero existe una base para conversar sobre el país que queremos”, explicó el ex presidente hace dos semanas a un grupo de dirigentes del PRO con los que analizó el panorama que se presenta para las elecciones del año próximo.
En sus cálculos, Juntos por el Cambio mantendría el 41% de los votos que obtuvo en 2019, mientras que el Frente de Todos superaría el 30% y los liberales, un 8%. Por eso algunos estrategas de la oposición coinciden, sobre la base de esos mismos números, que sumar a los sectores libertarios puede asegurar el triunfo electoral sin el costo de tener que acordar con variantes del peronismo, que le quitarían identidad a la coalición o la exponen al riesgo de que luego terminen pactando con el Frente de Todos.
En el PRO siguen de cerca el crecimiento de los jóvenes libertarios, muchos de los cuales se movilizan en los banderazos opositores y tienen una intensa actividad en las redes, desde donde combaten al populismo y defienden la propiedad privada, mientras adhieren a figuras como Espert o el economista Javier Milei.
En el ala dialoguista de Juntos por el Cambio están mejor enfocados en buscar la adhesión de otras expresiones liberales “más moderadas” como las agrupadas en el flamante frente Republicanos Unidos, en donde están el ex ministro de Economía, Ricardo López Murphy, el ex Secretario de Cultura y Medios Darío Lopérfido y el economista Miguel Boggiano.
Por otra parte, un grupo de liberales que proviene de la Ucedé y de UPAU, su expresión universitaria, formó hace poco la agrupación Apertura Republicana, desde donde busca que sus ideas tengan visibilidad en la coalición opositora. Como anticipó Infobae, allí confluyen nombres como los de Juan Curutchet, Carlos Pirovano, María Luján Guardo, Héctor Huici y Pablo Walter, muchos de los cuales pasaron por la función pública durante los gobiernos porteño y nacional de Macri o de Rodríguez Larreta en la Ciudad.
Para el politólogo Santiago Lacase, director de la consultora Agora, el objetivo de captar al electorado liberal tiene sus riesgos. “Hoy, prima más la persona que el partido y hablar de libertarios o liberales es una antigüedad porque la gente en general no reconoce esas banderas, aunque sí a figuras como las de Espert o Milei, por lo que la idea de sumar a este sector parece poco relevante”, dijo a Infobae.
Consideró que “en un contexto donde el sistema de partidos explotó por los aires y ni el sello del PJ reúne las voluntades de antaño, el impacto puede ser menor porque, históricamente, los partidos liberales en la Argentina no han tenido un desempeño electoral relevante”. Y advirtió que “después incluso habrá que ver si esas voluntades le terminan sumando o restando votos a Juntos por el Cambio”.
Para el PRO, hay muchos puntos de contacto entre los jóvenes del partido y los que militan en expresiones libertarias, por lo cual la estrategia es sumarlos a Juntos por el Cambio sin que pierdan su identidad. Ese apetecible 8% de los votos, dentro de esta mirada, hacen que se refuerce un frente antipopulista. Pero, ¿alcanza para ganar las elecciones? Lacase cree que no: “Mas allá de populismo o no populismo, la gente termina votando por el bolsillo -sostuvo-. Si llegamos a elección de medio término con una situación económica relativamente estable, es probable que estos conceptos pasen a un segundo plano”.
En medio de tantas especulaciones, el que no se muestra dispuesto a aliarse con Juntos por el Cambio es el propio Espert, quien afirmó a Infobae que no ve “ninguna chance de ningún acuerdo en 2021″ con la coalición opositora, a la que criticó en duros términos: “Juntos por el cambio provocó la vuelta del kirchnerismo y la idea de ellos es seguir alternándose en el gobierno, haciendo que la Argentina, en medio siglo más, se convierta en la villa miseria más grande del mundo”.
“Creemos que hay que cambiar todo en la Argentina, no sólo las leyes laborales, la inserción en el mundo y la concepción del Estado, sino que hay que hacer otras reformas como la ley electoral y cambiar la educación y la salud. Nada de eso está en la agenda de Juntos por el Cambio”, señaló el ex candidato presidencial del Frente Despertar, que obtuvo el 2,19% de los votos en las últimas PASO y luego quedó sexto, con el 1,47% de los sufragios, en las elecciones nacionales del 27 de octubre pasado.
Según Espert, “si no nos tratan de destruir desde las mafias políticas, el año que viene vamos a tener muchos más votos porque las encuestas nos están dando como piso un 10%”. Y advirtió: “Queremos ser un problema para la falsa grieta que es la del kirchnerismo y Juntos por el Cambio. Digo falsa grieta porque los dos son un fracaso, como gobierno y como oposición. Nosotros somos la alternativa a los dos porque ambos son parte del problema”.
El problema, por lo visto, también lo tienen en Juntos por el Cambio quienes visualizan a Espert como un potencial aliado para derrotar al oficialismo a las urnas. Para las elecciones de 2021 falta mucho, pero no tanto. Y asegurarse los votos no dependerá de los fríos cálculos que se barajan hoy en los escritorios de algunos dirigentes.
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