El presidente Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner se metieron en la política de Ecuador. Esta tarde la vicepresidenta recibió en su despacho del Senado a Andrés Arauz Galarza, el candidato a presidente que impulsa su amigo Rafael Correa. Y esta noche el ecuatoriano cena en Olivos con el jefe de Estado.
“Junto a Andrés Arauz Galarza, hasta hoy proscripto candidato a Presidente de Ecuador por la alianza Unión por la Esperanza. ¿En serio Lenín Moreno pretende que el resto del mundo crea que en el Ecuador hay democracia?”, reprochó en las redes sociales la vicepresidenta que posó con el ecuatoriano delante de los cuadros de Evita y Juana Azurduy. La foto y la frase es un contundente apoyo. En cambio no hubo imagen, pero sí un encuentro en la Cámara de Diputados, entre Arauz Galarza y Máximo Kirchner, el jefe del bloque del Frente de Todos. Mientras tenían lugar ambos encuentros, en el Senado se discutía el impuesto a la riqueza.
La agenda de 24 horas en el país la organizó el ex canciller de Correa, Ricardo Patiño, en permanente contacto con funcionarios y legisladores argentinos. Incluyó una visita del aspirante a presidente al CCK donde posó junto a los ministros de Cultura, Tristán Baur, y el de Ciencia, Roberto Salvarezza, frente a la estatua de Néstor Kirchner que justamente se trasladó desde Quito, sede de la Unasur, a Buenos Aires. La figura de bronce que pesa 600 kilos fue donada por el gobierno de Cristina Fernández y emplazada en Ecuador hasta que la Asamblea Nacional de aquel país ordenó su remoción. Finalmente fue colocada en el centro cultural, sede del ministerio que conduce el kirchnerista Bauer, al cumplirse diez años de su muerte el pasado 27 de octubre.
El presidente Alberto Fernández cena esta noche con Arauz a quien conoció en Bolivia cuando viajó a la asunción del presidente Luis Arce. En aquella oportunidad se tomaron una foto juntos y el último domingo Fernández la compartió en las redes con un mensaje de apoyo: “No se construye democracia excluyendo a actores políticos. Eso es lo que ocurre con Andrés Arauz en Ecuador, cuya inscripción como candidato presidencial se dilata sin razón. Debemos garantizar que en América Latina el Estado de Derecho funcione plenamente”.
En paralelo varios referentes de la región escribieron una carta a los jueces del Tribunal Contencioso Electoral del Ecuador. “Expresamos nuestra profunda preocupación por los reiterados obstáculos para inscribir la candidatura de la alianza ‘Unión por la Esperanza’ (UNES) Andrés Arauz-Carlos Rabascall”, reclamaron los ex presidentes de Brasil, Lula da Silva; de Paraguay, Fernando Lugo; de Uruguay, José Mujica y Tabaré Vázquez; de Bolivia, Evo Morales; de Guatemala, Alvaro Colom y el ex secretario general de la OEA, José Miguel Insulza. También firmaron los ex cancilleres Jorge Taiana (Argentina); Celso Amorín (Brasil); Jorge Lara Castro (Paraguay); Diego Pary (Bolivia); y Oscar Laborde, presidente del Parlasur. Eduardo Valdés, presidente de la comisión de Relaciones Exteriores de Diputados acompañó con su rúbrica junto a sus pares de Chile y Uruguay.
El texto también señala que “a pocas semanas de la elección es poco saludable para una democracia que no estén claramente definidas las opciones presidenciales”, indicaron y también pidieron acelerar la inscripción para que “la ciudadanía cuente con el tiempo necesario para tomar tan trascendente decisión”.
“Amparados en instrumentos internacionales de Derechos Humanos instamos a ustedes, de la manera más comedida, se garantice la participación de todas las opciones políticas en el marco de lo establecido en la normativa ecuatoriana”, finalizaron el breve texto.
El ecuatoriano y Carlos Rabascall tienen el respaldo de Correa, quien se encuentra exiliado mientras se investigan causas de corrupción en su contra. Está en contacto con CFK con quien tuvo siempre un excelente vínculo político.
El Tribunal Contencioso Electoral (TCE) aceptó la impugnación de la fórmula y espera un pronunciamiento del Consejo Nacional Electoral (CNE). La demora llevó al candidato a sentirse proscripto y a Alberto Fernández y a Cristina Kirchner a poner en duda la democracia ecuatoriana.