Alberto Fernández firmó el nuevo pacto fiscal en la Casa Rosada con la mayoría de los gobernadores

El Presidente se reunió con los mandatarios provinciales en el marco de un nuevo acuerdo por el consenso fiscal. El jefe de Gobierno porteño declinó la invitación en medio de la tensión por los fondos coparticipables. Tampoco estuvo el mandatario de San Luis, Alberto Rodríguez Saá

Guardar
Alberto Fernández, junto a los gobernadores. Rodríguez Larreta fue el único ausente (Presidencia)
Alberto Fernández, junto a los gobernadores. Rodríguez Larreta fue el único ausente (Presidencia)

“Felicitaciones para nosotros”, fueron las primeras palabras que usó Eduardo “Wado” de Pedro para abrir el evento donde 21 de los 24 gobernadores firmaron el nuevo consenso fiscal, el que regirá el año que viene. El ministro del Interior no ocultó su satisfacción por un logro importante para el Gobierno en materia de gestión, con un marco de tipo fiscal e impositivo, pero también político: aislando a la rebelde Ciudad de Buenos Aires y a su jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, a quien oficialistas y opositores imaginan como posible competidor en las elecciones presidenciales de 2023.

Cada uno de los gobernadores fue firmando de a uno, con notorio formalismo, y después habló en nombre de ellos Juan Manzur, el tucumano que no se privó de criticar a su par porteño, siempre buscando dar su posición “personal”, cuando resaltó los valores del consenso (aunque no estuvo CABA) y criticó a las provincias que cobran impuesto a las Leliqs, que son varias (por eso no figura en el pacto firmado hoy), pero la más importante es la Ciudad, ya que es un impuesto que creó la Legislatura porteña la semana pasada para paliar la restricción de fondos que tendrá a partir del presupuesto del año próximo por la poda a la que fue obligada.

Después, habló el ministro de Economía, Martín Guzmán, quien destacó la importancia de esta firma en un sentido específico: que por un año las provincias no podrán tomar deuda en dólares, salvo en el caso de préstamos con organismos bilaterales o multilaterales. Fue otro palo a la gestión anterior.

Fernández llegó tarde –como es habitual– al acto formal, exactamente con una hora de retraso. A la Rosada arribó a las 13, acompañado por el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, de muy buen humor. La definición respecto del estado de ánimo de Fernández, según un funcionario, es que “está exultante” después de una semana en la que el Gobierno demostró capacidad operativa en el Congreso, logrando victorias muy ajustadas, aun en los proyectos más polémicos como fue la quita a los fondos para financiar la policía de la Ciudad, donde el Frente de Todos apenas alcanzó la cantidad mínima necesaria para la aprobación, 129 votos. “Tuvimos un año difícil, pero le fuimos encontrando la vuelta a la gestión en medio de las diferencias, y estamos contentos”, reconocieron cerca del Presidente.

Los presentes en el Museo del Bicentenario fueron Axel Kicillof (Buenos Aires), Raúl Jalil (Catamarca), Jorge Capitanich (Chaco), Mariano Arcioni (Chubut), Gustavo Valdés (Corrientes), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Ricardo Quintela (La Rioja), Rodolfo Suárez (Mendoza), Oscar Herrera Ahuad (Misiones), Omar Gutiérrez (Neuquén), Arabela Carreras (Río Negro), Gustavo Sáenz (Salta), Sergio Uñac (San Juan), Gildo Insfrán (Formosa), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Gustavo Melella (Tierra del Fuego) y Juan Manzur (Tucumán). También Sergio Ziliotto (La Pampa), de una provincia que no firmó el consenso fiscal 2017, o sea que no necesitaba estar presente, pero decidió acompañar el evento como gesto político de apoyo al Presidente. La misma actitud iba a tomar Alberto Rodríguez Saá (San Luis), aunque por considerarse persona de riesgo prefirió ausentarse y envió una carta.

En representación de Córdoba estuvo presente el vicegobernador, Manuel Calvo, lo mismo que en el caso de Santa Cruz, que envió al vice Eugenio Salvador Quiroga, y por Santa Fe lo hizo Alejandra Rodenas, ya que Omar Perotti fue confirmado ayer como COVID-19 positivo.

Alberto Fernández, Gerardo Morales y Eduardo "Wado" De Pedro firmaron ayer el pacto fiscal
Alberto Fernández, Gerardo Morales y Eduardo "Wado" De Pedro firmaron ayer el pacto fiscal

El primer gobernador que firmó el consenso fiscal 2020 fue Gerardo Morales, de Jujuy, quien estuvo ayer en la Casa Rosada con el Presidente y el ministro del Interior, ya que hoy no podrá estar en Buenos Aires. Y el primero que hoy llegó a Casa Rosada fue Insfrán quien se dirigió directamente al Ministerio del Interior, seguramente a mantener una conversación con “Wado” de Pedro, con quien tiene un vínculo estrecho ya que, según otros mandatarios, funciona como un verdadero “consejero en las sombras” del ministro, dada su dilatada experiencia al frente de la provincia de Formosa, que gestiona desde 1995.

También se anticiparon en su arribo a la Rosada los gobernadores Melella (Tierra del Fuego), Uñac (San Juan) y Manzur (Tucumán), siempre haciendo escala por Interior, cuyas oficinas están en el primer piso de la Rosada y permiten un paso directo al Museo del Bicentenario, por donde accede el Presidente, sin cruzarse con los periodistas.

Concluido el evento, los gobernadores fueron invitados a almorzar a la Residencia de Olivos, un momento de distinción que realmente necesitaban, después de un año muy duro en materia de pandemia y recesión económica.

Ante los mandatarios, Fernández aseguró que “el vértigo nos hace perder de vista lo que estamos haciendo, no hemos tenido tiempo de mirar para atrás y decir ‘¿qué hicimos?’. Me asombra lo que fuimos capaces de hacer entre todos, con nuestras diferencias, afrontamos algo para lo que nunca nos habíamos preparado, gobernar lo desconocido”.

“Debimos enfrentar no un problema económico de Argentina, sino un mundo que se dio vuelta, y lo hicimos entre todos. Fuimos capaces de tapar agujeros sin hacer nuevos. Llegamos hasta aquí, el mejor corolario, este acuerdo habla de la responsabilidad que tenemos que tener para seguir adelante, la responsabilidad de cómo vamos a crecer”, destacó el Presidente.

Además, antes de continuar con su discurso, el Presidente elogió el trabajo de De Pedro por su tarea a la hora de articular el consenso fiscal: “Le agradezco a ‘Wado’, porque interpreta mi voluntad de encontrar acuerdos como el mejor, tengo un gabinete que lo interpreta, Santiago lo entiende, pero Wado ha sido un intérprete maravilloso de ese acuerdo que quiero que logremos en Argentina”.

En tanto, celebró que tras nueve meses de pandemia “la industria automotriz creció respecto de noviembre del año pasado, llevamos tres meses consecutivos donde la recaudación crece por encima de la inflación. Tenemos la oportunidad de cambiar este país, depende de nosotros y no de otros, y ese modo no es volver a la normalidad, porque eso era horrible, no quiero más esa normalidad, quiero una normalidad más justa, donde todos crezcamos, no donde millones padezcan”.

“No es mi decisión, es de todos, tengamos presente la oportunidad que tenemos de hacer las cosas bien de una vez y para siempre”, concluyó. El mandatario estuvo acompañado por el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; los ministros del Interior, Eduardo ‘Wado’ de Pedro, y de Economía, Martín Guzmán; la directora de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Mercedes Marcó del Pont, y el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.

Ese consenso fue suspendido el 17 de diciembre de 2019, a pocos días de asumir el Frente de Todos. En ese momento, se firmó un acuerdo transitorio, hasta el 31 de diciembre de 2020, bajo el argumento de que “nuestro país atraviesa una grave crisis económica que impacta especialmente en los estratos más bajos de la sociedad”, con un PBI que durante la gestión macrista se contrajo “más de 5% y el producto per cápita 8%”, sumados la devaluación, el incremento de la pobreza, de la tasa de desocupación y ante “la sostenibilidad de la producción, que se encuentra seriamente comprometida”, junto al “peso de la deuda pública”, y se decidió la reducción progresiva de impuestos dispuesta en el 2017.

En el texto del nuevo consenso fiscal, se especifica que ante una depresión de la economía nacional que provocó el aumento significativo de la vulnerabilidad económica y social de vastos sectores de la población”, más la ampliación de “la emergencia pública en materia sanitaria en virtud de la pandemia declarada por la OMS”, que redujo “la actividad económica con inevitable impacto en los niveles de recaudación” y ante la necesidad de “contar con recursos fiscales para la atención de una creciente demanda social para contener a los sectores más vulnerables de la población”, junto con la decisión de “definir una estrategia para el endeudamiento responsable de las provincias”, se dispone entre otras cuestiones:

- Que las provincias adhieran en el transcurso del 2021 al Registro Único Tributario administrado por la AFIP para todos los contribuyentes adheridos en Convenio Multilateral. A cambio, la AFIP puso a disposición distintas herramientas para que las provincias validen la CUIT/CUIL/CDI, y obtengan información sobre la titularidad de bienes inmuebles y otros bienes registrables, y su valuación.

- Que la reasignación de recursos en transferencia de competencias (por ejemplo, de la policía de la Nación a la Ciudad) se implemente a través de fondos del Tesoro Nacional y no de recursos de la coparticipación federal.

- Que se prorrogue por otro año más, hasta el 31 de diciembre de 2021, la reducción progresiva de impuestos.

- Que no podrá incrementarse el stock de deuda en moneda extranjera, salvo en el caso de líneas de financiamiento con organismos bilaterales o multilaterales.

- Que no se podrán iniciar en el próximo año procesos judiciales y deberán suspenderse por un año los ya iniciados.

- En cambio, no se hizo figurar la exención del impuesto de IIBB a títulos, bonos, letras y certificados, por pedido de varias provincias que ya lo están cobrando.

Cuando salieron de la Casa Rosada, los gobernadores se encontraron con una fenomenal movilización sobre las rejas, lo que no es extraño, aún con pandemia. Lo verdaderamente extraño es la actitud que tomó Presidencia, que rápidamente llamó a Casa Militar para cuidar al Presidente y los mandatarios, lo que es lógico, pero hasta el velorio de Diego Armando Maradona no era tan habital.

El Presidente, por la tarde, dará inicio oficial a la campaña antártica de verano 2020-2021, en un acto en el que estará acompañado por el ministro Agustín Rossi, que se realizará al pie del rompehielos ARA Almirante Irizar, ubicado en el Apostadero Naval Buenos Aires, de Dársena Norte. Según informó el Ministerio de Defensa, los tripulantes realizaron un aislamiento preventivo de 14 días antes de viajar para realizar el ingreso seguro a la Antártida.

Seguir leyendo:

Guardar