El kirchnerismo salió a defender al ex vicepresidente Amado Boudou luego de que la Corte Suprema confirmara las condenas en el caso Ciccone.
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, y el camporista ministro de Desarrollo de la Comunidad de Buenos Aires, Andrés Larroque, fueron los primeros dirigentes en expresar su rechazo al fallo del máximo tribunal.
Larroque calificó el veredicto como “inaudito”. “El fallo de la Corte contra Boudou es inaudito” y “evidentemente político”, resaltó el funcionario provincial.
Según dijo, “la causa contra Boudou está plagada de irregularidades que son públicas y notorias”. “A toda la sociedad y a la Corte le hubiera venido bien revisar todo ese proceso judicial”, evaluó el ministro de Axel Kicillof en declaraciones a El Destape radio.
Y expresó: “A Amado no le perdonan que haya recuperado los fondos de los trabajadores y terminado con un gran negocio”.
El gobernador Kicillof vinculó la decisión al “lawfare” que asegura el kirchnerismo que existe en su contra. ”Causas armadas, sentencias truchas, testigos falsos. Nada justo puede resultar de eso”, publicó el mandatario bonaerense en su cuenta de la red social Twitter.
Y agregó: ”Necesitamos justicia. Basta de persecución política. Se tiene que acabar el ‘lawfare’. #ConAmadoNo”.
La Corte Suprema rechazó este jueves todos los recursos presentados en el caso Ciccone y de esa manera dejó firme la condena de 5 años y 10 meses para el ex vicepresidente Amado Boudou que había dictado un tribunal oral en 2018. Por ese escándalo también habían sido condenados José María Núñez Carmona, Nicolás Ciccone, Alejandro Vandenbroele (el único que no apeló), Rafael Resnick Brenner y Guido Forcieri.
El ex vicepresidente había sido condenado por los delitos de cohecho pasivo (recibir coimas) y negociaciones incompatibles con la función pública. Los jueces del TOF 4 también lo inhabilitaron de por vida para ejercer cargos públicos y ordenaron su inmediata detención por la compra de la calcográfica Ciccone por parte de The Old Fund, una empresa pantalla que tenía como cara visible a Vandenbroele.
Su amigo y socio José María Núñez Carmona fue condenado a 5 años y 6 meses de prisión y el empresario Nicolás Ciccone a 4 años y 6 meses por el delito de cohecho activo. El tribunal también condenó al arrepentido Alejandro Vandenbroele a 2 años de cárcel, a Rafael Resnick Brenner (ex funcionario de la AFIP) a 3 años, y al ex jefe de Gabinete del Ministerio de Economía Guido Forcieri a 2 años y seis meses. Los dos últimos fueron condenados como partícipes necesarios del delito de negociaciones incompatibles con la función pública.
Las condenas fueron confirmadas el año pasado por la Sala IV de la Cámara de Casación, por lo que las defensas fueron en queja ante la Corte Suprema. Además de la maniobra para “rescatar” a Ciccone Calcográfica, los jueces Gustavo Hornos, Mariano Borinsky y Javier Carbajo dieron por probado que el grupo liderado por Boudou manipuló en provecho personal al menos tres organismos del Estado: la Casa de Moneda, la AFIP, y la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia.
Rechazados todos los recursos, Boudou ya no es más inocente por el caso Ciccone. El expediente ahora pasará al juez de ejecución Daniel Obligado, el mismo que en abril les otorgó la domiciliaria al ex vicepresidente y a su socio. En el entorno de Boudou sostienen que las circunstancias “no se modificaron”, por lo que debería seguir cumpliendo la pena en su domicilio.
Larroque dejó en claro este viernes que el ex vicepresidente mantiene el respaldo del kirchnerismo: “Para nosotros, Amado es un compañero tremendamente valioso”. Y ahondó: “Recuperamos el sistema jubilatorio por decisión de Cristina, pero quien llevó la idea fue Amado y no se lo perdonan”.
El ex vicepresidente ya no vive más en Barracas: durante la cuarentena pidió permiso para mudarse a una casa.
La mudanza fue su única salida al exterior. Durante la pandemia su vida se concentró en sus dos hijos mellizos. También dedica buena parte del tiempo a estudiar historia y francés. “Siempre fue una máquina de leer y con esta situación mucho más”, contó a este medio alguien del entorno.
Boudou ya estuvo detenido tres veces. La primera vez fue el 3 de noviembre de 2017, cuando la Prefectura lo sorprendió en su departamento de Puerto Madero con una orden del juez Ariel Lijo. Luego volvió a la cárcel en agosto de 2018, tras la condena del Tribunal Oral Federal 4 por el caso Ciccone. Ese período se extendió hasta el 11 de diciembre de ese año, cuando ese mismo tribunal, con otra composición, decidió otorgarle la excarcelación tras el pago de 1 millón de pesos y la colocación de una tobillera electrónica con GPS. Su tercer paso por el complejo penitenciario de Ezeiza arrancó el 18 de febrero del año pasado, luego de un fallo de la Cámara de Casación que decidió revocar su excarcelación.
En abril pasado, el juez Daniel Obligado le otorgó la prisión domiciliaria en medio de la emergencia sanitaria por el coronavirus. “El actual contexto mundial de emergencia sanitaria a causa del covid 19, ciertamente trastoca prácticamente todas las pautas de las relaciones interpersonales, afectando entonces la implementación de los objetivos conductuales asumidos por el plexo normativo de la ejecución de las penas (ley 24.660), que en definitiva logren con éxito la inserción social de quien resulte condenado, una vez recuperada su plena libertad”, escribió ese magistrado.
Cuatro meses después, el socio y amigo de Boudou, José María Núñez Carmona, también recibió el beneficio de la prisión domiciliaria para continuar su detención en una vivienda de la ciudad de Mar del Plata.