Una de las principales paritarias 2020 que estaba rezagada, finalmente pudo acordarse: la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) pactó con las cámaras empresarias un aumento que alcanza casi el 40%.
El aumento se hará efectivo en dos cuotas, un 25% desde el 1° de enero de 2021 y un 10% adicional desde el 1° de febrero, con lo cual la mejora representa un 39,6% sobre los salarios básicos. De esta forma, el sueldo mínimo garantizado de un operario metalúrgico será a $44.000 a partir de febrero. Las partes acordaron que negociación salarial se reanudará el 31 de marzo próximo.
Según se informó oficialmente, sindicalistas y empresarios del sector acordaron que “los nuevos valores de los salarios básicos absorberán hasta su concurrencia el eventual remanente del incremento salarial del Decreto 14/2020 y que se incrementa el valor del Ingreso Mínimo Global de Referencia a $40.000 a partir del 1º de enero, y a $44.000 a partir del 1 de febrero”.
De las tratativas, en las que intervino el Ministerio de Trabajo para acercar las posiciones, participaron la conducción nacional de la UOM, liderada por Antonio Caló, y las cámaras del sector, ADIMRA, CAMIMA (pymes), AFAC (que representa a las autopartistas), Fedehogar (electrodomésticos) AFARTE (fábricas electrónicas en Tierra del Fuego) y CAIAMA (alumino y metales afines).
Fuentes de ADIMRA destacaron que “el acuerdo cierra las paritarias del período y da previsibilidad a las empresas para los próximos meses” y sostuvieron que “si bien el sector metalúrgico ha mostrado una recuperación en los niveles de actividad, aún existe una marcada heterogeneidad entre diversos subsectores, lo cual resalta la importancia de que continúen habiendo programas como el ATP y el Repro, como así también la continuidad del acuerdo en el marco del artículo 223 bis de la Ley de Contrato de Trabajo para acompañar a las empresas que atraviesan mayores dificultades”.
Por su parte, el presidente de CAMIMA, José Luis Ammaturo, afirmó que “el acuerdo se alcanzó luego de una extensa jornada de negociación que requirió de un enorme esfuerzo por parte de los empresarios para recomponer el salario de los trabajadores, cuidando las empresas y preservando las fuentes de trabajo en un año tan complicado como este”.
“Al igual que muchos otros rubros -añadió-, la industria metalúrgica se vio fuertemente afectada por la crisis económica generada por la pandemia de coronavirus y eso agravó la situación que ya venían enfrentando muchas empresas. A esto se debe sumar la pesada mochila impositiva y la industria del juicio, que juntos crean una situación insostenible para muchas empresas”.
La paritaria metalúrgica integraba el pelotón del 15% de los convenios salariales de este año que aún no se habían firmado y estaba empantanada por la crisis que también ocasionó en este sector la paralización de las actividades como consecuencia de la cuarentena obligatoria.
Ante la demora en llegar a un acuerdo, la UOM había acordado en agosto con los empresarios el otorgamiento de una “gratificación extraordinaria no remunerativa” de 30 mil pesos en cinco cuotas consecutivas junto con los sueldos de agosto, septiembre, octubre, noviembre y diciembre.
Ese acuerdo, cuestionado por algunas seccionales metalúrgicas, varias de las cuales tomaron distancia de Caló y mantienen una postura disidente, incluyó el compromiso de las partes de “volver a reunirse durante la primera semana del mes de diciembre de 2020 para analizar la factibilidad de revisar los valores de los salarios básicos con vigencia a partir del 1/1/2021″.
Por eso el convenio establece que podrán “adecuar” el acuerdo, mediante negociaciones con la seccionales del sindicato, aquellas empresas que atraviesan “situaciones de crisis” que le imposibilitan otorgar el aumento salarial o que están incluidas en Programas de Recuperación Productiva o de Emergencia Ocupacional o que tienen abiertos Procedimientos Preventivos de Crisis.
Ante la crisis de la actividad, la UOM y las cámaras empresarias mantienen desde abril la adhesión al acuerdo marco para suspender al personal sin tareas de acuerdo con lo establecido en el artículo 223 Bis de la Ley de Contrato de Trabajo, que permite a los trabajadores metalúrgicos cobrar una asignación equivalente al 86% del sueldo neto.
Ese esquema es una adaptación a la actividad metalúrgica del acuerdo marco firmado por la CGT y la UIA, luego homologado por el Ministerio de Trabajo, que establece el pago del 75% del salario neto al personal sin tareas, y que se fue prorrogando desde abril pasado.
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