El Senado de la Nación le dio este lunes por la noche, en el último día de sesiones ordinarias de 2020, media sanción al proyecto de ley para el fortalecimiento de la sostenibilidad de la deuda pública que establece que los acuerdos futuros con el FMI deberán ser aprobados por el Congreso Nacional y que también le pone límites al endeudamiento en moneda extranjera de nuestro país. El proyecto, que llegó al recinto por iniciativa de Ministro de Economía, Martín Guzmán, fue aprobado con 65 votos a favor, ninguno en contra, una abstención (del rionegrino Alberto Weretilneck) y hubo 5 ausentes. Ahora deberá ser tratado en Diputados una vez que el presidente Alberto Fernández decida la convocatoria a sesiones extraordinarias.
Hubo un debate con discursos encendidos y aunque muchos senadores optaron por destacar que la actividad en la Cámara alta este año se incrementó y la importancia de que estas decisiones económicas tengan el filtro del Congreso, hubo duros cruces y acusaciones entre oficialistas y opositores en torno al alto endeudamiento argentino y cuáles fueron las razones que llevaron a esa situación en los últimos años. Fueron casi seis horas y media de sesión.
Esteban Bullrich, senador por Buenos Aires, de Juntos por el Cambio, hizo eje en su discurso en que el Gobierno Nacional insiste en “imponer una verdad”. “Estamos pagando una tasa de interés de la deuda altísima porque falta confianza. Para que esa tasa baje hay que dejar de endeudarse. No es con sarasa que lo vamos a hacer”, afirmó. También manifestó que Argentina “está pagando la tasa que puede no la que quiere” y que “todos hablan de la deuda de Macri pero en los años anteriores Cristina (Fernández de Kirchner, que en ese momento no estaba al frente de la presidencia de la sesión) dejó 240 mil millones de dólares de deuda”.
Los senadores oficialistas que hablaron a continuación se encargaron de remarcarle el sobreendeudamiento de la gestión gubernamental anterior. El santiagueño José Neder dijo, por ejemplo, que en ese período se había vivido “un festival de la usura” y que una muestra eran “las tasas del 35% anual que se pagaron”. Antonio Rodas, senador por Chaco, insistió en que “la pandemia nos condicionó, siempre trabajamos para que el país vuelva a ponerse de pie. Debemos cumplir compromisos con responsabilidad”. Y fue durísimo con el ex presidente Mauricio Macri aunque solo lo nombró elípticamente. “A ustedes no les dio la nafta para solucionar los grandes problemas del país. Por eso el Cartonero Báez está pensando en irse”, sostuvo eligiendo una definición maradoneana sobre el ex titular de Boca.
Oscar Parrilli, del FdT neuquino, apuntó directamente contra las políticas crediticias que adoptó el FMI. “No nos pueden imponer ninguna condición. Le dieron un crédito a la Argentina que no le debían dar. Son cómplices de la fuga de capitales que se produjo durante el gobierno anterior. Además, nos están cobrando un 4% sobre los intereses, una tasa usuraria que también le aplican a otros países y que derivan en mayor pobreza, en mayor cantidad de reclamos de la gente”.
Luis Naidenoff, el senador formoseño por la UCR, exhortó a discutir algo más amplio que esta ley: “Son tiempos difíciles, hay casi 9 millones de personas que se van a quedar a fin de año sin el ingreso familiar de emergencia. La mejor señal que podemos aportar es la cordura. Se necesita un acuerdo transversal, no de discursos. Hay que solucionar los problemas de raíz. La Argentina necesita calma y responsabilidad”.
El mendocino José Mayans le respondió y se preguntó “¿Dónde están los 25 mil millones de dólares que recibió Macri cada año? Fue a la usura, a la robótica (sic) a cuatro manos. Pero quédense tranquilos porque ahora no nos vamos a endeudar. No hay nadie que nos quiera prestar”.
Los senadores que responden al kirchnerismo recordaron en varias de sus exposiciones la carta que el 15 de noviembre hicieron pública con duras reprimendas hacia el FMI, en plena visita a Buenos Aires de representantes de la entidad crediticia. En esa carta pedían que el FMI “se abstenga de exigir o condicionar las políticas económicas de la Argentina para los próximos años”, proponían reconsiderar los intereses, un período de espera para el inicio de los pagos hasta el 2025 y un plazo de amortización en “varias décadas” de modo que “las erogaciones anuales no tornen insustentable la refinanciación de la deuda e impacten negativamente en la economía argentina y en la vida de su sociedad”. Y señalaban la responsabilidad del organismo en la falta de control sobre Argentina al conceder el préstamo al gobierno de Cambiemos.
Al día siguiente el presidente Alberto Fernández respaldó a los senadores. “Dejaron muy en claro lo que le pasó a la Argentina con un cuidado y un nivel de detalles que permite ver lo que le dije al Fondo en la campaña: les recordé cómo habían violado los estatutos para financiar la especulación financiera y la salida de capitales”, subrayó el mandatario.