Por segunda vez en el año Cristina Fernández de Kirchner ingresó al recinto con un rosario en su cuello. La repetición no es usual en la Vicepresidenta, que usó el mismo objeto que guía el rezo católico mariano el día de la Virgen del Rosario en la sesión del 7 de octubre y este jueves. En ambos casos fue en la sesión pero esta semana, además, depositó otro rosario sobre el féretro de Diego Armando Maradona. Para algunos fue una señal de lo que se viene en el Congreso donde ella ya votó a favor de la interrupción voluntaria del embarazo. Otros entendieron que fue una muestra de su tristeza por la muerte del astro que le remitió a la de su marido, diez años atrás. Después de acariciar el cajón y abrazarse con Claudia Villafañe terminó refugiada en el despacho de Eduardo ‘Wado’ de Pedro y sumida en profundo hermetismo.
Aunque José Mayans no es kirchnerista, como jefe del bloque de senadores representa sin dudar la voz de Cristina. Por eso llamó la atención cuando el miércoles último, en la comisión de Ciencia y Tecnología y un par de horas antes de la muerte de Maradona, anunció que habría prórroga de sesiones Ordinarias. Cuatro veces mencionó la prórroga, un mecanismo que si bien es convocado por el Presidente de la Nación deja librada a la voluntad del Congreso el temario de sesiones. Por otra parte nadie lo retó por haber encarado la ofensiva contra el proyecto de ley de IVE que envió el Presidente al Congreso.
Contrario a los deseos del Senado, Alberto Fernández convocará a Extraordinarias y se reservará la facultad de decidir qué podrán discutir diputados y senadores desde el martes 1 de diciembre. Su decreto será un corset a la oposición que en el marco de la pandemia intentó condicionar a la Cámara de Diputados (donde el Frente de Todos no tiene quórum ni mayoría propios). También pondrá un corralito a los propios, aún cuando dos de los temas que interesan a la Vicepresidenta estarán incluidos: la ley orgánica del Ministerio Público Fiscal y el Aporte Solidario.
De apuro, Máximo Kirchner pidió a Sergio Massa una última sesión para este lunes. La convocatoria generó malestar en Juntos por el Cambio y en el lavagnista Consenso Federal. El tema central será la ley convenio que fija las transferencias presupuestarias para Seguridad de Nación a la Ciudad de Buenos Aires. En los hechos es un nuevo tijeretazo al presupuesto porteño por lo que para evidenciar la estrategia oficialista Horacio Rodríguez Larreta anunció suba de impuestos, recortes de obras y hasta recolección de residuos discontinuada entre otras medidas antipáticas. Su ministro de Hacienda, Martín Mura, justificó los recortes como modo de compensar la falta de partidas. Aunque en el Frente de Todos se defiende la ley, como el Aporte Solidario y Extraordinario, a algunos dirigentes de habitual y buen diálogo con Larreta les incomoda. El primero en protestar fue Cristian Ritondo, jefe del bloque del PRO y amigo de Massa. Si se vota la ley este lunes el Presidente no se verá expuesto a incluir (o no) el proyecto en las Extraordinarias y una parte del costo político en Ciudad lo pagará el Congreso. Massa no pidió la sesión sino hasta que Máximo Kirchner lo solicitó. Graciela Camaño, Jorge Sarghini y Alejandro “Topo” Rodríguez avisaron que no acompañarán y reclamaron un diálogo y consenso entre Nación y Ciudad.
Este lunes habrá entonces doble sesión a ambos lados del Palacio Legislativo. En la Cámara alta se retomará el cuarto intermedio al que se pasó el jueves cuando los senadores consensuaron una lista de discursos en homenaje a Diego Maradona y pasaron para mañana el tratamiento de ascensos militares y decenas de proyectos entre los que se encuentra la declaración de Avellaneda como Capital del Fútbol. La iniciativa la empujó la diputada Magdalena Sierra, además esposa del intendente de licencia de ese partido y hoy ministro de Vivienda y Hábitat, Jorge Ferraresi. El tema más importante en debate será la Ley de Endeudamiento redactada por el ministro Martín Guzmán que obliga al Poder Ejecutivo a pedir aval parlamentario para el endeudamiento en moneda extranjera. Con mayoría propia la media sanción está descontada pero será uno de los temas importantes y prioritarios para Extraordinarias.
La fría distancia del Presidente y su Vice de los últimos tiempos obligó al jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, a jugar como mediador y coordinador. En los últimos días habló sobre el temario con Máximo Kirchner, jefe del bloque de diputados del Frente de Todos mientras Massa hacía lo propio con él y con el Presidente. Apuntaron la lista de pedidos y posibles leyes a las que se habilitará el tratamiento. El Presidente dio una instrucción: armar un temario amplio pero con proyectos necesarios, de interés para el Gobierno y lo suficientemente fuertes como para instalar agenda pública y recuperar la iniciativa. Lo que no cuentan son las charlas entre el Senado y la Casa Rosada, si es que las hay.
De lo que se sabe dos leyes encabezan la lista presidencial. En Diputados, aún sin el decreto, ya organizaron la agenda para tratarlos. Son la Interrupción Voluntaria del Embarazo y la ley de 1000 días protegidos. Las tres presidentas y el presidente de las comisiones que intervendrán en el tema aborto, y sus correspondientes vicepresidentas, del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio, ‘verdes’ y ‘celestes’, acordaron reuniones entre el martes 1 y el viernes 4 para escuchar a 50 expositores (la mitad a favor y la mitad en contra), debatir y dictaminar. El 10 de diciembre se votaría la media sanción en Diputados junto con la ley de los 1000 días que también avanzará esta semana. Massa pidió respeto en los debates y prometió garantizar espacio para que todos los sectores puedan expresarse. El equilibrio lo obliga a veces al silencio.
En el Senado ya se siente el malestar. Pesa la voz de Mayans y el silencio cristinista aunque hay senadores ‘verdes’ operando para conseguir y consolidar votos a favor. El uso del tiempo será clave. Quienes quieren dilatar el trámite parlamentario apuestan al giro a la comisión de Salud que es presidida por un senador radical, Mario Fiad, que votará en contra. Pero CFK podría inclinar la balanza si pone como cabecera a la comisión de Legislación que preside la camporista ‘verde’ Ana Almirón. La paridad en esta cámara puede contrariar los deseos presidenciales y verdes de que la ley se vote antes de fin de año. Los escenarios más probables son dos: que ella apoye sin que se note dejando en manos de Almirón el tratamiento o que permita que se demore como ocurrió con el pliego del candidato a procurador, Daniel Rafecas. Su voto sólo sería necesario en caso de empate. Cerca suyo aseguran que frente a esa eventualidad repetirá su voto positivo como en 2018.
En la lista que definiría el Presidente hay leyes complejas pero que considera necesarias. El Consenso Fiscal que genera tensión con Ciudad especialmente. Lo negocia el ministro del Interior con gobernadores y con el equipo de Horacio Rodríguez Larreta que no quiere firmar una promesa de no ir a la Justicia en contra del Gobierno nacional. De hecho espera un fallo de la Corte por el recorte que sufrió.
El viernes el Presidente envió al Senado, a última hora, la Movilidad Jubilatoria. Incluyó cambios a lo que ya habían anunciado días atrás. La pelea está garantizada: el oficialismo defiende la nueva fórmula para el cálculo de las futuras jubilaciones, sin el condicionante de la inflación, mientras que Juntos por el Cambio insiste que los jubilados perderán y correrán desde atrás al alza de precios. La ley es necesaria porque se vence en diciembre la prórroga de la emergencia económica que suspendió la ley de Mauricio Macri.
Otras dos leyes del Ejecutivo también fueron empujadas por Guzmán. Se trata de la Ley de la Construcción, uno de los instrumentos con los que el Gobierno buscó seducir al sector y la ley de Instrumentos Financieros en pesos para incentivar el ahorro y financiamiento en moneda local. El ministro las envió a mediados de octubre al Congreso. Esta última la explicó “en línea con los objetivos que nos planteamos en diciembre de 2019 de reconstruir el mercado de capitales en pesos”. La norma exime del Impuesto a las Ganancias a los activos en pesos indexados (por ejemplo, con CER o UVA) y a otros activos en moneda nacional que se destinen a inversiones productivas.
En el plano ‘humano’, hay quienes piden incluir en el temario de sesiones extraordinarias el proyecto de ley Tahiel Contreras que impulsan Massa y el ministro de Transporte Mario Meoni. La norma, como otras de este estilo, lleva el nombre de una pequeña víctima, un niño de seis años atropellado en una picada de autos. La ley instituye el ‘homicilio vial’ como figura penal a la que correspondería una pena de 8 a 25 años.
El propio Presidente dejó trascender que “seguramente” figurarán en su decreto el impuesto a las grandes fortunas y la reforma al Ministerio Público que obtuvo media sanción el viernes en el Senado. Alberto Fernández no parece dispuesto a enfrentarse a su Vicepresidenta y defendió la ley que modifica la forma de elección del Procurador General. Hubo sí una señal: Oscar Parrilli modificó un artículo que generaba resquemor entre fiscales y que ampliaba aún más el poder político para sancionarlos y desplazarlos.
El Presidente intentó en los últimos días despejar dudas respecto a su apoyo y este sábado lo hizo Cafiero confirmando un anticipo de Infobae. “No tenemos objeciones, nos parece que está bien la reforma”, aseguró y recordó que hubo legisladores del oficialismo que presentaron este año y en la gestión de Macri, cambios similares. En diálogo con El Destape Radio el jefe de Gabinete también reiteró el reclamo de la Casa Rosada para que se realice la audiencia pública y “le den la posibilidad a Rafecas que explique su propuesta”. Pero se mostró desconfiado respecto a la oposición que pide la audiencia. Sospecha Cafiero que la estrategia de Juntos por el Cambio es someter al oficialismo a una derrota y votar en contra el pliego. Lo que no podrá tratar el Congreso es una sanción para el procurador interino, Eduardo Casal.
Cafiero también avisó que el lunes estará el decreto presidencial que incluirá proyectos que ya están en discusión, como la ley orgánica del Ministerio Público Fiscal, y otros que el Ejecutivo necesita para avanzar. “Creemos que ese tratamiento debe continuar”, señaló sobre la ley que habilitó el kirchnerismo en el Senado. En la misma categoría estaría el impuesto a las grandes fortunas que grava a quienes hayan declarado bienes por más de $ 200 millones. El dictamen ya fue aprobado en comisión pero no pudo tratarse porque se votó el martes pasado y necesitaba siete días para llegar al recinto. Los siete días se cumplen el martes 1°. Fuentes parlamentarias creen que habrá sesión el jueves 3 para convertirlo en ley. Quien lo defenderá será Carlos Caserio, miembro informante como presidente de la comisión de Presupuesto. Es el único 100 por ciento ‘albertista’ en el Senado de la Nación.
Lo que no está claro es si las necesidades que considera el Poder Ejecutivo contemplan otra ley de Máximo Kirchner, la Ley del Fuego que tuvo media sanción en Diputados y debe pasar por el Senado. A la inversa, como está guardado el pliego de Rafecas en el Senado, está también guardada en Diputados la reforma judicial que propuso el Presidente pero que fue transformada en otro proyecto en el Senado.
Y está por definirse otra promesa del Presidente a la que dio nuevo impulso estos días: la creación del Consejo Económico y Social.
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