Por 42 votos a favor contra 27 el Frente de Todos dio media sanción en el Senado al proyecto de ley orgánica del Ministerio Público Fiscal que reduce la mayoría requerida para designar un Procurador General. En lugar de 48 votos serían necesarios 37. El kirchnerismo hoy cuenta con ese número y lo supera. Para que sea ley la iniciativa deberá ser tratada en Diputados, trámite que no sería fácil, además de que será necesario que el Presidente lo incluya en la convocatoria a sesiones Extraordinarias si desean avanzar rápidamente. Todo sucedió en medio del duelo por la muerte de Diego Maradona decretado por el Gobierno.
En la anteúltima sesión de este periodo ordinario el Senado no discutió cuestiones técnicas de la reforma. Lo que hubo fue una confrontación discursiva y política entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio en torno a la regulación del Poder Judicial y la Procuración y la intencionalidad del proyecto. En el medio se discutió la continuidad o el desplazamiento del interino Eduardo Casal.
El oficialismo apuntó a la necesidad de que el Congreso resuelva la designación del jefe de los fiscales, incluido el cambio de Casal; el control del organismo y, entre una serie de cambios, un mandato de cinco años en lugar de uno vitalicio. Para la oposición, en cambio, se trata de una maniobra K en contra de los fiscales y del jefe interino.
Martín Lousteau pidió la palabra antes del discurso de cierre del jefe del bloque del Frente de Todos y denunció que en la web del Senado ya figuraba como aprobado el proyecto. El error se corrigió rápidamente.
José Mayans, jefe del oficialismo, buscó develar contradicciones y recordó expresiones de varios senadores a favor de la reducción de los dos tercios para elegir al procurador durante la gestión de Mauricio Macri. “Cuando presentó el proyecto (Germán) Garavano no le preocupó el Ministerio Público Fiscal, no le preocupó la mayoría agravada, lo único que dijo es que estaba de acuerdo”, se molestó con Esteban Bullrich sobre el proyecto Justicia 2020. “Ahora dicen todo lo contrario”, agregó y ofreció mostrar la versión taquigráfica de la visita del ex ministro de Justicia al Senado y los debates de entonces. Citó que en aquel momento se propuso mayoría simple para designación y remoción, una mayoría de los presentes y no dos tercios.
“A algunos les va a crecer la nariz y se les va a caer el barbijo de tan mentirosos que son como a Pinocho”, siguió el formoseño contra la oposición. “Olvídense de los dos tercios si no hay audiencia presencial, esa fue la amenaza que recibimos”, continuó. Y mencionó a sus adversarios como “los campeones de la democracia” que “buscan impedir el funcionamiento del Parlamento” y por negarse a acompañar con los dos tercios el pliego de Daniel Rafecas que el presidente Alberto Fernández envió en marzo y nunca se trató.
“Venimos a normalizar una situación que atraviesa el Ministerio Público Fiscal”, defendió la iniciativa, a su turno, Anabel Fernández Sagasti . “Hubo y hay grandes irregularidades”, apuntó la mendocina sobre la gestión de Casal que quedó en el cargo desde la renuncia de Alejandra Gils Cabó.
“Nos hemos enredado en un laberinto discursivo, si Rafecas sí o Rafecas no”, respondió el jefe del interbloque de Juntos por el Cambio, Luis Naidenoff. “Nunca se movió un dedo” se enojó sobre el pliego de Rafecas. “No son impracticables los dos tercios”, aseguró y propuso “consensos calificados” que “se destruyen con este cambio”. Aprovechó e intentó mostrar las diferencias entre la Casa Rosada y la Vicepresidenta.
El rionegrino Alberto Weretilneck se ofendió. “Me he sentido bastante aludido fundamentalmente por aquellos que atacan, descalifican o bastardean este proyecto”, señaló el autor de la iniciativa que utilizó el Frente de Todos para su dictamen de mayoría. Incluso cuestionó los cambios de último momento introducidos por el kirchnerismo que “ablandó” el control sobre el Ministerio Público que “necesita más control”. Lo dijo en referencia a la reposición de los dos tercios requeridos en el jury de enjuiciamiento para desplazar a fiscales que incurran en faltas. Interpretó que la composición del jury no beneficia de manera lineal al oficialismo de turno.
En el inicio del debate y como miembro informante, Oscar Parrilli (Frente de Todos) anunció modificaciones al dictamen firmado hace sólo siete días e insistió con impulsar la remoción del actual procurador interino Eduardo Casal. “Casal se dedicó a perseguir a fiscales, como por ejemplo al fiscal (Juan Pedro) Zoni, que lo sacó de la causa del Correo. Lo mismo quiso hacer, pero no pudo, con la fiscal (Gabriela) Boquín en ese mismo caso. Casal también protegió a Carlos Stornelli cuando estuvo citado durante ocho meses a una indagatoria y este fiscal se burló de la Justicia”, cuestionó duramente desde su despacho en el Palacio Legislativo.
Según explicó, una de las correcciones al dictamen fue fijar dos tercios como mayoría para que el tribunal de enjuiciamiento pueda remover fiscales en lugar de la mayoría de la mitad más uno que se había consensuado. Según dicen fue un pedido de la Casa Rosada en línea con la Cámara de Diputados donde sería muy difícil para el oficialismo conseguir votos para convertir esta media sanción en ley. Así se borró la mayoría de 4 de los 7 votos exigidos y se mantendrá la mayoría de dos tercios que eleva ese piso a 5 de los 7 votos.
El neuquino fue explícito al cuestionar al interino Casal y minimizar el reclamo opositor sobre Rafecas. “No se trata de Rafecas si o Rafecas no, se trata de Casal si o Casal no, hay muchos que quieren que siga el procurador interino porque les sirve a sus intereses”, explicitó y apuntó a la oposición que, en sus dichos, quiere “ocultar ese debate” .
Parrilli insistió en que “nos acusan a nosotros de lo que no vamos a hacer y que ellos hicieron que es manipular a la Justicia” en referencia a la ex procuradora Alejandra Gils Carbó. La Bicameral que podría avanzar y nombrar un reemplazo hasta la designación del Procurador General es la de seguimiento del Ministerio Público Fiscal que preside el senador rionegrino del Frente de Todos Martín Doñate y en la que el oficialismo tiene mayoría.
Entre los opositores, fue contundente la senadora cordobesa Laura Rodríguez Machado (PRO): ”La prioridad es cómo sacamos a Casal”, consideró y agregó que “quieren poner a los fiscales de rodillas”.
Por su parte Martín Lousteau cuestionó todo el proceso que incluyó la discusión de un proyecto de su autoría que presentó en febrero y el Frente de Todos le impidió retirar de la agenda parlamentaria. “Acá no hay un proyecto de modificación institucional, es el intento de nombrar a alguien, no sabemos quién, y darle al oficialismo mayor control, no a la gente como dicen, al oficialismo”, reprochó y volvió a pedir que si se desea nombrar un procurador convoquen a audiencia por el pliego de Rafecas.
“Ganaron las elecciones, tienen el número, son capaces de hacer cualquier cosa”, anunció su voto en contra el salteño Juan Carlos Romero.
Los cambios y otro cruce con la Vicepresidenta
El proyecto que logró la media sanción también fijó como requisitos para designar al jefe de los fiscales la ciudadanía argentina, título de abogado, ocho años de ejercicio y 75 años como máximo.
Otra modificación fue la reducción del mandato a cinco años, con posibilidad de una reelección. Pero no podrá ser postulado ni designado en los años en que se elija Presidente de la Nación.
Si bien en caso de licencia, recusación, excusación o impedimento del procurador general su reemplazo se designaría por sorteo público, si la vacancia o licencia se prolongara por más de 30 días, la Comisión Bicameral de Seguimiento y Control del Ministerio Público designaría al reemplazante. Y a falta de designación interina, intervendrá el procurador fiscal que tenga más antigüedad en ese cargo. Es la herramienta para reemplazar a Casal.
Para la remoción, a diferencia de la designación, se mantuvo la mayoría de dos tercios. El proceso podrá iniciarse tanto desde el Poder Ejecutivo como a pedido de cualquier diputado. La acusación requerirá mayoría absoluta pero de los diputados mientras que para removerlo el Senado deberá hacerlo con 48 votos, como sucede actualmente. Con el inicio del juicio se puede suspender al procurador durante todo el proceso y en ese caso alcanza con el voto de 37 senadores.
El resto de los fiscales sólo serán removidos por un Tribunal de Enjuiciamiento compuesto por un representante del Poder Ejecutivo, tres por la Bicameral, uno por el Consejo Interuniversitario Nacional, un abogado de la matrícula federal, y un fiscal. La remoción deberá ser votada por cinto de los siete.
Además, el Procurador deberá rendir cuentas ante el Congreso en el inicio de las sesiones ordinarias.
En el cierre Naidenoff no dejó pasar por alto la lectura de las modificaciones al dictamen de comisión. “Llevó nueve minutos”, avisó y planteó una cuestión de privilegio sobre varados de Formosa. Le contestó Fernández Sagasti y Cristina Kirchner, ya de regreso en la sesión, pidió que terminen con el tema. “Respetemos las reglas, el último que habla es el jefe del bloque mayoritario”, insistió sobre una discusión ya repetida. Y reprochó a la oposición que cuando ella era minoría, fuera del oficialismo, “ustedes nunca hablaban después de Miguel Pichetto”.
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