Pasadas las seis de la mañana se abrieron las puertas de la Casa Rosada para el público en general. Luego de algunos incidentes y empujones con la Policía, comenzaron a ingresar de a grupos. Una vez dentro, las personas pasan frente al féretro y luego salen a través de la puerta de Balcarce 24.
Lágrimas, llantos descontrolados, cantitos de cancha, algunos hasta envueltos en banderas de Argentina. La cantidad de gente es inmensa para despedir al jugador más grande de la historia del fútbol.
Mayores, niños. Todos quieren despedirlo. Cada tanto se escuchan aplausos, que terminan con un “Olé Olé Olé, Diego Diego!”. Otros incluso pasan y le arrojan flores, rosarios, camisetas (de todos los clubes) como ofrenda. Pasadas las 7:30, ya se amontonaban junto al féretro decenas de “casacas” de la Selección, Boca, Argentinos Juniors, y muchas otras. En tanto, afuera, en la explanada, de a ratos se vuelven a ver empujones y algunas corridas.
Poco después de las 10, regresó a la Casa Rosada el médico que trató a Diego en los últimos años. Leopoldo Luque no hizo referencia a la atención en las últimas horas antes de la muerte de Maradona y solo se limitó a decir que siente un profundo pesar. “Estamos todos muy dolidos, es una pérdida a nivel mundial de una persona invaluable”, enfatizó.
Esta mañana, el abogado Matías Morla se quejó por la falta de atención a Diego Maradona y denunció una “criminal idiotez”. Despidió a través de las redes sociales a su amigo y cliente y pidió que se investiguen las horas finales del Diez “hasta las últimas consecuencias”.
A las 10:50 aterrizó el helicóptero presidencial en el helipuerto. El presidente Alberto Fernández junto a la primera dama, Fabiola Yáñez, fueron directo a saludar a la familia Maradona. Antes de ingresar a la Rosada, el mandatario se desvió hasta la reja para saludar y sacarse algunas selfies con quienes llegaron para despedir a Diego.
Una vez adentro, el Presidente junto a Yánez, parte del gabinete y ex futbolistas, saludaron a Claudia Villafañe y a Dalma y Giannina Maradona. Con lágrimas en sus ojos, se acercó al féretro donde coloco una camiseta de Argentinos Juniors y dos pañuelos blancos, uno de Madres y otro de Abuelas de Plaza de Mayo. Yáñez dejó un ramo de flores. También dejaron una réplica de la Copa del Mundo del 1986.
Paso el mediodía, llegaron a la Casa de Gobierno el presidente de la Cámara de Diputado de la Nación, Sergio Massa, y su esposa y presidenta de AySA, Malena Galmarini. Se aguarda el arribo del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof.
En tanto, poco después de las dos de la tarde, y luego de que la policía cortara la fila de acceso a la Casa Rosada en la avenida 9 de Julio, fanáticos que querían despedir a Diego Maradona y no podrán hacerlo reaccionaron con empujones y piedrazos. La policía respondió con gases lacrimógenos, balas de goma y agua de camiones hidrantes y dispersaron a los fanáticos.
Después del mediodía, desde el Poder Ejecutivo informaron que la ceremonia se extenderá hasta las 19. Luego de finalizado el velorio, el coche fúnebre recorrerá algunas cuadras del centro porteño para que los fanáticos que no pudieron ingresar a la Casa de gobierno lo puedan despedir.
Cerca de las 14.45, la vicepresidenta Cristina Kirchner llegó a la Casa Rosada para participar de la ceremonia de despedida. La ex presidenta llegó y, acompañado del primer mandatario Alberto Fernández, y del gobernador bonaerense, Axel Kicillof, se dirigió a saludar a la familia Maradona. Inmediatamente después, Kirchner, Fernández y Kicillof se acercaron al cajón junto a Claudia Villafañe y Dalma y Giannina Maradona.
En un momento de la tarde, la situación se desbordó. Hubo incidentes dentro y fuera de Casa de Gobierno. Las hijas del astro futbolístico tuvieron que intervenir ante el avance de los fanáticos y luego decidieron retirar el féretro de la sala donde se realizaba la ceremonia. Los incidentes comenzaron a las 14, cuando la Policía interrumpió la fila de personas que esperaban para ingresar a Casa de Rosada en 9 de Julio y Avenida de Mayo.
Impactante adiós
La Plaza de Mayo quedó desbordada desde la madrugada. Anoche a última hora comenzaron a acercarse aquellos fieles para darle el último adiós a Diego Armando Maradona.
El Gobierno Nacional se encargó del operativo de seguridad para vallar la Casa Rosada y acondicionar el salón donde desde muy temprano se acercó la familia del astro futbolístico para una ceremonia íntima.
En las primeras horas de la madrugada ya una multitud hacía fila para ingresar al salón donde descansa el ídolo mundial. Poco antes de las 7 de la mañana, la cantidad de gente era incontable. La fila llegaba hasta la Avenida 9 de Julio. A las 12 del mediodía, la fila superaba las 25 cuadras y casi llegaba a Bernardo de Irigoyen y San Juan.
Quienes quieran despedirse en forma presencial de Diego pueden llegar hasta la Casa Rosada caminando desde la 9 de Julio por la Avenida de Mayo, cruzar la Plaza e ingresar a Gobierno por la puerta de Balcarce 50. Por indicación de la familia, el velorio es a cajón cerrado y se extenderá hasta hoy las 16.
Pasada la medianoche Claudia Villafañe, Dalma y Giannina Maradona llegaron a Casa Rosada para aguardar la llegada del cuerpo del ídolo mundial. Aún siguen ahí. Se sumó su otra hija, Jana Maradona, Veronica Ojeda y su hijo Dieguito Fernando para la despedida íntima del entorno del 10. El doctor Luque también estuvo, invitado por las hijas y Claudia.
Participaron miembros del equipo campeón de México 86: Oscar Ruggeri, Sergio Batista, Julio “Vasco” Olarticoechea, Jorge Burruchaga, Ricardo Giusti, Carlos Tapia y Oscar Garré; ex jugadores y actuales de Boca Juniors: Carlos Tévez, Rolando Schiavi, Martín Palermo y Ramón Ábila.
De los jugadores a los que dirigió en la Selección Argentina, además de Tévez y Palermo, pasadas las cuatro de la mañana llegó el ex capitán Javier Mascherano.
Del velorio íntimo también fueron parte Guillermo Coppola y el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, Claudio “Chiqui” Tapia. No obstante, se lo vio a ingresar a Casa Rosada al líder de La 12, Rafael Di Zeo.
A las cuatro de la mañana una escena que tuvo como protagonista a Rocío Oliva revivió una vez más la disputa familiar del entorno del astro. A la última pareja de Maradona se le negó el ingreso a Casa Rosada. “Me dijeron que venga a las siete de la mañana cuando entre toda la gente”, comentó en diálogo con la prensa y apuntó a la familia de Diego: “Toda la maldad que hacen se paga, así les va a ir a todos”.
Mientras tanto en las afueras de la casa de Gobierno una multitud aguardó varias horas. Hinchas de diversos equipos del fútbol argentino, personas con camisetas del Seleccionado Nacional e incluso la barra brava de Boca -”La 12”- fueron parte de la vigilia.
La dificultad que tiene esta ceremonia fúnebre es la exigencia del distanciamiento social, considerando que esperan la llegada de al menos un millón de personas. La gente está realmente muy amontonada.
Personal de la Casa Rosada está dedicado a pedir la distancia de protocolo en las filas una vez adentro. Afuera, el personal de seguridad está dedicado a esa tarea, aunque con menos exigencia, ya que están al aire libre.
El operativo entre la Policía de la Ciudad y la Federal incluye 1500 efectivos y un vallado desde la 9 de Julio hasta la Casa de Gobierno. Además, se acreditaron 840 periodistas del país y el mundo para la cobertura.
Alberto Fernández no se imaginó tener que gobernar en medio de una pandemia global, que lo enfrentó a los más complejos desafíos que puede tener un jefe de estado en cualquier parte del mundo. Pero tampoco pensó que le tocaría despedir a Diego Armando Maradona, el más grande ídolo popular de los argentinos y una figura de fenomenal trascendencia fuera de las fronteras.
A media mañana llegó el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, para brindarle sus condolencias a la familia de Maradona. También está confirmado que la vicepresidenta Cristina Kirchner no asistirá, mientras que si lo hará su hijo, el diputado Máximo Kirchner.
En medio del shock, apenas unos minutos de haberse enterado de la luctuosa noticia, el mandatario dispuso que se decretara duelo nacional por tres días y, todavía movilizado por la emoción, le pidió al subsecretario General de la Presidencia, Miguel Ángel Cuberos, que se comunicara con Claudia Villafañe para ofrecerle el respaldo del Gobierno para lo que necesitara.
Cuberos fue quien se encargó de recibirlo el 26 de diciembre de 2019, cuando el Diego volvió a Casa Rosada después de muchos años. En la explanada de avenida Rivadavia lo esperó ese día a las 12.30, preocupado porque llegara tarde o desaliñado para una reunión que sería formal. Pero Maradona estuvo puntual, con bermudas pero con camisa y saco. Aunque sin corbata. Allí se confundieron en un abrazo y Cuberos lo sostuvo de un brazo para ayudarlo a cruzar el Salón de los Bustos y subirse al ascensor que los llevaría al primer piso, donde está el despacho del Presidente. Ya caminaba con gran dificultad.
Cuando se encontró con Fernández, ambos se emocionaron hasta el llanto. Quedaron un rato abrazados y les costó recuperarse. Los testigos aún recuerdan la escena igualmente conmovidos. Muchos funcionarios tuvieron la chance de compartir el encuentro y sacarse fotos con él, desde el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, hasta el ministro de Economía, Martín Guzmán, quien tuvo tiempo de mandar a comprar una camiseta con el número 10 y llevarla a Casa Rosada para que su ídolo la autografíe.
Después, el Presidente le preguntó si quería salir a saludar a la gente al balcón de Perón, porque porque ya había ido trascendido que estaba en Gobierno y querían verlo. “Obvio”, contestó rápido. Como gran pompa, fue acompañado por personal de seguridad desde el despacho presidencial hasta el Salón Eva Perón y el Salón de los Científicos, que son las dos salas que dan a los balcones que usó Juan Domingo Perón, y salió a saludar y cantar “para Macri que lo mira por TV”, mientras hacía la “V” de la victoria.
Eran días de felicidad. Después vino la pandemia, el notable desmejoramiento de Maradona y, ayer al mediodía, la muerte.
Con dolor, funcionarios de casi todos los ministerios se pusieron a disposición de un operativo que nadie hubiera querido. El Ministerio de Defensa y el de Seguridad, organizando los accesos.
El Ministerio de Salud, los dispositivos sanitarios. El Ministerio del Interior, proveyendo la información necesaria de los invitados especiales. La Dirección de Ceremonial, preparando con la familia los ingresos. La Casa Militar, reforzando la seguridad de los espacios presidenciales la Casa Rosada, muchos de los cuales directamente fueron refuncionalizados, como el caso del despacho de la vicejefa Cecilia Todesca, que quedó para uso de la familia Maradona durante el tiempo que dure el velorio.
Si bien Presidencia informó que el velorio durará hasta las 16 de este jueves, podría extenderse hasta las 20. Aunque esto no fue confirmado oficialmente.
Los restos de Diego Maradona serían inhumados en un cementerio privado en Bella Vista, donde yacen además los restos de sus padres, don Diego Maradona y Dalma Salvadora “Tota” Franco.
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